Radiografía de Acciona: la constructora en el punto de mira por el caso Cerdán
La empresa controlada por la familia Entrecanales ha sido adjudicataria de 1.356 pujas en los últimos diez años
MadridCuando Ferrovial anunció que quería salir de España, Nadia Calviño, entonces ministra de Economía, cargó contra la decisión argumentando, entre otras cosas, que si la constructora de Rafael del Pino había crecido tanto era "gracias a la obra pública ya la contribución de cada uno de los españoles durante décadas". Sin embargo, Ferrovial no es la excepción. Todas las grandes constructoras españolas se han hecho mayores a la sombra de la contratación pública, incluyendo a Acciona, la multinacional fundada y controlada por la familia Entrecanales (tiene un 55,12% del capital social) y que desde esta semana vuelve a estar en el epicentro del huracán del caso Cerdán, lo que le ha costado casi un 7% del valor en bolsa en los últimos cinco días.
Pero, más allá del caso, ¿qué sabemos de la multinacional?
El conflicto por ATLL
De entrada, en Catalunya, donde el papel de Acciona en las grandes infraestructuras y obras públicas también es relevante, la multinacional acaba de cerrar, precisamente, una polémica que la perseguía desde hacía más de una década por el litigio con Agbar a raíz de la concesión en el 2012, bajo el gobierno de Artur Mas, de la empresa pública Ai historia en Catalunya y símbolo de la crisis de 2008. El gobierno de Mas impulsó la venta de ATLL a Acciona por 1.000 millones de euros, pero el Tribunal Supremo anuló la concesión y estableció que la compañía debía ser compensada. El gobierno de Pere Aragonès ya realizó un primer pago de 377 millones de euros, mientras que el de Salvador Isla ha resuelto por completo el conflicto. Este mes de enero ha cerrado un acuerdo que ha supuesto el desembolso de algo más de 100 millones de euros.
Diversificación del negocio
Acciona se dedica sobre todo al negocio de la energía renovable, el transporte y el agua y se ocupa de todas las partes de la cadena de valor: desde la construcción hasta la operación y el mantenimiento. Sin embargo, con los años ha diversificado su actividad y hoy también tiene presencia en el sector inmobiliario, financiero y de consultoría y en la gestión de servicios, desde la salud hasta la educación universitaria. Si por ejemplo nos fijamos en la facturación de 2024, de los 19.190 millones de euros facturados, la división de Infraestructuras supone 8.146 millones; Nordex, que se dedica a la construcción de aerogeneradores, 7.299 millones, mientras que Acciona Energia suma 3.089 millones. El resto, 1.468 millones, se reparte entre otras áreas.
Infraestructuras engloba construcción, agua, los servicios urbanos y las concesiones. De la cifra de negocio, un 20% procede de España. La compañía no desglosa qué cantidad de ese 20% suponen las licitaciones públicas, pero fuentes de la empresa reconocen que, aunque existen contratos privados, una amplia mayoría son públicos –el incremento de la inversión pública y la llegada de los fondos europeos han supuesto un balón de oxígeno–. Sobresalen, sobre todo, las adjudicaciones vinculadas al ministerio de transportes.
En este sentido, uno de los contratos más relevantes de 2024 fue el de la ampliación de la estación de Sants, tal y como destaca la empresa en el informe financiero del año pasado, de la mano con la empresa Copcisa y por un importe de 153 millones de euros. En los últimos diez años (hasta donde hay datos disponibles), Acciona aparece como adjudicataria sola o con otras compañías de 1.356 pujas, según datos del Portal de Contratación Pública consultados por el ARA. El mayor importe de una adjudicación son 1.621 millones de euros para la reconstrucción de los pueblos afectados por la dana en el País Valenciano, aunque las empresas implicadas son muchas.
El resto de ingresos de esta área proviene del exterior, donde destaca el peso de Oceanía, con Australia al frente, y también el otro lado del Atlántico, sobre todo Estados Unidos, que pese a las políticas arancelarias de Donald Trump y su recelo a las renovables sigue siendo un caramelo para las renovables. Acciona es una de las principales firmas de la construcción a nivel mundial y ocupa el número 15 del ranking que elabora la publicación del sector de la construcción Engineering News-Record y que tiene en cuenta los últimos datos de facturación.
Un apellido de la lista Forbes
El origen de Acciona lo encontramos en la empresa de construcción Entrecanales y Távora, fundada por el empresario vasco José Entrecanales Ibarra, el abuelo del actual presidente ejecutivo de Acciona, José Manuel Entrecanales. La compañía se fundó en 1931 y creció en el albor del franquismo. No sería hasta 1997 cuando la fusión entre Entrecanales y Távora y MZOV darían lugar a Acciona. Fue heredada por los Entrecanales hijos, y después los nietos. El apellido, de hecho, siempre aparece en la lista Forbes de las 100 mayores fortunas del Estado.
Como otras muchas empresas del Ibex 35, ha visto entrar y salir figuras políticas por sus puertas. La más destacada ha sido Pío Cabanillas Alonso, ministro portavoz del gobierno de José María Aznar (PP) entre 2000 y 2002, y que formó parte del comité de dirección de la compañía hasta 2016. Más recientemente, Carlos Espinosa de los Monteros, presidente de Ibero Rajoy (PP), fue nombrado presidente del comité de auditoría de la multinacional en 2017. Como toda multinacional, la compañía ha cultivado relaciones con todos los gobiernos en el Estado, pero también con los gobiernos autonómicos.
La implicación en el caso Cerdán
En junio el negocio de la construcción de Acciona ya se vio salpicado por un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) sobre el caso de que salpica al ex número tres del PSOE Santos Cerdán. De hecho, esto desató el cese del máximo responsable del área de construcción en España, Justo Vicente Pelegrini. Ahora, le ha vuelto a suceder. Después de cacheos en diferentes sedes, este martes vio la luz un nuevo informe de la UCO en la que se detalla una presunta existencia de un modus operandi entre la multinacional y la pyme navarra Servinabar, a través de la cual se canalizaban las presuntas comisiones de la trama Cerdán-Ábalos-Koldo.
En concreto, según la UCO, Acciona pagaba una minuta a Servinabar cuando se aliaban para ganar pujas del ministerio de Transportes durante la época de José Luis Ábalos (PSOE) –este tipo de colaboraciones entre una multinacional y una pyme, las llamadas UTE, no son excepcionales en España, aunque siempre de excepcionales en España, aunque siempre para su uso instrumental, es decir, poder asegurarse más adjudicaciones, sobre todo a escala local–. Bajo la lupa de la UCO hay cuatro grandes obras de más de 300 millones de euros, de los que un 2% habría ido a Servinabar.
En un comunicado publicado este martes por la noche, Acciona aseguraba que "en ningún caso" se pueden considerar pagos por la "facilitación por adjudicación de obra pública". La compañía habría encargado a la consultora PwC revisar sus protocolos de prevención de delitos, según ha publicado Expansión. La empresa ha declinado realizar comentarios y se remite al comunicado.