Solo un 16% de los grados universitarios tienen asignaturas específicas de género
Rectoras, vicerrectoras, decanas e investigadoras todavía son una minoría en los centros catalanes
BarcelonaEl mundo académico no deja de ser un reflejo de la sociedad y el sesgo de género que existe en todos los ámbitos no es una excepción. También en las universidades las mujeres tienen menos acceso a los altos cargos de gobernanza, docencia e investigación. Las rectoras, vicerrectoras, decanas e investigadoras siguen siendo una minoría, según el informe La perspectiva de género en docencia en las universidades, de la Xarxa Vives, que incluye todas las universidades públicas y privadas de Catalunya y algunas del País Valenciano.
Este es el segundo informe sobre la materia que elabora el ente, después del primero, hecho en 2017. A partir de las desigualdades detectadas entonces se pusieron en marcha en los diferentes centros de la Xarxa las unidades de igualdad para tratar de introducir cambios en la gobernanza y los estudios. Cuatro años después, el nuevo informe destaca que la mayoría de centros se han puesto las pilas a la hora de incluir una perspectiva de género en los estudios que ofrecen al alumnado.
Ocho de las 20 universidades de la Xarxa Vives prevén programas de mentoría dirigidos específicamente a sus alumnas, especialmente en aquellos estudios donde la presencia de mujeres es reducida. En la mayoría de instituciones el género es una de las competencias que tienen que lograr los alumnos de algunos grados universitarios, a pesar de que en solo seis de las 20 universidades evaluadas se trata de una competencia común, que se exige en los currículums de todos los estudios ofrecidos. El informe también examina asignatura por asignatura y concluye que solo un 16% de los grados de estas universidades tienen asignaturas específicas en materia de género.
De hecho, en 2019 la secretaría de Universidades e Investigación, el Consejo Interuniversitario de Catalunya (CIC) y la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Catalunya (AQU) llegaron a un acuerdo pionero en Europa para incorporar la perspectiva de género a partir del curso 2020-2021. Pero el estudio se basa en encuestas realizadas en las 20 universidades durante el curso anterior, el 2019-2020. En general, se recomienda a las universidades incrementar la formación en género para el alumnado pero también de cara al "profesorado", para que incorpore esta perspectiva a la hora de dar clase.
Los estudiantes, "agentes del cambio"
Las autoras, María José Rodríguez Jaume y Diana Gil González, de la Universidad de Alicante, consideran que este es el "desafío más transformador" al que se enfrentan las universidades. "Incorporando la perspectiva de género, las universidades contribuyen a impulsar el principio de igualdad entre mujeres y hombres a través de la práctica docente", subrayan las autoras. La tesis de las dos autoras es que si se sensibiliza al alumnado para que identifique los "sesgos y la discriminación de género", cuando estos alumnos se gradúen se convertirán en "agentes del cambio" porque aplicarán estos conocimientos a su ámbito laboral y contribuirán a poner fin a la brecha actual.
Mirando al presente y en cuanto a la gobernanza de los centros, el estudio también concluye que las direcciones de las universidades tienen que garantizar un "equilibrio" en la presencia de mujeres y hombres en los altos cargos de las instituciones. Según la radiografía de las 20 universidades analizadas, tanto mujeres como hombres participan en la coordinación de grados, posgrados y doctorados, pero a la hora de acceder a los altos cargos de gestión, docencia e investigación –que son los que se pagan mejor y aportan más méritos–, ellas siguen siendo una excepción. Solo en la dirección de escuelas de doctorado la presencia de mujeres está equilibrada. En el resto oscila entre el 10% y el 34% del total.
De hecho, el gobierno español aprobó a finales de agosto un anteproyecto de ley para que las universidades públicas puedan priorizar la contratación de mujeres como personal docente e investigador. "Esta ley otorga una especial importancia a la equidad en relación con la ocupación universitaria tanto por razones de género como por otras razones y condiciones sociales", recoge el anteproyecto, consultado por el ARA.
El estudio también analiza los entornos virtuales de las universidades y recomienda incrementar el uso del lenguaje inclusivo. Actualmente solo cuatro de los 20 centros analizados lo utilizan de manera "habitual". En cambio, un 85% de los centros sí disponen de estadísticas segregadas por sexo sobre la presencia de mujeres y hombres a nivel de profesorado, personal administrativo y estudiantes, una herramienta que las autoras consideran que "favorece" la toma de "decisiones con perspectiva de género".