Sánchez exige al PP que rompa con Vox en todas partes si quiere la abstención en Castilla y León

Mañueco apuesta por un gobierno en solitario y Ayuso avala un pacto con la extrema derecha

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El presidente español, Pedro Sánchez, durante la sesión de control al Senado

MadridPedro Sánchez pone condiciones al PP si quiere la abstención del PSOE en Castilla y León: que rompa todos los pactos con Vox. El ganador de las elecciones no ha pedido directamente a los socialistas la abstención para evitar la entrada de la extrema derecha en el gobierno, pero sí que ha apostado por un ejecutivo en solitario que, con los números en la mano, necesita que algún partido avale. Vox ya ha manifestado que quiere la coalición y los socialistas se han negado de entrada a dar sus votos gratuitamente con el único pretexto de evitar que la formación ultra integre el gobierno. Considera que es Alfonso Fernández Mañueco el responsable de haber llegado a esta situación y no el PSOE. Ahora bien, si el PP está dispuesto a renegar de sus pactos con Vox y deshacerlos, "nos podemos entender", ha asegurado el presidente del gobierno español desde el Senado.

"Si dicen que la extrema derecha es un peligro para la democracia, quizás nos podamos entender. Si explican que hay que poner un cordón sanitario a quien pone en cuestión los derechos y libertades de las mujeres y del colectivo LGTBI, quizás nos podamos entender. Pero hagan una cosa previa: aquellos que pactan con la ultraderecha en Madrid y fuera de Madrid, que rompan los acuerdos con la ultraderecha", ha afirmado Sánchez durante la sesión de control en la cámara alta, después de que el portavoz del PP, Javier Maroto, le haya preguntado si el PSOE está dispuesto a facilitar la investidura de Mañueco. De hecho, el dirigente conservador se ha mostrado convencido de que el más interesado en que el PP gobierne con Vox en Castilla y León es el propio Sánchez. 

El PP resolvió en 2019 el dilema –si es que alguna vez lo llegó a ser– sobre si pactar o no con la extrema derecha. Dos años más tarde, ha normalizado este apoyo. En Madrid, en Murcia, y ya lo había hecho Andalucía en 2018, los populares llegaron a un pacto de gobierno con Ciudadanos con el apoyo de Vox desde fuera. El partido de Santiago Abascal no había pedido entrar en un gobierno del PP, pero ahora los números y la situación son diferentes.

Este martes Mañueco ha intervenido ante la junta directiva autonómica del PP de Castilla y León y ha defendido un "gobierno fuerte y estable", pero que esté formado únicamente por consejeros del PP. "No necesariamente tiene que ser de coalición", ha afirmado. El presidente en funciones ha asegurado que no pondrá líneas rojas en el diálogo que empezará con el PSOE, la segunda fuerza más votada, y que continuará con Vox, la tercera. Ahora bien, sí que ha avisado que no cederá en cuestiones como la igualdad entre hombres y mujeres, el estado de las autonomías o la integración de España en la Unión Europea. Este lunes el aspirante de la extrema derecha, Juan García-Gallardo, reclamó la derogación de la ley autonómica de igualdad y el decreto de memoria histórica.

Los 'barones' del PP se mojan

Mañueco ha recibido el apoyo de algunos barones del PP, como el presidente de Murcia, Fernando López Miras, que ha defendido un gobierno en solitario del PP. También lo hizo este lunes el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que puso al pelota en el tejado del PSOE preguntándole si se abstendría en beneficio del "estabilidad". En cambio, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, sin mencionar a Vox, ha recetado a Mañueco que no se acompleje ante lo que pueda decir la izquierda por pactar con la extrema derecha.

"Que no nos importe lo que opine la izquierda de nuestros pactos", ha afirmado esta mañana en un almuerzo informativo en Madrid. Ayuso ha apostado por un acuerdo que haga frente al "proyecto totalitario" del gobierno español y horas más tarde, antes de entrar en el comité ejecutivo que el PP celebra esta tarde en la sede de Génova, ha sido todavía más explícita: "En caso de pactos, preferiría pactar con aquellos que están en contra de los que secuestran a Ortega Lara. Con el sanchismo no pactaría".

Ayuso reaviva el pulso por el liderazgo del PP de Madrid

Después de unas semanas de tregua, en las que el PP se autoimpuso unidad para no autodesgastarse en la campaña de las elecciones de Castilla y León, la batalla por el liderazgo del PP de Madrid ha reavivado. Ni 24 horas después de los comicios, el portavoz del gobierno madrileño, Enrique Ossorio, apostó por convocar cuanto antes posible el congreso de los populares madrileños para empezar a preparar las próximas elecciones autonómicas y municipales. Y este martes, la misma presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha subscrito las palabras de Ossorio. A pesar de asegurar que no "presiona" a la dirección estatal para que adelante el congreso, sí que ha pedido que "no se siga retrasando". "No es nada en contra, sino a favor del PP", ha remachado. Desde Génova, intentan no alimentar la polémica otra vez y este lunes el secretario general del partido, Teodoro García Egea, pidió no hablar de "cuestiones internas de los partidos que no interesan a nadie".

 

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