Los secretos oficiales siguen guardados en un cajón

BarcelonaCuando a finales de junio el Congreso daba vía libre a tramitar la reforma de la ley sobre secretos oficiales, nacía una brizna de esperanza para los historiadores que hace tiempo que chocan con el muro de los documentos clasificados para investigar episodios oscuros como el 23-F. Era la cuarta vez que se intentaba abrir el melón para modificar esta ley franquista y la cuarta vez que ha quedado parada. Medio año después, la normativa sigue estancada en el trámite de enmiendas porque se ha ido ampliando el plazo semana tras semana. Una maniobra que los impulsores de la reforma, el PNV, temen que sirva para que la norma vuelva a quedar guardada en un cajón.

España es uno de los únicos países europeos que no tiene un tope temporal para desclasificar documentación reservada o secreta. En la reforma que propone el PNV se establece por primera vez un plazo para acceder a estos documentos. En concreto, los nacionalistas vascos apuestan por un mínimo de 25 años para desclasificar las materias que hayan sido catalogadas como secretas -con una prórroga de 10 años si así lo decide el consejo de ministros- y de 10 años para los documentos reservados. Además, también propone que la potestad de clasificar documentos sea solo del consejo de ministros y que quede fuera la junta del estado mayor. “Queremos que el modelo de secretos oficiales se acerque al de los países de nuestro entorno, que tienen plazos en función de la sensibilidad de la información”, explica al ARA el diputado del PNV Mikel Legarda.

Ahora bien, el parlamentario denuncia que chocan con una pared, ya sea del PP o del PSOE, cada vez que intentan abrir este debate. Los populares dilataron al máximo el plazo de enmiendas durante el último mandato de Mariano Rajoy. El año 2016, el Congreso tardó más de un año en cerrar este periodo, y cuando fue el momento de constituir la ponencia conjunta la mesa dejó pasar los meses hasta que se convocaron las elecciones del 28-A.

Pero con el gobierno de coalición tampoco ha mejorado la situación. Semana tras semana, el PP ha vuelto a pedir ampliar el periodo de enmiendas. Pero no ha sido el único. Las últimas veces también lo han hecho el PSOE y Unidas Podemos. Según fuentes de los morados, los dos grupos están estudiando si presentar enmiendas de forma conjunta o separada y en qué sentido lo hacen. Hace tres años, las enmiendas que presentaron los socialistas proponían introducir un periodo de transición de 10 años en la desclasificación de documentos que ya hacía 25 años que estaban clasificados como secretos. Documentos sobre los GAL o el 23-F, para poner dos ejemplos, no se habrían podido abrir todavía.

Conversaciones con el PNV

“El gobierno del PSOE no ha querido entrar en debatir un modelo de plazos”, denuncia Legarda. En el plan anual normativo que el ejecutivo español presentó en septiembre, el ministerio de Defensa se comprometía a presentar una nueva ley de secretos oficiales antes de acabar el año. Con el 2021 empezado, la nueva normativa no ha llegado y, consultado por el ARA, el ministerio no especifica cuándo prevé sacarla adelante y se limita a decir que no es una cuestión que dependa solo de Defensa.

Desde el PNV explican que en las últimas semanas han mantenido algunos encuentros con el ministerio, pero que no han servido para aclarar qué hará el gobierno: si presentará un proyecto de ley en solitario o usará la modificación que propone el PNV. “La conclusión de la actitud del PSOE es que quiere dejar las cosas tal como estaban en el franquismo”, dice Legarda. De momento, el periodo de enmiendas se volvió a ampliar hasta el 3 de febrero.