Colau se despide cargando contra las élites "mediocreos y avariciosas" de Barcelona
La ex alcaldesa no da pistas sobre si se plantea volver al Ayuntamiento en el futuro
BarcelonaLa exalcaldesa de Barcelona y líder de Barcelona en Comú, Ada Colau, se ha despedido este viernes del Ayuntamiento de Barcelona recuperando su discurso más duro contra las élites de la ciudad. Durante su intervención, Colau reivindicó el trabajo realizado durante los dos mandatos que gobernó Barcelona, y cargó contra los "poderes fácticos" de Barcelona, que consideró que no "están a la altura de la ciudad". "Lo que más me ha decepcionado son sus élites, desgraciadamente provincianas, mediocres y avariciosas", espetó.
Colau ha recordado la "guerra sucia" que sufrió su gobierno por parte de algunos de estos poderes, que no dudaron en llevarla a los tribunales con una veintena de querellas que la justicia ha ido archivando. "Ya va siendo hora de que haya instituciones fuertes y democráticas que paren los pies a estas élites", ha apuntado en su despedida, en la que no ha dado ninguna pista sobre si en su horizonte hay un posible regreso a la carrera por la alcaldía en las elecciones municipales del 2027. Solo Janet Sanz, que la sustituirá al frente de los comunes en el Ayuntamiento, le ha dejado un mensaje críptico: "Aún tienes que ser la voz del pueblo".
Esta sombra de duda se ha dejado notar también en los parlamentos del resto de grupos. Si habitualmente las despedidas del Ayuntamiento son actas laudatorias, este viernes los portavoces han aprovechado sus intervenciones para ajustar cuentas también con la alcaldesa. Ha sido el caso, por ejemplo, de Jordi Martí (Juntos), que le ha reprochado las investiduras del 2019 –cuando retuvo la vara de alcalde gracias a los votos de Manuel Valls– y del 2023, cuando dio sus votos al PSC para frenar el regreso de Xavier Trias. Más agrios han sido los parlamentos de PP y Vox.
En su discurso, Colau ha rememorado la tarde de junio de 2015 cuando llegó al Ayuntamiento al frente de un grupo de gente, la mayoría de la cual no tenía ninguna experiencia en la política institucional. "Sólo en una ciudad mágica, valiente, irreverente y rebelde pueden pasar cosas tan increíbles como ésta", apuntó.
Además del discurso más duro contra las élites, Colau ha recuperado también su tono más reivindicativo con los sectores a menudo menos visibilizados. Así, ha querido que una de las primeras menciones que hiciera fuera para las mujeres de la limpieza –"Nunca he visto a ningún hombre haciendo este trabajo", ha dicho– que trabajan en el Ayuntamiento, a las que ha pedido disculpas como a institución por el "fracaso colectivo" de sus salarios.
La alcaldesa, que se ha emocionado sólo en el tramo más personal del discurso –el agradecimiento a su madre y su familia y el mensaje a su amiga Vanessa, enferma de cáncer–, ha reivindicado su legado. Desde las medidas más simbólicas –la retirada del busto de Juan Carlos I del salón de plenos– hasta las políticas sociales y en vivienda –como la unidad de mediación contra los desahucios–, y las grandes transformaciones urbanísticas como las supermanzanas y el tranvía.
Medalla de Oro de la Ciudad
El alcalde, Jaume Collboni, ha cerrado los parlamentos agradeciendo a Colau su compromiso con la ciudad y reconociéndole su "trayectoria única en la historia de la ciudad" y el hecho de haber tenido que gobernar "en un contexto político muy complicado". Ha anunciado también que propondrá entregar la Medalla de Oro de la Ciudad a la ex alcaldesa. Un gesto que ha acompañado de la entrega de una réplica de la vara de alcalde, que ha ayudado a destensar un final de pleno en el que PP y Vox habían cargado con dureza contra la líder de los comunes. "Lo mejor que ha hecho usted por Barcelona lo está haciendo hoy marchando", espetó el líder de los populares en el Ayuntamiento, Daniel Sirera. "No vuelva a Barcelona ni de vacaciones", ha llegado a decir desde Vox Gonzalo de Oro-Pulido.
Antes, tanto la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, como la líder de ERC en el Ayuntamiento, Elisenda Alamany, habían optado por aparcar las diferencias con Colau y habían destacado su condición de primera mujer alcaldesa de la ciudad. Bonet ha concedido a Colau que sus ocho años al frente del Ayuntamiento "supusieron un cambio en la forma de gobernar y en la forma de ejercer la alcaldía". Alamany, por su parte, ha destacado que como primera mujer en liderar el Ayuntamiento "ha abierto camino". Sin embargo, ha subrayado que todavía hay mucho trabajo por hacer en dos de las banderas principales con las que Colau llegó al cargo: la vivienda y la gestión del turismo.
Con el adiós de Colau se cierra un ciclo en el Ayuntamiento. No sólo porque implica un relevo a los comunes -donde Janet Sanz la sustituirá como presidenta del grupo-, sino porque completa el cambio de etapa que supusieron las elecciones de mayo del pasado año. Con Colau, ya son tres los cabezas de lista de esas elecciones que se han ido del consistorio. Antes lo hicieron Ernest Maragall (ERC) y Xavier Trias (Juntos).