Societat Civil Catalana acusa el distanciamiento con la Moncloa
BarcelonaSocietat Civil Catalana (SCC) ha recuperado un cierto protagonismo después de un periodo en que ha mantenido un perfil bajo. La pandemia y el desinterés de parte del unionismo -la independencia ya “no da tanto miedo”, recuerda una voz-, son dos causas de la bajada de actividad de la entidad que el 8 de octubre de 2017 organizó la concentración unionista más multitudinaria desde el comienzo del Procés. Hay, además, una tercera razón que no se le escapa a nadie: el cambio de color político en la Moncloa. Los movimientos de SCC solían ir compasados con el ejecutivo de Mariano Rajoy, y la entidad ha intentado hacer equilibrios para mantener esta sintonía también con el gobierno de Pedro Sánchez. Pero la frialdad del ejecutivo socialista hacia la organización presidida por Fernando Sánchez Costa -que se queja de que la Moncloa no lo haya recibido todavía- han acabado llevando a SCC a concentrarse dos veces en una semana a las puertas de la delegación del gobierno español en Barcelona contra los indultos a los presos políticos.
“Al gobierno español no le interesa SCC”. Es una frase repetida por numerosas fuentes de la entidad. Otros lo matizan: “El PSOE nos quiere, pero nos quiere pequeños”. Mientras que voces de la órbita socialista de la entidad discrepan: “La relación es buena. Es una cuestión coyuntural”. El acercamiento de Sánchez a ERC ha implicado un alejamiento de SCC, que además ha pasado por una crisis económica importante: el año pasado se vio forzada al ERTE y a abandonar su sede.
Voces consultadas señalan que esta frialdad también tiene un impacto indirecto sobre los recursos económicos de la entidad, que en 2017 tenía un presupuesto de más de un millón de euros: en la actualidad es de 300.000. “La financiación de SCC es privada, pero el gobierno español puede aportar contactos, conexiones, y esto se nota”, recuerda una voz. “Lo que no puede ser es que tú no des nada y exijas”, asegura otra fuente, en referencia a los equilibrios que la entidad tiene que hacer para mantener cohesionada la junta directiva, como por ejemplo no asistir a la concentración de la plaza de Colón de Madrid este domingo, a pesar de permitir a sus miembros estar ahí a título individual.
El hecho que la manifestación de martes ante la delegación del gobierno se hiciera en nombre de “Mesa Cívica” y no de SCC también responde, según varias voces, a esta voluntad de no acabar de romper puentes del todo con los socialistas. “No queremos ser líderes en la calle en contra del gobierno español”, advierte una fuente, que aún así lamenta: “El gobierno catalán no nos tiene en cuenta, y el otro está pendiente de pactar con independentistas”.