Sánchez admite su malestar con los candidatos del PP al Constitucional

MadridEl goteo de informaciones sobre la trayectoria de Enrique Arnaldo, el candidato del PP al Tribunal Constitucional (TC), ha acabado llevando a Pedro Sánchez a hacer explícito su malestar con la propuesta. Una manera de expresar al militante y votante del PSOE que el partido no tiene más remedio que votarlo con objeto de desbloquear las instituciones del Estado, pero dejando claro que su idoneidad para el cargo no es tal. "No me gustan algunos de los candidatos que ha propuesto el PP para algunas instituciones tan importantes como el TC. Pero el deber del gobierno, y agradezco la responsabilidad del PSOE y Unidas Podemos, es salvar el acuerdo para renovar los órganos constitucionales", ha manifestado el presidente del gobierno español desde la tribuna del Congreso.

El diputado vasco del PSOE Odón Elorza fue el primero que puso en entredicho la candidatura de Arnaldo cuando compareció la semana pasada en la comisión de nombramientos. Algunos medios habían señalado, entre otras cosas, que estuvo imputado en el caso Palma Arena –no fue a juicio– y que había compatibilizado su cargo como letrado del Congreso con asesoramientos privados al gobierno balear de Jaume Matas (PP), con lo cual incumplía el estatuto de la cámara baja. "Su candidatura genera desconfianza a la hora de garantizar la independencia y la imparcialidad", dijo, contundente, Elorza.

Un examen exhaustivo al currículum de Arnaldo que ha tenido consecuencias para el diputado socialista: este jueves no será Elorza quien intervenga en nombre del PSOE en el debate y votación definitiva de los cuatro candidatos al TC. "Muchos votaremos con una pinza en la nariz", reiteró martes en una entrevista a la Cadena SER. Y si los socialistas se tragan un sapo, Unidas Podemos un "cocodrilo", ha apuntado el portavoz de ERC, Gabriel Rufián. El presidente del grupo lila, Jaume Asens, ha destacado la falta de "ejemplaridad" de Arnaldo, y la líder de Unidas Podemos en el ejecutivo, Yolanda Díaz, ha acusado al PP de "poner en riesgo la independencia" de los órganos constitucionales con sus designaciones. 

El hecho de que las dos fuerzas de la coalición asumieran un candidato con esta mochila había puesto el foco sobre ellos, y en las últimas horas han querido subrayar que es responsabilidad del PP que Arnaldo, así como Concepción Espejel, que tuvo que ser apartada del caso Gürtel por su proximidad al PP, se vuelvan nuevos miembros del TC. Especialmente, porque la formación de Pablo Casado sigue bloqueando la renovación del Consejo General del Poder Judicial con la excusa que hace falta un sistema de elección que evite la politización del órgano. Es el mismo modelo, sin embargo, que ha permitido desencallar la situación del TC y el Tribunal de Cuentas. 

Las formaciones que han quedado al margen expresarán este jueves su oposición de varias maneras, pero algunas se están organizando para no participar en la votación –es telemática y secreta– y abandonar el hemiciclo cuando arranque el debate. ERC, EH Bildu y el BNG se marcharán y comparecerán ante los medios para denunciar el reparto de cargos entre los partidos del bipartidismo –más Unidas Podemos–, mientras que Junts, el PDECat y la CUP todavía se están pensando si optan por no votar pero sí intervenir en el debate.

Primer trámite en el Senado

En paralelo al trámite del Congreso, este miércoles han comparecido en la comisión de nombramientos del Senado los seis candidatos al Tribunal de Cuentas escogidos por la cámara alta. Entre ellos, el profesor de derecho administrativo de la Universitat de Barcelona Joan Mauri, que se ha marcado como objetivo mejorar las “garantías” en los procesos de enjuiciamiento, después de que Junts denunciara el caso de la acción exterior de la Generalitat. Quien no ha comparecido es Llum Rodríguez, inicialmente propuesta por el PSC, pero que ha sido sustituida. Su cargo en el organismo de gestión tributaria de la Diputación de Barcelona que todavía ejerce es incompatible con el nombramiento.