Puigdemont deja de ser eurodiputado

BarcelonaCuando Carles Puigdemont decidió presentarse a las elecciones del Parlament del 12 de mayo, asumía no sólo que no sería el cabeza de lista de las europeas tal y como había planeado, sino también que, a partir de la constitución de la nueva cámara catalana, perdería la condición de eurodiputado y, por tanto, la inmunidad. Ser miembro de las dos cámaras es incompatible y, en su caso, el afectado debe comunicar cuál de los dos escaños prefiere. Si nada dice, prevalece la última acta que ha recogido, es decir, en el caso de Puigdemont, la del Parlament.

Esto es lo que ocurrirá este lunes, cuando el expresidente en el exilio, como el resto de diputados catalanes, habrá terminado ya los trámites –las credenciales se pueden recoger a distancia– para tomar posesión de su escaño en Catalunya. A diferencia de lo que ocurre en el Congreso de los Diputados, no necesariamente debe ser presencial. De hecho, ya tomó posesión a distancia como diputado de la cámara catalana en el 2017 –lo hicieron también el resto de los exiliados–, así como los presos políticos tanto de Junts como de Esquerra.

La causa de Tsunami

Con esta nueva situación, Puigdemont pierde derechos, puesto que no tiene la misma inmunidad como diputado del Parlament que como diputado de la Eurocámara. En la cámara catalana no hay suplicatorio previo a iniciar una investigación y la inmunidad consiste tan sólo en no ser detenido "si no es en caso de flagrante delito". Y esto es relevante para Puigdemont: aunque el Parlamento Europeo autorizó el suplicatorio para ser juzgado por el 1-O, mantenía la protección para la acusación de terrorismo por Tsunami Democrático, puesto que el Tribunal Supremo no realizó ningún trámite para levantar la inmunidad en este ámbito ni ha dictado ninguna orden de detención ni medida cautelar contra él –técnicamente, según fuentes jurídicas, no podía mientras Puigdemont tuviera inmunidad.

Ocupando el escaño catalán, pues, el alto tribunal tiene ahora vía libre para intentarlo. Probablemente por eso el Supremo anunció el 8 de abril que citaría a Puigdemont entre el 17 y el 21 de junio para que declarara por videoconferencia sobre la causa de Tsunami. Contaba, en este sentido, que ya no tendría la inmunidad europea, pese a que fuentes de la defensa del expresidente aseguran que no saben nada de esa previsión: no están ni personados en la causa.

Así pues, será el Tribunal Supremo quien en los próximos días moverá ficha, ya que también pretende interrogar por las mismas fechas al diputado de ERC exiliado en Suiza Ruben Wagensberg. Hay que tener en cuenta que, hasta ahora, sólo Marta Molina ha acudido a declarar por Tsunami a petición de la Audiencia Nacional: declaró desde un juzgado de Barcelona y el juez no dictó prisión contra ella.

Las fechas del retorno

Si Puigdemont es persona en la investigación –su abogado siempre ha sostenido que la investigación era irregular porque como eurodiputado no podía abrirse ningún caso sin suplicatorio–, no será para declarar presencialmente en Catalunya. El expresidente se ha comprometido a regresar al Principado para el debate de investidura del Parlament, sea o no candidato a la presidencia, y esto será alrededor del 25 de junio, después de esta citación judicial. De esta manera, al volver, puede que sobre Puigdemont no sólo recaiga la orden de detención por el 1-O sino también la de Tsunami. Solo si los jueces hacen caso de la amnistía –que obliga a retirar todas las medidas cautelares y de restricción de derechos– Puigdemont ahorraría la cárcel en el momento de pisar territorio español.