ERC

Rovira, Aragonès y Maragall abrazan la candidatura rival de Junqueras

La lista de Xavier Godàs reivindica el "legado" de Rovira y clama contra el personalismo y las purgas

BarcelonaNova Esquerra Nacional presentaba este sábado su candidatura a Barcelona y el objetivo de la convocatoria era claro: hacer una exhibición de fuerza con militantes de todos los Països Catalans para convencer a la militancia de que el ticket de Xavier Godàs y Alba Camps tiene opciones de batir a Oriol Junqueras en el congreso del 30 de noviembre. No era un secreto que ésta es la lista que cuenta con el favor del expresidente Pere Aragonès, la secretaria general, Marta Rovira, y el exlíder de ERC en Barcelona, ​​Ernest Maragall, los tres enfrentados directamente con Junqueras en la guerra interna de la formación. Pero este sábado, día mayor de la candidatura, lo han hecho explícito. Los tres estaban entre las filas del público del acto en el Instituto Nacional de Educación Física de Catalunya, y los tres han recibido los elogios de los miembros de la candidatura desde el escenario.

Pocos días después de que Rovira pasara cuentas con Junqueras por el 1-O y la gestión de la estructura B del partido, Camps incluso ha reivindicado el "legado" de la dirigente republicana. "Habrá gente quien dirá: ¿veis como sí son roviristas? Y lo peor es que pensarán que lo dicen como algo negativo...", ha dicho. Nueva Izquierda Nacional primero intentó desvincularse de Rovira para presentarse como una candidatura renovadora, y rechazaban identificarse como roviristas o como junqueristas. De hecho, Godàs llegó a explicar que, antes de dar el paso para disputar el liderazgo de ERC, nunca conocía ni había hablado con la secretaria general, con la que no se había mostrado en público hasta ahora. Ahora la candidatura también es la apuesta de la vieja guardia de ERC para apartar a Junqueras de la dirección y Godàs ha vuelto a hacer gala este sábado.

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Alternativa al "individualismo"

Ante un público de 800 personas, según la organización, los dirigentes de Nova Esquerra Nacional se han presentado como la alternativa al "individualismo" de Junqueras –sin mencionarlo– que buscará recosir un partido dividido e inmerso en una pugna agravada por el caso de los carteles y de la estructura B. El mensaje es que en Esquerra no sobra nadie, pese a los puñales que sobrevuelan desde hace días los actos de las cuatro candidaturas en el congreso. "¡No nos quedaremos en el sofá viendo cómo unos purgan y despurgan!", clamó Teresa Jordà, candidata a la vicepresidencia del partido.

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Nueva Izquierda Nacional se ha hecho suyo el mensaje que Rovira repite desde que anunció que daría un paso al lado, después de que también lo hiciera Aragonés –ambos firmaron el manifiesto que pedía a Junqueras que plegara–: que hace falta una renovación en el partido que es incompatible con que Junqueras continúe al frente. "Esto nunca puede ir de una sola persona", ha subrayado Camps. De forma menos directa, Raquel Sans ha reivindicado que nuevos líderes sin "mochila" tomen las riendas del partido para abrir un nuevo ciclo político tras los batacazos que han encadenado los republicanos –la última, el 12-M, cuando perdieron 13 diputados y el Gobierno de la Generalidad.

La relación con el PSC

El apoyo explícito de Maragall a Nueva Izquierda Nacional llega la semana en que se ha cebado la disputa interna en el partido con acusaciones cruzadas sobre quien tenía conocimiento y quién no de la estructura B, la responsable de los carteles, pero también sobre la polémica con ERC de Barcelona por el preacuerdo de gobierno con Jaume Collboni. Maragall había acusado a Junqueras de maniobrar a sus espaldas para cerrar un preacuerdo de gobierno con el alcalde del PSC con la ayuda de su ahora número 2, la concejala Elisenda Alamany. En el turno de intervenciones de los militantes durante el acto, se oyeron voces muy contrarias a entrar en el gobierno municipal. Además, Godàs ha buscado la complicidad de la militancia de base y ha marcado distancia con los socialistas recordando que él se afilió a las juventudes republicanas con tan sólo 14 años -a los 90 dejó el partido, pero volvió ya como a alcalde de Vilassar de Dalt hace diez años-. "Si conviene, aquí y allá haremos caer gobiernos", ha dicho, remarcando el condicional. Según Godàs, en Nova Esquerra Nacional hay tanto personas que votaron a favor del pacto para investir a Salvador Illa como en contra, pero todas están de acuerdo en que ERC debe presionar para que el PSC cumpla.