Collboni da marcha atrás y sólo permitirá macrococinas en la Zona Franca
La comisión de Urbanismo aprueba el cambio de la ley que suaviza el veto en el reparto a domicilio de alimentos
BarcelonaJaume Collboni da marcha atrás y matiza su plan que daba aire a las macrococinas en polígonos industriales de Barcelona. La comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado este martes con el voto de PSC, Junts, BComú y ERC cambios en la modificación del plan especial de usos de actividades vinculadas al reparto a domicilio que impulsó el gobierno municipal en el mes de abril. La presión de Barcelona en Comú, Esquerra y Junts ha hecho que finalmente se vuelva a acotar la apertura de macrococinas en el polígono de la Zona Franca.
El gobierno de Collboni impulsó esta modificación en el mes de abril al considerar que la normativa aprobada en enero del 2023 por el anterior ejecutivo –del que también formaba parte el PSC– era "demasiado restrictiva". Entre los cambios, desaparecía la restricción que limitaba las macrococinas en la Zona Franca, y se permitía abrir en cualquier zona industrial de la ciudad salvo el 22@, como el polígono del Bon Pastor. Ahora, después de la negociación con los grupos, esto ha cambiado.
Durante el debate de la medida, el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, ha defendido que el espíritu de la normativa impulsada en 2023 –y que nació a raíz de las quejas de los vecinos por la proliferación de cocinas y supermercados fantasma en los barrios– "se mantiene intacta", pero que con el tiempo se ha visto que el redactado impedía también la proliferación de otros tipos de negocios que nada tenían que ver con este fenómeno. Fuentes conocedoras de las negociaciones exponen, por ejemplo, el caso de una empresa que organiza caterings para la Fira y que con la normativa actual no podía abrir una cocina industrial en la Zona Franca.
Aparte de las cocinas industriales, en el 2023 la norma también quería regular los supermercados fantasma a los que no podían acceder clientes, sino sólo repartidores a domicilio. Por eso prohibió en toda la ciudad que los almacenes de alimentos pudieran incluir la actividad de reparto a domicilio. El gobierno propone ahora que sí puedan instalarse en la Zona Franca siempre que no estén junto a tejidos residenciales. Fuentes municipales subrayan que el hecho de limitarlos sólo a polígonos hace que difícilmente se abran los polémicos negocios que proliferaron en los años 2021 y 2022 por el centro de la ciudad, ya que desde las zonas industriales pierden la capacidad de servir rápidamente a domicilio a través de riders. Consideran que lo que sí facilitará es que supermercados que realizan entregas a domicilio puedan tener almacenes logísticos cerca de la ciudad.
En cuanto a las agencias de paquetería, la normativa propone que en el caso de la Zona Franca estén admitidas sin condición de densidad ni distancia, pero que no puedan situarse en parcelas junto a tejidos residenciales. Ahora bien, para evitar que esto se convierta en un resquicio para abrir otros tipos de negocio, se prohíbe que puedan disponer de una licencia múltiple relacionada con el reparto de alimentos o la cocina.
Amplio consenso
Los cambios impulsados por el gobierno municipal tras las conversaciones con los grupos han permitido que finalmente la iniciativa –que ahora deberá ratificarse en el próximo pleno– salga adelante con un amplio consenso. Juntos, BComú y ERC han apoyado y el PP y Vox han hecho reserva de voto hasta el pleno. Tanto Damià Calvet (Juntos) como Janet Sanz (BComú) y Eva Baró (ERC) han celebrado que finalmente se acote la posibilidad de abrir este tipo de negocios en la Zona Franca, que a diferencia de lo que ocurre con la zona industrial del Besòs no está intrincada con los barrios. Sanz, sin embargo, ha pedido al gobierno que esté alerta para que ahora no haya "un alud de actividades de este tipo" en la Zona Franca.