Sánchez cambiará la elección de los jueces del Supremo si el PP no renueva al Poder Judicial en quince días
El presidente español espera que retirando "el incentivo perverso" de hacer nombramientos conseguirá la renovación del CGPJ
MadridPedro Sánchez reformará el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) si no puede acordar su renovación con el PP este junio. "El día de la marmota ha terminado", ha anunciado el presidente español en una entrevista en TVE este martes. ¿Qué significa esto? El jefe del ejecutivo del Estado no se ha comprometido a sustituir a los vocales, sino a retirar al CGPJ la potestad de nombrar magistrados del Tribunal Supremo, presidentes de Tribunales Superiores de Justicia autonómicos y presidentes de Audiencias Provinciales. Según Sánchez, éste es "el incentivo perverso" del PP para mantener el control del CGPJ y, por tanto, cree que si despoja al organismo de esta función, tal y como también había planteado su actual presidente interino, Vicente Guilarte, los conservadores ya no tendrán motivos para bloquear la renovación.
El negociador del gobierno español, el ministro Félix Bolaños, ya se ha puesto en contacto con el del PP, el vicesecretario Esteban Gónzález Pons, para plantearle un encuentro este viernes. Fuentes de Génova lo consideran un "chantaje" y han denunciado ante la Comisión Europea ese "intento de desestabilizar la negociación". Antes de las elecciones europeas se abrió una negociación con mediación de la Comisión Europea que no llegó a buen puerto y, una vez superado el 9-J y después de más de 2.000 días de mandato agotado en el CGPJ, el gobierno español se ha decidido a actuar. González Pons ha pedido a la vicepresidenta de la Comisión Europea, Vera Jourová, "un encuentro a tres con carácter urgente". También se ha pronunciado la Asociación Profesional de la Magistratura, la asociación de jueces mayoritaria y conservadora, ha calificado de "inaceptable" y "auténtico atropello constitucional" la propuesta de Sánchez. "Con precipitación, amenaza nuevas formas de injerencia y conculcar una separación de poderes que es la base de nuestra democracia".
Sin embargo, el presidente español no ha concretado cuál sería la nueva fórmula con la que se elegirían los jueces por mucho que Sánchez ha avanzado que buscará nuevos mecanismos para acabar con el atrincheramiento que se vive en el CGPJ. En el acuerdo de gobierno entre el PSOE y Sumar se pactó que se "garantiría" la renovación del CGPJ y varias fuentes consultadas por el ARA ya confirmaron durante las negociaciones de la investidura de Sánchez que se había abordado esta cuestión con Izquierda y Juntos. Los aliados del PSOE en el Congreso llevan tiempo pidiendo un plan B y, de hecho, Podemos registró una propuesta hace unas semanas. La propuesta de los socios de investidura es la rebaja de mayorías para escoger a los vocales, que no gustó en Bruselas, y los socialistas de momento no se llevan e insisten en una vía indirecta para forzar al PP a la renovación. Sin embargo, la dirección del partido conservador mantiene que para renovar el CGPJ es necesaria una reforma legal para que la elección de los vocales de procedencia judicial no la hagan el Congreso y el Senado, sino que los escojan los propios jueces.
Paquete de "calidad democrática" en julio
Este movimiento en el ámbito judicial es complementario", ha dicho Sánchez, a las medidas de "regeneración democrática" que el presidente español prometió después de los cinco días de reflexión. "Me propuse presentar un paquete de calidad democrática antes de que terminara "verano, y lo presentaré ante las Cortes españolas", ha anunciado este miércoles durante la sesión de control al gobierno español en el Congreso. Posteriormente ha concretado que será en julio. Cuando abrió la puerta a dimitir a raíz de la investigación judicial de su mujer, Begoña Gómez, ya aseguró que era necesario abrir un debate sobre la crispación en los debates en la cámara baja, sobre el papel de los pseudomedios que difunden fake news y para un lavado de imagen en la justicia española. Es decir, sobre lo que llama la "máquina del barro" y que ha asegurado "tiene su sede social en la Comunidad de Madrid". ¿Por qué? Sánchez ha recordado que Miguel Ángel Rodríguez (MAR), jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso, ha ido avanzando a través de X con días de antelación algunas decisiones judiciales que se producirían: la imputación de Gómez, la investigación en el hermano de Sánchez y que sacaría adelante "una denuncia contra el fiscal general del Estado". Tras estas declaraciones, MAR ha publicado que lo que saldrá sobre estos dos casos "es muy escandaloso". "Pero no gobierna la derecha...Felicidades, barro...", ironizó.
En este contexto, Sánchez ha recuperado su compromiso una vez culminado el ciclo electoral de los últimos meses, con el punto final del 9-J, que ha permitido a Alberto Núñez Feijóo salvar el cuello al PP. "Se le hará largo", le auguró el líder del PSOE a su homólogo del PP durante la sesión de control en el Congreso de los Diputados. Sánchez descartó de nuevo un adelanto electoral, aunque Feijóo insistió en que "no da más de sí" enumerando algunos motivos: "la manipulación fraudulenta del CIS", los ataques a la justicia, la investigación judicial a su hermano y una "vicepresidenta que ha dimitido un poco", en referencia a Yolanda Díaz. Feijóo también le ha recriminado que dilatara la publicación de la amnistía hasta después de las elecciones europeas porque "sabía que su aplicación no sería coser y cantar y lo ocultó".
Reproches cruzados por Puigdemont
De momento el PSC se ha quedado sin la mayoría en la mesa, algo que Sánchez ha recriminado con la boca pequeña en ERC. El portavoz republicano en el Congreso, Gabriel Rufián, había alertado de la posibilidad de que en un futuro se produzcan pactos entre el PP y Junts, y el presidente español le ha hecho saber que estos avisos son "contradictorios" con que hayan entregado la presidencia del Parlamento a Josep Rull. El fantasma de los pactos con Carles Puigdemont ha sobrevolado la sesión de control: Feijóo ha criticado a Sánchez por haberle "regalado" la mesa de la cámara catalana en Junts –Illa podría haber pactado con la derecha y no lo hizo– y el líder del PSOE le ha recriminado que flirtee con una moción de censura con Puigdemont.