Las cloacas del Estado

Ferran Casas i Joan Rusiñol: "El PSOE es el seguro de vida de la monarquía"

Subdirector de 'Nació Digital' y subjefe de informativos de Catalunya Ràdio

5 min
Ferran Casas y Joan Rusiñol presentan

BarcelonaLos periodistas Ferran Casas (Barcelona, 1977) y Joan Rusiñol (Tona, 1979), ambos con pasado en el ARA y actualmente en Nació Digital y Catalunya Ràdio respectivamente, reflexionan sobre el inmovilismo del Estado en el libro España no se toca (La Campana).

¿La Transición es lo que hace imposible que España cambie?

— Joan Rusiñol (JR): La Transición nace con un pecado original, dejando pendiente el eterno conflicto político territorial. Seguramente se explica por lo que decía Carrillo, que el título octavo lo habían hecho con los militares apuntándoles a la nuca.

— Ferran Casas (FC): La Transición es lo que blinda el modelo y lo más icónico de la Transición es la Constitución, que es políticamente irreformable. A esto se suma que hay una serie de poderes en el Estado que no han hecho la Transición, como el judicial y los cuerpos y fuerzas de seguridad. Poderes contra los que han topado aquellos que han intentado, de forma más o menos acertada, realizar cambios, como Podemos y el independentismo. Ahora bien, ¿quién hubiera imaginado que en un mes se hubiera podido hablar catalán, gallego y euskera en el Congreso o que se habría indultado a los presos políticos?

No debían de hacer la Transición, pero ahora ya no están las mismas personas.

— FC: Hay una inercia y una forma de hacer y pensar en la policía y la justicia que continúan. Si un juez comete una barbaridad con republicanos vascos o catalanes, no tendrá que rendir cuentas. Hay impunidad. Algunas cosas se han mejorado porque España es una democracia imperfecta, pero no es una dictadura.

— JR: También existe un sesgo de clase, territorial y de género. Si miras las promociones de jueces que salen cada año, la gran mayoría salen de las Castillas, muchos tienen apellidos compuestos y son gente de casa buena que se han podido pasar muchos años estudiando las oposiciones.

En el libro explicáis que el periodo 2014-2017 parecía llegar una oportunidad de cambio estructural. ¿Era una oportunidad cierta o se generaron falsas expectativas?

— JR: Se menospreció la capacidad de reacción del Estado. Jordi Muñoz, una de las voces del libro, explica que se apeló a la democracia española y quien respondió fue el Estado. Estaban en juego dos erres, la de ruptura y reputación, y España tuvo claro que perdía reputación, pero que preservaba por encima de todo la ruptura, que no se rompiera España, porque con el tiempo ya recuperaría la reputación. Y los indultos y ahora la amnistía forman parte del intento de recuperar la reputación cara a Europa.

— FC: Se realizó una mala gestión de las expectativas. Hubo una mala gestión política, porque se trataba de no asustar a la gente, y también de los periodistas, que quizás no hicimos todas las preguntas necesarias.

Ferran Casas y Joan Rusiñol durante la entrevista en el ARA

¿Es fundamental la monarquía para la continuidad del régimen del 78?

— JR: Sí. En el libro entrevistamos a Javier Ayuso, jefe de la Casa del Rey en el momento de la abdicación, y nos explica que el momento elegido para que Juan Carlos I abdicara es una operación milimetrada entre el auge de Podemos, con aquellas europeas del 2014, y la consulta del 9-N, y con Pérez Rubalcaba retrasando su salida de la dirección del PSOE para comandar él esta operación de estado. Demuestra hasta qué punto los poderes del Estado tenían claro que esa operación debía salir bien por la estabilidad del régimen del 78.

¿Es el PSOE el partido que sustenta la monarquía?

— FC: Es quien tiene la llave, es quien la hace viable. La monarquía se ha refugiado mucho en los últimos años a la derecha. Cuando Aznar llegó al poder se decía que había una pulsión republicana a la derecha española que ahora no está. Los monárquicos más fervorosos son las tres derechas. La monarquía ha girado a la derecha, pero se sostiene por el PSOE. El PSOE es el seguro de vida de la monarquía.

Hoy vemos al PSOE más monárquico combatiendo al más progresista.

— JR: En estas críticas de Felipe, Ibarra, etc. también existe un componente generacional. Cuando ellos dicen que la amnistía impugna el régimen del 78, en el fondo de lo que tienen miedo es que impugne lo que hicieron ellos en el 78. Que nuevas generaciones digan ahora que quizás no se hicieron todas las cosas bien. En el libro hablamos con José Luis Cebrián, que es el ejemplo de todas las contradicciones de la izquierda.

— FC: El sistema no ha evolucionado, más bien ha involucionado. La lectura de la Constitución está hoy más cerrada que en los años 80, basta con ver la jurisprudencia del TC. Y si hoy termina aceptando la amnistía será porque Conde-Pumpido lo conseguirá manu militari con el resto de magistrados progresistas.

¿Cuál es la peculiaridad de las cloacas del Estado españolas que las diferencie de otros estados?

— FC: Básicamente el tema territorial. ¿Por qué estalla el caso Villarejo? Por el caso Kitchen, cuando se pone a mirar las cosas internas del PP. Si hubiera seguido actuando sólo contra los enemigos de España, seguramente esto no hubiera ocurrido. Es evidente que todos los estados poseen estos mecanismos de defensa.

— JR: Ley de secretos oficiales, fondos reservados... hay cierta opacidad que permite a las cloacas actuar con cierta impunidad. Y la otra excusa para mirar hacia otro lado ha sido ETA. ETA acaba y comienza el Proceso, y hay unos servicios secretos y cloacas dedicadas a combatir a ETA que de repente se quedan sin objetivo y miran hacia Catalunya. Ellos trabajan con el objetivo de salvar a España y aplican la plantilla vasca, aunque aquí no haya armas. Salvar a España está por encima de los principios democráticos.

Ferran Casas y Joan Rusiñol presentan su libro 'Espanya no se toca'

¿El objetivo último de los jueces, grandes empresarios, grandes sindicatos, policías, políticos, medios de comunicación de los que habláis en el libro es salvar a España o salvar su poder?

— FC: Es lo mismo. El objetivo es salvar al statu quo.

¿Las élites madrileñas son las que controlan el Estado?

— JR: No sé si las madrileñas, pero sí las que hacen parada y fonda en Madrid.

¿Son los medios de comunicación clave para mantener todo este sistema?

— FC: Es evidente que los medios son actores políticos. Algunos han actuado de forma cómplice, han mirado hacia otro lado y han publicado toda la mierda que tocaba sin comprobar nada y otros medios que no han jugado a ello, pero que tampoco han puesto el grito en el cielo cuando han pasado determinadas cosas. Cuando en el ARA y en Eldiario.es Pedro Águeda publicó un documento del ministerio del Interior donde explicaba que Jorge Fernández Díaz había creado una brigada patriótica en la policía para buscar irregularidades con políticos independentistas, no tuvo ningún eco en Madrid y sí en Catalunya. El País ha explicado las cloacas, pero no creó ningún escándalo.

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