Primer encontronazo en el Govern por la asistencia a un acto con el rey

Aragonès lo había delegado en Puigneró pero el vicepresidente decide no ir

BarcelonaEl primer encontronazo entre ERC y JxCat desde que el nuevo Govern tomó posesión ha tardado veinte días en estallar. El detonante ha sido una visita del rey. En concreto, sobre a qué representante del ejecutivo le corresponde la responsabilidad de ir al acto del Cercle d'Economia de este miércoles en Barcelona al que también irá el rey Felipe VI. La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha anunciado que el encargado de ir sería el vicepresidente, Jordi Puigneró, que en un primer momento también ha confirmado que iría, pero finalmente se ha desdicho. Como ya es habitual en estos casos, después ha habido versiones contrapuestas de los dos socios de la Generalitat sobre cómo han ido las cosas. Sea como fuere, el acto del monarca no se quedará sin representación del ejecutivo catalán. Irá la consellera de Presidencia, Laura Vilagrà.

La decisión sobre si había que ir o no a un acto donde también estará el rey no era fácil de tomar. Las relaciones entre la Generalitat y la casa real son complejas desde que el 3 de octubre de 2017, cuando solo habían pasado dos días de las cargas del 1-O, Felipe VI pronunció su famoso discurso cerrando filas con la actuación policial y cargando contra el proyecto independentista. Unos meses después, el Govern de Torra decidió que, a raíz de aquella intervención del monarca, no invitaría más a la casa real a sus actos ni iría a los que promoviera la Corona. En la práctica, todo derivó en el hecho de que en los últimos tres años el Govern siempre ha intentado evitar al máximo coincidir en actos con el monarca, fueran o no organizados por la Zarzuela. El último ejemplo, un acto de Seat en marzo de este año –cuando Aragonès era vicepresidente en funciones– donde no fue ningún conseller.

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Con estos tres años de controversia, hoy martes al mediodía se ha celebrado la rueda de prensa del Govern, en la que la portavoz ha comunicado que el presidente Aragonès iría a la sesión inaugural de las jornadas económicas del Cercle d'Economia –a las 15.30 horas– y a una recepción posterior, pero no se quedaría a la cena de después –a las 20 horas–, que es el acto donde estará el rey. Pero ha añadido que a la cena sí que iría el vicepresidente, Jordi Puigneró. Así, el Govern consideraba que las jornadas del Cercle en conjunto son un "espacio importante para el país" y que la presencia del ejecutivo no la podía "condicionar" el que estuviera el monarca. Unos minutos más tarde, fuentes de Vicepresidencia confirmaban que Puigneró iría. "El Govern no dejará de representar a la Generalitat en actos en Catalunya de terceros donde asista el monarca español", han argumentado. Además, han defendido la importancia de estar en el encuentro vista la asistencia de empresarios y del presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in. Tema cerrado.

El giro de guion

Pero tres horas más tarde de la rueda de prensa y de la confirmación de Vicepresidencia ha llegado el giro de guion. También desde Vicepresidencia se anunciaba que Puigneró finalmente no iría a la cena y mantendría la agenda que tenía originalmente, que pasaba por asistir a la Noche de las Telecomunicaciones y la Informática como "tenía previsto y comprometido". Además, aseguraban que en ningún momento habían cerrado formalmente que Aragonès delegaría su presencia en la cena en Puigneró. El primera encontronazo entre socios estaba servido.

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Fuentes de ERC en el Govern aseguran que la delegación de Aragonès en Puigneró estaba "cerradísima" desde el lunes por la noche y la prueba, recuerdan, es que Vicepresidencia había confirmado en un primer momento la asistencia. Además, las mismas fuentes aseguran que Plaja ha comunicado a los periodistas lo que se había pactado previamente con el equipo de Puigneró. En definitiva, los republicanos consideran que el vicepresidente ha cedido a los sectores soberanistas más acérrimos que le han reprochado, por redes sociales, la decisión de ir a la cena con el monarca.

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Estas nuevas discrepancias entre socios han servido a la oposición de nueva materia prima para criticar los problemas de cohesión históricos entre los dos partidos. Por ejemplo, el líder de los socialistas en el Parlament, Salvador Illa, ha lamentado que la Generalitat ponga tantos problemas para ir a una "cena de estado" en la que estarán las máximas representaciones institucionales de Corea del Sur y España. Si los choques entre ERC y JxCat se pudieran medir como los terremotos se miden con la escalera Richter, en todo caso, el de este martes sería de magnitud baja. La consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, ha intentado quitar hierro a la polémica rebajando el asunto al hecho de que Puigneró no estaría este miércoles en la cena con el rey por una "cuestión de agenda". Finalmente, será precisamente ella la encargada de representar al Govern en este acto.

Encuentro con Puigdemont

Aparte de la jornadas del Cercle d'Economia, Aragonès también tiene otra cita en rojo en la agenda esta semana. El viernes viajará a Bélgica para reunirse con el ex presidente en el exilio, Carles Puigdemont. Será el primer encuentro desde que el republicano tomó posesión del cargo y tiene que servir para analizar juntos los retos de la legislatura. Un Aragonès que este martes ha constatado que no tendrá una legislatura plácida en el Parlament. Se ha reunido por separado con representantes de la CUP, el PSC y los comunes. Todo el mundo le extiende la mano en el Govern pero nadie le garantiza votos. Ni siquiera los cupaires, los socios principales, que han advertido al presidente que hay "gestos" que no les gustan. Para empezar, el de ir a actos con el rey.

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