Puigdemont reclama concentrar el voto en Junts para superar al PSC: "Señores de Madrid, prepárense que ya venimos"

Juntos cierra la campaña convencido de que "hay partido" para situarse primera fuerza

El cabeza de lista de Junts, Carles Puigdemont, este viernes en Elna
11/05/2024
4 min

Elna"Hay partido". Esto es lo que ha sobrevolado este viernes en las antiguas escuelas de Elna, en el último mitin que la candidatura de Carles Puigdemont ha celebrado en Catalunya Nord antes del 12-M. Un último acto que ha vuelto a ser una demostración de fuerza del partido movilizando a unas 3.000 personas -tras llenar durante quince días el pabellón de Argelès- y que pretendía ser el último empujón para intentar atrapar al PSC y disputarle el primera fuerza en las elecciones. Y es que Junts cree que puede ser la sorpresa de la noche del 12 de mayo si se moviliza el voto independentista, aunque en los últimos sondeos no está garantizado, y este elector se concentra en su candidatura en detrimento de Esquerra y la CUP. Por este motivo, se ha centrado en un único mensaje este último tramo de campaña: apelar al voto útil soberanista en torno a Carles Puigdemont y pasar el rastrillo para evitar una presidencia del socialista Salvador Illa.

Con las encuestas a favor para hacer este relato -a lo largo de la campaña Esquerra ha ido bajando en los sondeos y ha dejado la partida a dos-, este viernes Puigdemont ha asegurado que Junts es "la única opción independentista que puede ganar las elecciones" y que puede "plantar cara" en Madrid. "El voto en Junts será el del puñetazo sobre la mesa. El de ya es suficiente", sentenció.

Las primeras espadas de Junts bailan una sardana al ritmo de 'Coti x Coti'

Ésta también ha sido otra de las ideas de la campaña de los junteros. Lejos de esconderse de su pacto con el PSOE, le han reivindicado por haber obtenido la amnistía. "Si con siete diputados hemos conseguido lo que hemos conseguido, imagináis qué podemos hacer si tenemos la presidencia de la Generalitat", ha asegurado numerosas veces Puigdemont a lo largo de esta campaña. En este último acto, incluso se ha querido dirigir directamente al Estado: "Señores de Madrid, prepárense porque ya venimos", ha clamado, "volveremos para no tener que marchar nunca más. Porque nos fuimos al 'exilio por ello, para prepararnos y volver', ha terminado, en alusión a su regreso, que le prevé el día del debate de la investidura.

En los últimos días, Junts se ha dedicado a trasladar la idea de que estas elecciones son trascendentales por el Proceso, ya que detectan en las encuestas que el independentismo está desmovilizado, tal y como se ha constatado en las últimas elecciones españolas y también municipales. "La historia nos ha convocado", se ha reafirmado este viernes el secretario general de Junts, Jordi Turull, ya que ha reivindicado la oportunidad del electorado de devolver a Puigdemont a la presidencia tras ser cesado por el 155. "Nos jugamos reforzar el Proceso o enterrarlo por generaciones", ha dicho el cabeza de lista a Girona, Salvador Vergés.

La estrategia de Junts en esta campaña se ha basado en dos ingredientes: la épica, que han asumido que la llevaba ya implícita la figura de Puigdemont; pero también desgranar propuestas programáticas para desmontar una de las principales críticas de los rivales políticos: que Junts es, tan sólo, una candidatura "personalista" y centrada sólo en el retorno del expresidente. Por eso la campaña puso en marcha con la presentación de las cien primeras medidas si vuelven al gobierno -con el reclamo de una bajada impositiva generalizada de sucesiones, patrimonio e IRPF- y, más allá de las proclamas independentistas, han basado sus mensajes en la necesidad de "levantar Catalunya" o reivindicar el "liderazgo" frente al actual presidente, Pere Aragonès.

Ahora bien, así como Salvador Illa ha sido el asno de los golpes de los junteros -tildándole, por ejemplo, de "gobernador civil"-, Puigdemont ha evitado referirse a Esquerra en los mítines. Primero, para hacer creíble su voluntad de mano tendida después de las elecciones, pero sobre todo porque una vez las encuestas han situado Juntos por delante de los republicanos, la estrategia ha sido obviar al partido de Aragonès por no darle protagonismo en la campaña.

El fin de las pantallas y Pujol

Puigdemont ha realizado tres campañas electorales desde 2017 como cabeza de lista de Junts. Después de 155 como presidenciable y en 2021 acompañando a Laura Borràs. Sin embargo, esta campaña ha sido distinta: Puigdemont ha querido dejar atrás las pantallas y los mítines telemáticos para poner en un primer plano la presencialidad en Catalunya Nord. Una forma de transmitir que el regreso está cerca.

Pero esta no ha sido la única novedad de la campaña de Junts, ya que hay otra que tiene más que ver con la reunificación del espacio político posconvergente. Mientras que el PSC ha reunido el apoyo de exdirigentes de CiU como Santi Vila o de Junts como Miquel Sàmper y Esquerra del exconseller Andreu Mas-Colell, Puigdemont se ha hecho suyos el expresident Jordi Pujol y de Artur Mas. Por primera vez, desde la confesión del expresidente en 2014 y de la desaparición de Convergència, Junts ha reivindicado su legado de forma pública para recuperar parte del votante que quedó huérfano con su extinción. Lo ha hecho este viernes abiertamente Jordi Turull recordando el paso por la cárcel de Pujol durante el franquismo y enlazándolo así a lo que ha vivido Puigdemont en el exilio.

De hecho, este mismo viernes por la noche, antes del último día de reflexión, Pujol ha vuelto a pedir el voto por el líder de Junts a través de un vídeo compartido por el exconseller Quim Forn en X. El ostracismo a raíz de la confesión de 2014 ha quedado atrás para los junteros. "Os pido que apoyen la candidatura de Junts y de Puigdemont. Lo digo con toda convicción", ha aseverado, asegurando que es la hora de "recuperar el espíritu, la idea y la voluntad que durante muchos años va propulsar el progreso político, social y económico de Catalunya".

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