Barcelona

Collboni levanta la prohibición en los supermercados fantasma en polígonos y da aire a las macrococinas

Con limitaciones, se podrán abrir comercios de ambos tipos en zonas industriales de Barcelona

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Imagen de la Cook Room de Glovo en Barcelona. Se abrió en el 2018 y es una de las dark kitchens pioneras en Catalunya.

BarcelonaEl alcalde de Barcelona, ​​Jaume Collboni, quiere suavizar las condiciones para la instalación de macrococinas –también conocidas como dark kitchen–, supermercados fantasma y agencias de paquetería en las zonas industriales de la ciudad. La Comisión de Gobierno ha aprobado inicialmente una modificación del plan especial de usos de actividades vinculadas al reparto a domicilio aprobado en enero de 2023 por el anterior ejecutivo municipal –del que también formaba parte el PSC– al considerarlo “demasiado restrictivo ".

El cambio más sustancial guarda relación con los supermercados fantasma. Desde 2023, este tipo de negocio al que no podían acceder clientes sino sólo repartidores a domicilio estaban prohibidos en toda la ciudad, pero Collboni propone ahora que sí puedan instalarse en los tejidos industriales –a excepción del 22@– y siempre que no estén junto a tejidos residenciales. Fuentes municipales subrayan que el hecho de limitarlos sólo a polígonos hace que difícilmente se abran los polémicos negocios que proliferaron en los años 2021 y 2022 por el centro de la ciudad, ya que desde las zonas industriales pierden la capacidad de servir rápidamente a domicilio a través de riders. Consideran que lo que sí facilitará es que supermercados que realizan entregas a domicilio puedan tener almacenes logísticos cerca de la ciudad.

En cuanto a las macrococinas, si hasta ahora estaban limitadas a la Zona Franca y con una distancia mínima de 400 metros entre ellas, ahora se elimina la restricción de distancia y se permite su instalación en cualquier zona industrial de la ciudad salvo el 22@. Esto permitirá abrirlos, por ejemplo, en polígonos como los del Bon Pastor o el Besòs, donde hasta ahora no podían estar. Su instalación también está prohibida en "parcelas colindantes con tejidos residenciales".

En el caso de las agencias de paquetería de más de 400 m² –que hasta ahora debían mantener una distancia entre ellas de más de 100 metros en la Zona Franca y de 200 en el resto de polígonos de la ciudad– ahora se propone que estén admitidas sin condiciones de densidad ni distancia en todas las zonas industriales, salvo el 22@. Sólo se restringe que, como en el caso de las cocinas, tampoco se puedan realizar en parcelas colindantes con tejidos residenciales. Además, se establece que las agencias de paquetería no puedan tener también licencia de supermercado fantasma o macrococina.

La propuesta del gobierno municipal también incluye cambios en cuanto al espacio a reservar para la actividad complementaria de reparto a domicilio. El nuevo redactado fija que las agencias de más de 400 m² tendrán que reservar un espacio mínimo de 20 m² de espacio para el reparto, y en cualquier caso la necesaria para los repartidores.

Los vecinos, "blindados"

En un comunicado, el Ayuntamiento de Barcelona defendió la necesidad de realizar "ajustes puntuales" en la normativa después de haber podido analizar el funcionamiento del plan durante el primer año de aplicación. Por ello, consideraron necesario "mejorarlo" flexibilizando una serie de requisitos que se consideran "demasiado restrictivos". Con estos cambios, apuntan, quieren facilitar la implantación de actividades vinculadas a la alimentación y la paquetería en las zonas industriales.

Sin embargo, el Ayuntamiento reivindica que con los ajustes realizados los tejidos residenciales del conjunto de la ciudad "siguen blindados ante la apertura de supermercados fantasma y macrococinas para garantizar el descanso vecinal y evitar que se generen molestias". Fueron precisamente las quejas de los vecinos de Sant Martí y Les Corts por las macrococinas que se estaban instalando en los barrios las que forzaron el debate sobre la necesidad de regular este tipo de negocio, como finalmente se hizo en el 2023.

Ara Collboni propone una modificación del plan urbanístico de regulación de las actividades vinculadas al reparto a domicilio, que después de estar un mes en período de exposición pública para poder recibir alegaciones, continuará la tramitación hasta llegar al pleno del Ayuntamiento, donde se tendrá que ver si encuentra los votos necesarios para salir adelante.

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