Sánchez intenta retener Junts abriendo un "diálogo" con Alemania por el catalán en la UE

Madrid / BruselasMovimiento importante del gobierno español para reconducir las relaciones con Junts. Alemania y España acordaron este viernes un "diálogo" para hacer oficial el catalán en la Unión Europea. En plena crisis con la formación independentista, los ejecutivos de ambos países se conjuran para encontrar una "respuesta" a la solicitud española de reconocer las lenguas cooficiales en el Estado: la lengua catalana, el euskera y el gallego. En un comunicado conjunto, escrito en inglés, alemán y castellano, aseguran que la "incorporación de estas lenguas constituye una parte esencial de la identidad nacional plurilingüe de España" y añaden que por ello han decidido "iniciar conversaciones bilaterales a partir de las cuales España presentará un texto para el debate y la decisión de los 27 estados miembros en una futura reunión del Consell de Además, se comprometen a empezar "lo antes posible", pilotando las conversaciones los respectivos ministerios de Asuntos Exteriores. Es decir, no se comprometen a ningún calendario concreto, pero sí a ir rápido para llegar a un pacto.

La carta llega en un momento de máxima tensión entre socialistas y junteros, ya que los de Carles Puigdemont se inclinan por la rotura con la Moncloa después de dos años del acuerdo de investidura y de tener aún, según interpretan, el zurrón vacío. Incluso con este paso conocido ahora, fuentes del partido siguen decantándose por romper. La fecha límite es el lunes, cuando la ejecutiva de Junts se reúne en Perpiñán y debe decidir si retira el apoyo al gobierno español. Ahora bien, quedan todavía días y, tal y como explicaba el ARA este jueves, el PSOE tiene previsto "jugar fuerte" para evitar la ruptura. El comunicado conjunto entre Alemania y España es un ejemplo, además de tener conversaciones también en relación con las balanzas fiscales, ya que Junts había pactado con el PSOE que se publicaran los datos para que la Generalitat pudiera calcularlos, pero hoy por hoy son incompletas.

El catalán en la Unión Europea, en este sentido, ha sido pieza clave del pacto entre los dos partidos desde el principio, pero a lo largo de estos dos años ha sido rechazado, principalmente por la oposición de Alemania (además de la de otros estados). De hecho, en la última reunión del Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea no se trató, y la cuestión estaba aparcada. Los próximos encuentros de este año son el 17 de noviembre y 16 de diciembre. El presidente Salvador Illa ha celebrado el comunicado a través de X: "Tengo plena confianza en que lo haremos posible". La maniobra del jefe del ejecutivo, sin embargo, ha tenido ya las primeras críticas de Junts: el diputado Agustí Colomines, cercano a Puigdemont, ha lamentado que el comunicado conjunto, por ser "creíble", podría haber sido en catalán.

El movimiento del PSOE traslada el balón al tejado de Junts, que deberá valorar ahora con este nuevo elemento sobre la mesa si se sigue inclinando por romper o da más tiempo a la negociación por si, ahora sí, sale la cuestión del catalán. Ayer jueves, fuentes del partido consideraban que habían llegado ya a la cabeza de la calle y que la relación estaba agotada –esta semana en el Congreso Míriam Nogueras hablaba ya de la "hora del cambio"–, pero este paso de España sacude las expectativas del partido. A lo largo del fin de semana, antes del encuentro del lunes con toda la dirección, están previstas reuniones al más alto nivel de Junts y también ha habido contactos con el PSOE en las últimas horas. Este viernes, la vicepresidenta española, María Jesús Montero, decía que "el diálogo es constante y fluido", además de especificar que quieren "intensificar" estas conversaciones en las últimas horas. "Aquellas cuestiones que dependen de nosotros están en trámite y las que dependen de terceros estamos trabajando para que se puedan cumplir", ha dicho en declaraciones a los medios de comunicación.

El país más influyente de la UE

Fuentes diplomáticas consultadas por el ARA recuerdan que Sánchez y Friedrich Merz no mantuvieron ningún encuentro bilateral en la cumbre de líderes europeos de este jueves en Bruselas. Aunque no descartan que ambos dirigentes pudieran hablar en algún momento en los márgenes de la reunión y de forma informal, apuntan que lo más probable es que el comunicado se gestara y se negociara directamente entre los asesores gubernamentales de alto nivel, los conocidos como "sherpas", que asisten a estos encuentros junto a los líderes.

Pese al comunicado, fuentes diplomáticas alemanas recuerdan al ARA que el acuerdo para mantener un diálogo bilateral sobre la iniciativa "no quiere decir que se haya encontrado una solución" y remarcan que en ningún caso "hay que prejuzgar los resultados" de los encuentros. "El comunicado no significa que Alemania haya cambiado de posición", quieren dejar claro las mismas fuentes.

Desde que cayó el ejecutivo liderado por el socialdemócrata Olaf Scholz, que se mostraba favorable a la oficialidad del catalán, y le sucedió el del conservador Friedrich Merz, Alemania ha sido el estado miembro más contundente contra la propuesta española y ha liderado la oposición en la Unión Europea. En los últimos encuentros ministeriales en los que se ha discutido, el país germánico, que es el mayor e influyente del bloque comunitario, siempre ha sido el primero en pedir el turno de palabra y ha arrastrado a otros socios europeos a posicionarse en el mismo sentido. "La posición de Alemania, como siempre, es clave", apuntan fuentes diplomáticas.

En el último Consejo de Asuntos Generales en el que se discutió sobre la iniciativa el pasado mes de julio, el representante alemán y el español intercambiaron una discusión subida de tono y mantuvieron una conversación muy tensa, según fuentes diplomáticas de este diario que estaban dentro de la sala. Fue a raíz de ese enfrentamiento que la Moncloa decidió dar un "respiro" a la iniciativa y estar unos meses sin discutirlo a nivel ministerial en Bruselas.

También fue a partir de entonces que el gobierno español se ha centrado sobre todo en intentar convencer a Berlín, y fuentes conocedoras de las negociaciones de la Moncloa con otros ejecutivos estatales aseguran que, por este motivo, hace tiempo que no hablan con el resto de socios europeos. De hecho, delegaciones diplomáticas de varios países de la UE consultadas por este diario aseguran que llevan meses sin oír hablar de la iniciativa.