El Supremo propone juzgar a Ábalos, Koldo y Aldama por los contratos de mascarillas
El instructor ve indicios suficientes de cohecho, organización criminal, tráfico de influencias y malversación
Madrid / BarcelonaJosé Luis Ábalos, Koldo García y Víctor de Aldama quedan al borde del juicio por una de las ramas de la investigación en el Tribunal Supremo. El instructor del caso, Leopoldo Puente, ha propuesto juzgarles por cohecho, organización criminal, tráfico de influencias y malversación. En un auto de este lunes, el magistrado toma esta decisión sobre la pieza inicial de la trama de presunta corrupción, relacionada con los contratos de mascarillas durante la pandemia. Puente pone punto final a la instrucción sobre las supuestas comisiones irregulares obtenidas a través de Aldama por parte del exministro de Transportes y su exasesor mientras queda viva la parte de la investigación que afecta al ex número tres del partido Santos Cerdán y los contratos de obra pública.
El magistrado da ahora diez días a las partes para que soliciten o bien que se abra juicio oral, o el archivo de la causa, o la práctica de diligencias complementarias. La decisión de Puente llega pocos días después que planteara a la Audiencia Nacional abrir otra derivada del caso relacionada con la financiación del PSOE ante las sospechas de que ha generado el pago de liquidaciones de gastos en efectivo a Ábalos y Koldo por parte del partido. A petición del magistrado, la Audiencia Nacional valorará si existen elementos suficientes para investigar sus cuentas.
En cuanto a las adjudicaciones de contratos de mascarillas por el que Puente procesa a los tres investigados, según el auto, hay "muchos indicios consistentes" de que Aldama hizo entregas de "sucesivas" de dinero a Ábalos y Koldo "con el propósito de que se efectuaran actos contrarios a los deberes inherentes a sus respectivos cargos públicos". "Igualmente robustos son, naturalmente, los indicios de que éstos recibieron dichas retribuciones económicas en ejecución del proyecto delictivo que a todos les unía y como contraprestación a estas conductas desleales", dice Puente.
La trama operaba a partir de un reparto de roles entre los tres procesados, según el juez. Ábalos distribuía las contrataciones entre entes vinculados a Transportes que se encontraban en una buena situación de "liquidez financiera", como Puertos del Estado —que compró ocho millones de mascarillas— o Adif —que compró cinco—. Fuera del ministerio, Aldama era el encargado de localizar a empresas o particulares dispuestos "a satisfacer los pagos correspondientes para contactar o contratar con la administración", y de repartir los beneficios.
Por su parte, Koldo García se aprovechaba de la condición de asesor del ministro y "la confianza absoluta de éste" para realizar las gestiones entre bambalinas; la entrada de Ábalos en escena se reservaba para los momentos en los que su firma o su directa influencia eran "indispensables", por su papel dentro del gobierno español. Ante todo ello, el juez concluye que es "enteramente descartable" que el ex secretario de organización del PSOE (y todavía diputado en el Congreso) no estuviera al caso de la conjura.
El contrato de Puertos
El instructor pone como ejemplo lo ocurrido con la orden ministerial que Ábalos firmó el 20 de marzo de 2020, justo al inicio de la pandemia, para que Puertos del Estado comprara material sanitario. Inicialmente el encargo debía ser de cuatro millones de mascarillas pero, media hora más tarde, y "por imposición de Aldama", esta cantidad se duplicó. Precisamente, a Aldama se le intervino una hoja de Excel que recogía los gastos de la operación y en la que había 2 millones que correspondían a El Gran. El juez cree que esa anotación hace referencia al dinero que Ábalos quería cobrar por la operación corrupta. Koldo habría pedido embolsarse medio millón, una cantidad que en Excel salía bajo la rúbrica "Gobblins casa".
De esta manera, Aldama habría presuntamente pagado 10.000 euros mensuales a Koldo desde octubre de 2019 hasta al menos en 2021. Si el empresario no tenía efectivo, los pagos se producían en República Dominicana. De hecho, la investigación ha acreditado que el hermano de Koldo García, Joseba García, viajó al menos dos veces a ese país para recoger unos 10.000 dólares.
Los ingresos "no justificados"
El instructor recuerda que la investigación de los patrimonios de García y Ábalos avala la tesis del cobro ilegal de comisiones, dado que ambos se beneficiaron de ingresos "no justificados", muchos de ellos en metálico. El juez señala las "conexiones" patrimoniales entre uno y otro: Koldo García llegó a hacerse cargo de gastos personales de su jefe, como regalos a amantes o pensiones alimentarias a los hijos, pero también de donaciones a una fundación y pagos a una empleada. Todo ello suma unos casi 95.000 euros, según la Unidad Central Operativa (UCO), un dinero que no consta que Ábalos reintegrara en modo alguno a su ex mano derecha por vía bancaria. "De haber sido [el pago] en metálico, la procedencia de ese dinero cohonestaría plenamente con la existencia de una fuente irregular de ingresos que derechamente enlaza con las declaraciones de De Aldama", recoge el juez en su escrito.
Otro frente abierto es el que afecta al rescate de Air Europa, que el juez Peinado intentó vincular (sin éxito) con Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez. Aunque el rescate tampoco es objeto de la investigación en el Supremo, en la resolución de este lunes Puente dice sospechar que Ábalos promovió, por encargo de Aldama —exasesor de Air Europa—, una nota de prensa expresando el apoyo del ministerio de Transportes a la operación. A cambio, según el instructor, el exministro pasó varios días en un chalet en Marbella junto a su familia, sin pagarlo de su bolsillo. Quien se hizo cargo del pago fue la entonces esposa de Koldo García, con dinero que a su vez le había facilitado Aldama.