Toni Morral será el delegado de la Generalitat en Barcelona y Bernat Solé en Lleida
Ismael Peña López se perfila como director de la Escuela de Administración Pública
BarcelonaUna vez formalizados los primeros nombramientos en el Govern de la Generalitat, poco a poco se va rellenando el organigrama del ejecutivo y sus delegaciones territoriales. A pesar de que todavía no hay nombramientos oficiales, Esquerra y JxCat ya tienen decididos algunos de los nombres que representarán al Govern en el territorio. En el caso de Junts, según fuentes consultadas por el ARA, Toni Morral, exdiputado y exalcalde de Cerdanyola del Vallès, será el delegado de la Generalitat en Barcelona, mientras que el ex conseller de Exteriores Bernat Solé será el representante del ejecutivo en Lleida, según ha avanzado El Segre y ha confirmado este diario.
Morral actualmente es miembro de la dirección de Junts per Catalunya, especializado en el área metropolitana. Proveniente de ICV, fue uno de los fichajes del ex president Carles Puigdemont para la candidatura del 21 de diciembre del 2017 y, como hombre de confianza de Jordi Sànchez, fue quien pilotó el Llamamiento Nacional por la República hasta que se transformó en fundación para sumarse al partido de JxCat el julio pasado. En las pasadas elecciones, sin embargo, decidió no presentarse a las primarias para optar a la lista del Parlament.
Solé ha ejercido de conseller de Acción Exterior durante la legislatura pasada, un cargo en el que entró sustituyendo a Alfred Bosch, que dimitió en marzo de 2020 por el caso de presunto acoso sexual de su mano derecha, Carles Garcias, que destapó el ARA. Solé, que antes de dedicarse plenamente a la política había ejercido de profesor, fue uno de los nombres que estuvo encima de la mesa para ser conseller de Educación del nuevo Govern, pero finalmente el escogido fue Josep Gonzàlez-Cambray. Sobre el ex conseller de Acció Exterior pesa la amenaza de una próxima inhabilitación, puesto que el Tribunal Supremo tiene que decidir si confirma la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que lo inhabilitó un año por haber colaborado con el 1-O en su etapa de alcalde de Agramunt.
En el acuerdo de gobierno pactado entre el president, Pere Aragonès, y el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, los dos partidos se repartieron los cargos de las delegaciones territoriales. Quedaron que Junts hará la propuesta de Barcelona, Alt Pirineu y Aran, Tarragona y la Catalunya Central; y Esquerra propondrá los delegados para las Terres de l'Ebre, Lleida, el Penedès y Girona. El partido de Carles Puigdemont, más allá de Morral, también tiene decididos el resto de nombramientos, que formalizará próximamente el consejo ejecutivo: tal como avanzó la ACN y ha confirmado el ARA, Teresa Pallarès será la delegada en Tarragona; Rosa Vestit, alcaldesa de Sant Quirze de Besora, será la representante de la Generalitat en la Catalunya Central, mientras que Ricard Pérez, coordinador de JxCat en el Alt Pirineu y Aran, será propuesto como delegado del Alt Pirineu. ERC también tiene decidido de hace días quién será la delegada en Madrid. La responsabilidad recaerá sobre la ex consellera de Justicia Ester Capella.
Por otro lado, también hay pendientes nombramientos internos de la estructura de la administración que depende de la Generalitat. Según las fuentes consultadas, el hasta ahora responsable de Procesos Electorales, Ismael Peña López, se perfila como director de la Escuela de Administración Pública de Catalunya. Este cargo, que depende de la conselleria de Presidencia, recaía hasta ahora en Marta Felipe de JxCat, exalcaldesa de Figueres. Con la llegada de Laura Vilagrà al departamento, sin embargo, está previsto que sea cesada.
Peña López cogió relevancia pública a partir de las elecciones del 14 de febrero, puesto que fue el encargado de montar el dispositivo para votar en plena pandemia de coronavirus . Se distinguió, más allá del trabajo técnico, por hacer una comunicación habitual en Twitter de los progresos del engranaje electoral.
Vergés se perfila para la mesa
Bernat Solé y Ester Capella no fueron los únicos consellers de ERC que no continuaron con el nuevo Govern. Tampoco siguió, entre otros, la consellera de Salud durante los tiempos más duros de la pandemia, Alba Vergés, que ahora mismo se ha quedado como diputada rasa en el Parlament. Aún así, según ha podido saber el ARA, el de Vergés es el nombre que coge más fuerza para ocupar el cargo de vicepresidenta primera del Parlament, que hasta ahora tenía Anna Caula pero que dejará para convertirse en la nueva secretaria general del Deporte de la Generalitat. Vergés ya tiene un pasado en la mesa. Antes de ser escogida para el cargo de consellera en mayo de 2018 fue durante unos meses secretaria cuarta del órgano director de la cámara. El nombramiento de Vergés no será automático. Cuando ERC haga público el nombre, se tendrá que someter a votación del pleno del Parlament. A pesar de esto, no tendría que haber problema para que los votos de JxCat y la CUP —más los de los republicanos— confirmen la designación.