Barcelona ordena cerrar 30 clubs cannábicos
Hay 212 locales en la ciudad y el Ayuntamiento quiere precintarlos si hay venta o consumo
BarcelonaEl Ayuntamiento de Barcelona ha ordenado el cierre de 30 clubs cannábicos de la ciudad tras detectar infracciones a la norma actual, que no les permite vender marihuana, cultivarla o promover su consumo. Es el resultado de 57 inspecciones de técnicos municipales y agentes de la Guardia Urbana en los locales considerados más conflictivos o que habían acumulado más quejas de los vecinos, según avanzó El Periódico y ha confirmado el ARA.
A los 30 locales donde encontraron incumplimientos, como vender o permitir el consumo, ya les han notificado sanciones que conllevan el cierre. Están repartidos entre todos los distritos, pero entre Ciutat Vella y el Eixample suman diez. La sanción implica que tendrán que permanecer encerrados entre seis meses y dos años, según el caso. En total, en la capital catalana hay 212 clubs cannábicos y fuentes municipales dicen que todos se exponen a terminar precintados si la policía o una inspección municipal detecta una actividad que no está amparada por ninguna norma.
El verano de 2021 el consistorio ya avisó por escrito a todos los clubs cannábicos que debían adaptarse a la nueva normativa que les impide vender, cultivar y promover el consumo de marihuana. Lo hizo a raíz de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que tumbabala normativa urbanística municipal para ordenar los clubs cannábicos, que establecía que la venta y el consumo podía tener lugar, pero con algunas condiciones, como que los usuarios fueran socios. Sin esta ordenanza, las asociaciones debían limitarse a actuar como "club social" con actividades como "dar información, elaborar o difundir estudios, expresar opiniones sobre el cannabis o hacer reuniones, pero en ningún caso promoverlas" el consumo, el cultivo, la distribución ni nada que pueda constituir sanción administrativa o penal", apuntan fuentes municipales.
Cierres en septiembre
Las treinta asociaciones que ya han recibido una sanción que les ordena cerrar, tienen diez días para presentar alegaciones. Esto les da margen para seguir abiertas al menos hasta septiembre, dado que agosto es un mes inhábil. Los locales afectados pueden pedir que un juez ordene detener cautelarmente el cierre a la espera de que se resuelvan las alegaciones, un extremo que para el consistorio parece improbable dado que la sanción se argumenta con una decisión judicial. Por tanto, su previsión es precintar los locales ya sancionados en septiembre.
