La Unión Europea aplaza una vez más la oficialidad del catalán

Ocho estados miembros se han mostrado reacios en la discusión de la iniciativa y piden más tiempo para evaluarla mejor

Imagen del Consejo de Asuntos Generales de este martes.
5 min

Bruselas / Madrid / BarcelonaNueva pilotada hacia delante de los estados miembros de la Unión Europea sobre la oficialidad del catalán, el gallego y el euskera. Pese a la nueva ofensiva de la Moncloa, la iniciativa no ha obtenido suficientes apoyos en el Consejo de la UE, según informan fuentes diplomáticas al ARA. De esta forma, España deberá volver a poner la medida sobre la mesa en los próximos encuentros ministeriales si quiere que las tres lenguas cooficiales del Estado sean reconocidas en el global de las instituciones europeas. Pero, ¿se ha avanzado respecto a encuentros anteriores? Hubo más países que se mojaron a favor del catalán, pero no fue suficiente, ya que ocho países mostraron abiertamente sus reticencias y pidieron aplazar la votación, según informan otras fuentes diplomáticas presentes en la sala. Además, en declaraciones a los medios y contactados por este diario, otros cinco países más se muestran escépticos.

En la discusión, que ha durado unos tres cuartos de hora, el primer estado miembro en tomar el turno de palabra ha sido Alemania, que ha asegurado que es "prematuro" para que se tome una decisión este martes. Incluso, el país germano ha sido el único que ha asegurado que, de no retirarse del punto de la agenda referente a "adopción", votaría en contra.

En la misma línea, Italia ha pedido más tiempo para analizar mejor la propuesta de España y ha abogado por pedir un informe legal a los servicios jurídicos del Consejo de la UE. De hecho, fuentes conocedoras de las conversaciones de la Moncloa con otros estados miembros aseguran quel PP español ha presionado al gobierno alemán, liderado ahora por el conservador Friedrich Merz, y el italiano, que dirige Giorgia Meloni y cuyo ministro de Exteriores, Antonio Tajani, es de la familia política popular y muy cercano a la formación liderada por Alberto Núñez Feijóo. Además, el propio PP catalán admitió este lunes que habían hecho llamadas para tropezar con la iniciativa y Vox aseguró que los populares les habían pedido que presionaran a países gobernados por familias de extrema derecha, como Italia o Hungría, para conseguir que se opusieran.

El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, ha asegurado que ha habido siete países que han pedido más información sobre la propuesta y, pese a que no ha concretado qué estados miembros son, fuentes diplomáticas apuntan a que, aparte de Alemania e Italia, han sido Francia, Croacia, Suecia, Chequia, Chequia, Finca. Albares se pondrá en contacto esta tarde con sus homólogos de los siete países que tienen reticencias y se mostró abierto a estudiar "cualquier propuesta" que presenten. Eso sí, ha dejado claro en una entrevista en TV3 que las dudas financieras están resueltas porque el gobierno español asume el coste de 140 millones de euros que conllevaría este nuevo régimen. Y en lo que respecta a los jurídicos, también ha subrayado que es perfectamente compatible con el reglamento de las instituciones europeas.

España incrementa la presión

Aunque la iniciativa ha vuelto a aplazarse, España ha redoblado la presión al resto de socios europeos para que tramitaran la iniciativa en las últimas semanas. Las mismas delegaciones estatales ante la UE con la que ha contactado este diario admiten que la Moncloa nunca había movido tantos hilos para que se aprobara desde que la llevó por primera vez al Consejo de la UE. Hasta hace pocos meses, muchos de estos representantes diplomáticos aseguraban que no sabían ni cómo estaba este dossier legislativo, y ahora coinciden en que les ha quedado claro que se trata de una cuestión "prioritaria" y "sensible" para el gobierno de Pedro Sánchez.

De hecho, la oficialidad del catalán, el gallego y el euskera no había obtenido tantos apoyos públicos hasta ahora como este martes. Hasta ocho países se han mostrado favorables –Bélgica, Hungría, Irlanda, Eslovenia, Portugal, Dinamarca, Rumanía y Chipre–. La próxima oportunidad de España para llevar la oficialidad del catalán a la UE es el Consejo de Asuntos Generales previsto para el 24 de junio. Más adelante también se realizará otro en septiembre, al inicio de curso político y cuando se empiezan a negociar presupuestos de la UE.

Reacción catalana y española

En esta línea, Albares ha destacado que el camino del reconocimiento del catalán es "irreversible". "Se habían logrado grandes avances y había un número amplio de estados dispuestos", ha coincidido la portavoz de la Moncloa, Pilar Alegría, en la rueda de prensa posterior al consejo de ministros, y ha asegurado que el ejecutivo del Estado seguirá trabajando en ella. Lo que las fuentes de la Moncloa admiten es que las gestiones del PP "no han ayudado" y Albares ha sido explícito a la hora de reclamar que no se reme en dirección contraria. "Hoy se ha complicado un poco, pero seguimos siendo moderadamente optimistas", trasladan desde el equipo de Pedro Sánchez.

Hay algunas voces que ponen en cuestión el esfuerzo diplomático del gobierno español, como el portavoz de ERC en Madrid, Gabriel Rufián, quien se ha preguntado "qué influencia tiene España en Europa". Así, ha culpado de ese fracaso momentáneo al PSOE y no Junts, que es quien pactó la oficialidad del catalán en la UE a cambio de la presidencia del Congreso de Francina Armengol. "No nos meteremos con Junts. Seguramente, ellos nos dirían fracasados, pero cuando el PSOE incumple es culpa del PSOE", aseveró. Desde la Moncloa creen que Junts no debería estar "enfadado" porque saben que "se ha sudado la camiseta" en el ámbito diplomático.

Precisamente, el expresidente y líder juntero, Carles Puigdemont, ha evitado criticar las gestiones del gobierno español mientras que ha cargado contra el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, reprochándole el incumplimiento del Estatut de Catalunya, en el que consta que la Generalitat y el Estado "empuja" las acciones necesarias para el reconocimiento de la oficialidad del catalán en la Unión Europea". Por ello, recalcó que no sabe "si el PP hace apología de la desobediencia, de la rebelión... o del delito de traición", "conspirando" con otros países contra el catalán.

Isla carga contra Feijóo

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, acusó al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, de hacer "obstruccionismo" y boicotear la oficialidad del catalán en la Unión Europea, junto al resto de lenguas cooficiales, informa Martina Alcobendas desde Tokio. "Es inhabilitante para alguien que quiere gobernar España", criticó en declaraciones a los medios, y lamentó, también, que Feijóo haya maniobrado para evitar la oficialidad de su propia lengua, el gallego. "Las cosas serían más fáciles si hubiera gente que construyera", añadió. Pese al fracaso, ha destacado que la oficialidad está hoy "más cerca" y que se conseguirá. Los comunes, por su parte, también se mostraron esperanzados.

Quien se ha hecho un lío este martes ha sido el PP catalán después de que ayer su secretario general, Santi Rodríguez, reconociera las llamadas para descarrilar la oficialidad: ante la polémica, el portavoz en el Parlament, Juan Fernández, primero ha dicho: "No podemos hablar de llamadas porque no hemos llamado a nadie", y después ha añadido que no puede "desmentir" nada de las llamadas.

stats