Puigdemont y Junqueras se reencuentran sin "ningún reproche"

Acuerdan "mantener el contacto" y "compartir el esfuerzo de la lucha contra la represión" después de una fría recepción en Waterloo

WaterlooRecepción fría en Waterloo. El líder de ERC, Oriol Junqueras, ha llegado este miércoles a mediodía a la Casa de la República con los ex consellers Raül Romeva, Meritxell Serret y Dolors Bassa y la expresidenta del Parlament Carme Forcadell. Pero a diferencia del encuentro con el president, Pere Aragonès, el ex president Puigdemont no ha salido a recibir a Junqueras en la puerta para escenificar el encuentro con un clásico apretón de manos, de puños o codos. Pocos minutos después, sin embargo, han salido junto con el ex conseller Toni Comín y el rapero Josep Valtònyc a hacerse una fotografía de grupo en la puerta. Ha habido fotografía de grupo, pero no de los dos líderes independentistas solos.

El encuentro está rodeado de interés porque Junqueras y Puigdemont no se veían las caras desde octubre de 2017. Pero también ha estado rodeado de polémica. De entrada, por el lugar del encuentro. La delegación de ERC pasó primero por Estrasburgo, donde se reunieron con miembros del Parlamento Europeo y donde también esperaban inicialmente poder celebrar el encuentro con los ahora eurodiputados de Junts en el exilio. Finalmente, sin embargo, Junqueras, Romeva, Bassas, Serret y Forcadell se han desplazado hasta la residencia del ex president en el exilio.

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Hasta última hora los dos partidos habían estado discutiendo los detalles de la escenografía de la llegada a la Casa de la República, donde finalmente ha habido fotografía de grupo pero no de Puigdemont y Junqueras en solitario. Tampoco está previsto que el líder de Junts comparezca después ante los medios, pero sí lo hará el líder de ERC.

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Como pasa a menudo cuando hay visitas en la Casa de la República, un grupo de catalanes residentes en Bélgica han recibido a la delegación de ERC con carteles pidiendo "unidad".

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Sánchez: "No nos merecemos seguir anclados en 2017"

El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha reaccionado desde Riga (Letonia) al encuentro entre Puigdemont y Junqueras en Waterloo con una consigna: "No nos merecemos seguir anclados en 2017". Preguntado por la intención del ex vicepresidente de la Generalitat de intentar recuperar su escaño en la Eurocámara, el líder socialista ha hecho un llamamiento a "mirar hacia adelante y aprender de los errores". Sánchez ha comparecido acompañado del primer ministro letón, Arturs Krisjanis Karins, después de que dos personas desplegaran una estelada detrás de la delegación española durante el acto de homenaje que han hecho ante el memorial construido en 1935 por los soldados que murieron en la guerra de independencia de Letonia. Karins no se ha querido mojar sobre la situación en Catalunya a pesar de las manifestaciones a favor del derecho a decidir y en contra de la represión –especialmente por el encarcelamiento de los líderes independentistas– que eurodiputados letones han hecho en el Parlamento Europeo los últimos años, informa Mariona Ferrer i Fornells.

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A pesar de esto, uno de los objetivos del viaje de Junqueras es explicar también que "la represión continúa", según explicó ayer antes de mantener reuniones con "varios europarlamentarios de varios grupos" en la Eurocámara. El líder de ERC, que todavía no da por perdido el escaño de eurodiputado del que no pudo tomar posesión porque el Tribunal Supremo no le permitió salir de la prisión a recoger el acta, reivindicó que tendría que poder entrar en la Eurocámara como eurodiputado. Lo hizo, sin embargo, como exeurodiputado, como también Raül Romeva.