Sánchez sortea la amnistía antes del 1-O y la visita a Felipe VI
Feijóo cree que la autodeterminación es un "anzuelo" para que no se hable del olvido judicial del Procés
Madrid / BarcelonaPedro Sánchez visitará a Felipe VI en la Zarzuela el martes 3 de octubre, seis años después de ese discurso contra el referéndum. Y este domingo es 1 de octubre. El líder del PSOE, consciente de la importancia de los tiempos en política, ha sorteado este sábado la amnistía en su primera aparición tras consumarse el fracaso de Alberto Núñez Feijóo en la investidura. Ha sido en un acto en La Rinconada, en Sevilla, y toda referencia implícita en Catalunya ha sido afirmar que hoy en España "hay más concordia gracias al diálogo", y que seguro habrá "cuatro años más de convivencia".
Con mirada española, cualquier insinuación sobre el olvido judicial del Procés que negocia el PSOE con el independentismo habría sido seguramente inoportuna en esa fecha. Sin embargo, hace ya semanas que Sánchez ha abierto la puerta a la amnistía y ha indicado que la desjudicialización es el camino. Incluso, el presidente en funciones ha llegado a decir que el Procés no debería haber terminado en los tribunales. Exactamente seis años después de ese aval a la violencia policial del 1-O, el rey encargará la investidura a un candidato dispuesto a amnistiar a los responsables de ese episodio.
Sea por los caprichos del calendario o porque no proclamará a los cuatro vientos sus intenciones hasta que no haya un acuerdo cerrado, este sábado Sánchez no ha hecho ninguna referencia a las negociaciones ni a sus potenciales socios. Desde Catalunya sí se ha referido al líder del PSC, Salvador Illa, quien en la apertura del congreso nacional del partido ha pedido "altura de miras" a las formaciones independentistas para hacer posible un nuevo "gobierno progresista" y ha proclamado que "se acabó tirar por el derecho", en alusión en octubre de 2017.
Desde Andalucía, Sánchez aseguró que él sí intentará una "investidura real y no postiza". Lo ha diferenciado así del "teatraído" de Feijóo, al que ha acusado de "retorcer el mandato del jefe del Estado para atrincherarse como líder del PP". Por contra, Sánchez ha trasladado que solicitará la confianza del Congreso para seguir aplicando medidas de ámbito económico y sociales. Entre otros, ha recuperado promesas de campaña como que el salario mínimo será el 60% del salario medio cada año, la incorporación de 5.000 millones de euros en la hucha de las pensiones cada año y una ley de paridad.
El destensionamiento de Catalunya es también una reivindicación a la que, este sábado, Sánchez ha preferido no poner el acento. La número 2 del PSOE, María Jesús Montero, ha hecho una referencia a "unir los puentes que se rompieron", pero ha quedado claro que el gobierno español ha querido poner en el centro medidas sectoriales después de una semana en la que el PP ha intentado realizar un retrato que lo único que llevará un gobierno de Sánchez es una amnistía y un referéndum de independencia.
Feijóo ha insistido este sábado en una conferencia en el foro La Toja que se celebra en Galicia, donde ha admitido que le hubiera gustado que fuera su primer acto como presidente del gobierno español. Pese al relato apocalíptico y después de una semana blandiendo el espantajo de un referendo que rompería España, el líder del PP se mostró convencido de que la autodeterminación "no está sobre la mesa" de las negociaciones entre el PSOE, Junts y ERC. "Es el anzuelo para concluir que "hemos conseguido decir no al referéndum y decir sí a algo más sensato que es la amnistía"", ha expresado. No obstante, para Feijóo no hay una brizna de sensatez en este planteamiento y consideró "ilegítimo que alguien condone responsabilidades para lucrarse de manera personal, que es obtener la presidencia del país".
Page quiere que el TC suspenda la amnistía
El rechazo a la amnistía también existe en las filas del PSOE y este sábado le ha vuelto a expresar el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Desde el foro de La Toja, ha anotado incluso que el Tribunal Constitucional debería suspenderlo de forma cautelar antes de producir efectos mientras estudia su constitucionalidad para evitar situaciones como un retorno libre de Carles Puigdemont. "Verle entrando y presentándose a unas elecciones y que después haya una sentencia en contra sería absolutamente inconmensurable", soltó Page.
