El rey Felipe VI reivindica desde Hospitalet la inmigración ante "los sectarismos"
El monarca aterriza en Cataluña para conmemorar el centenario de la concesión del título de ciudad
L'Hospitalet de LlobregatLa gestión de la inmigración está centrando la política catalana y la española, en un debate condicionado por el auge de la extrema derecha de Aliança Catalana i Vox. El rey de España también significa la suya, desde su papel institucional y de aparente árbitro que quiere ejercer después de tomar partido a lo largo del Proceso. Felipe VI ha aterrizado este lunes en Catalunya para conmemorar el centenario de la concesión del título de ciudad en Hospitalet de Llobregat, y desde ahí ha querido reivindicar las pasadas oleadas migratorias del resto del Estado en pleno franquismo, así como las más recientes procedentes de África y América Latina, arremetiendo contra el "sectarismo". Un centenar de manifestantes de la ANC y contrarios a la monarquía protestaron contra la visita, mientras que un centenar y pico de monárquicos participaron en la bienvenida y saludos controlados al milímetro.
Acompañado en todos los pasos por el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, que ha llevado una corbata de color verde caqui –empleada históricamente por los monárquicos por sus siglas en castellano de VERDE, que significa "viva el rey de España"–, el jefe del Estado ha alabado a las personas "que van" con vidas "entregadas en el trabajo" y "todas las que han ido llegando más tarde". Desde el Mercado de Florida, donde se alberga el Florida 6.0, centro de innovación, ha hecho una alabanza de "la diversidad" que se encuentra en las ciudades, que ha admitido que "no siempre es fácil de gestionar". El monarca lo considera "un espejo del tiempo que vivimos", que ve "diverso y complejo", pero ha pedido "grandes dosis de diálogo". Por ello, ha recalcado que "los apriorismos y los sectarismos son malos consejeros", para concluir que "las soluciones simples no suelen ser duraderas ni solidarias".
La intervención de Felipe VI ha tenido una breve parte en catalán, y se ha atascado en múltiples palabras, lo que contrasta con la fluidez que ha exhibido en otras ocasiones. Sí que ha recordado la concesión de su bisabuelo, el rey Alfonso XIII, que en 1925 entregó el título de ciudad por el gran crecimiento que experimentaba la entonces villa. Alfonso XIII es recordado por este gesto, pero también por su apuesta por el dictador Miguel Primo de Rivera y por haber huido con la cola entre las piernas por la proclamación de la República en 1931. En la fecha de la concesión de ciudad, L'Hospitalet ya rozaba los 30.000 habitantes, espoleados por la llegada de los murcianos y los murcianos. de 1920 o casi 5.000 de 1900. Hoy en día hay 280.000 habitantes, de los cuales un tercio son nacidos en el extranjero.
Del "viva el rey" al "Catalunya no tiene rey"
El alcalde de la ciudad, David Quirós, también fue el encargado de la recepción, con la presencia de los predecesores, Núria Marín y Celestino Corbacho. Quirós, con corbata roja y calzado deportivo, ha sido el anfitrión, pero el protagonista ha sido un rey que ha dejado a Isla en segundo plano. Los monárquicos querían saludar al rey, no al presidente. Entre los invitados al discurso y cóctel final también se ha podido ver al presidente de Pimec, Antoni Cañete, y al jugador del Espanyol Omar El Hilali, hospitalense de origen marroquí.
El grito de los antimonárquicos de "Catalunya no tiene rey" contrastaba con una normalidad institucional que Isla ha querido impregnar desde el primer minuto de la legislatura. Sin embargo, esto no ha impedido que hubiera mala marejada entre los concentrados y la policía. La casa real no pudo evitar la tensión exterior que vio en todas las visitas a Catalunya, aunque con un declive pronunciado respecto a la etapa del Proceso. Este año Hospitalet ha sido visitada dos veces por la gracia del rey.