Ribó pide por carta al Parlament que se lo releve ya del cargo de Síndic

Lleva dos años con el mandato caducado pero la falta de consenso paraliza su relevo

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Comparecencia del síndico de agravios, Rafael Ribó.

La falta de consenso en el Parlament entre los partidos políticos no solo paraliza la investidura de Pere Aragonès como próximo president de la Generalitat. También afecta a un buen número de cargos institucionales de Catalunya que son designados por la cámara catalana y que esperan que haya un acuerdo político que confirme nombramientos y relevos pendientes. Es el caso del Síndico de Greuges, Rafael Ribó, que hace más de dos años que tendría que haber sido relevado pero que, como los partidos no se ponen de acuerdo con quién tiene que ser su sustituto, sigue ejerciendo su cargo en funciones. Este martes Ribó ha movido ficha y ha pedido por carta al Parlament que se acabe su situación de interinidad y le encuentren ya un sustituto.

La carta se ha tomado en consideración en la reunión de la mesa del Parlament de este martes, han explicado fuentes parlamentarias al ARA. En el escrito, Ribó manifiesta "la necesidad de renovar al titular" de su institución. No se puede decir que los grupos no estuvieran enterados de la situación, puesto que la semana pasada el propio Síndic compareció ante el pleno –por otro asunto– y volvió a recordar su situación de interinidad: "Todo depende de ustedes", dijo a los grupos. Ribó tomó posesión del cargo en 2004, lo renovó en 2010 y su mandato finalizó el 1 de marzo de 2019. Esto significa que ya lleva más de dos años en situación de interinidad y ejerciendo en funciones.

El problema no es que falten ganas para cambiarlo. Por ejemplo, el PSC, Cs y el PP han pedido su dimisión en reiteradas ocasiones acusando a Ribó de hacer de Síndic "de parte" y estar demasiado a menudo junto a las demandas soberanistas. Pero la dificultad para sustituirlo es que se necesita una mayoría cualificada de tres quintas partes del pleno –81 diputados–, un consenso difícil de ver en los últimos años en la cámara. Para resumirlo, ni los partidos independentistas ni los constitucionalistas tienen por sí mismos el suficiente poder como para decidir el cambio. Y la falta de transversalidad en las mayorías lo paraliza todo. Los comuns han hablado este mismo martes de la situación recordando que en la legislatura pasada los grupos propusieron nombres e hicieron un intento para encontrar uno, pero nunca llegaron a un acuerdo. "No encontramos a una persona de consenso", ha admitido la líder de este grupo en el Parlament, Jéssica Albiach.

No es una excepción

La situación del Síndic no es excepcional. Hay otros organismos cuya dirección también tiene el mandato caducado –como mínimo parcialmente en algunos de sus miembros– y la falta de acuerdo de los partidos hace que nada cambie. Es el caso, por ejemplo, de la dirección de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals, el Consell de Garanties Estatutàries o la Sindicatura de Comptes de Catalunya. En marzo de 2019 el entonces presidente del Parlament, Roger Torrent, hizo un intento de reclamar a los grupos que pusieran manos a la obra en todas estas carpetas abiertas y, a pesar de algunas conversaciones, no se avanzó en ninguna.

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