El futuro Montjuïc toma forma
El centenario de la Exposición Internacional de 1929 impulsa la transformación de la montaña
BarcelonaHace años que Barcelona tiene entre ceja y ceja la reforma de la montaña de Montjuïc, y la conmemoración del centenario de la Exposición Internacional de 1929 es la chispa que debe hacerla posible. La presentación esta semana del concurso arquitectónico que tendrá que escoger los encargados de diseñar los diferentes espacios de la futura Fira de Barcelona será el pistoletazo de salida de unos cambios que deben ir mucho más allá del recinto ferial y reformular la montaña entera .
¿Pero cómo será el futuro Montjuïc? Si se cumplen los planes, su fotografía final debería parecerse bastante a ésta: más allá de una Feria renovada, debería haber un nuevo minibarrio con 500 viviendas públicas; un nuevo centro de atención primaria (CAP); un centro asistencial para personas mayores; una nueva biblioteca, y un nuevo espacio para el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC). Todo ello de la mano de una renovación de la trama urbana que debería pacificar la avenida Maria Cristina y mejorar la conexión de los barrios del Poble-sec y la Font de la Guatlla.
Tal y como explicó el alcalde, Jaume Collboni, este lunes, los barceloneses percibirán la primera parte de esta transformación en la Fira. Entre 2026 y 2029 se construirá el nuevo Palacio Multifuncional –una instalación de 19.500 m² de exposición ferial repartidos en dos pisos y que se instalará donde ahora están el Palacio 4 y el Palacio de Congresos–; se hará un nuevo Palacio de Congresos en el Palacio de Alfonso XIII, y se transformará el Palacio del Vestido en un hub de innovación. Para una segunda fase, una vez superado el centenario de la Exposición Internacional, quedará la transformación del Pabellón de la Metalurgia y del Palacio de las Comunicaciones.
Este primer tramo de la reforma de la Fira supondrá una inversión de 255 millones de euros, a los que hay que añadir los 35 millones que costará urbanizar el entorno del espacio ferial. Una remodelación que incluye la pacificación de la avenida Maria Cristina, el alargamiento de la calle de la Guardia Urbana desde la avenida Rius i Taulet hasta el Paral·lel y la creación de una nueva vía donde ahora se encuentra la plaza de el Universo que una la calle Lleida con la avenida Maria Cristina y que, más adelante, continúe hasta el barrio de la Font de la Guatlla.
Porque una de las claves del futuro Montjuïc implica romper las fronteras que han contribuido a que la ciudad viva de espaldas a la montaña. Y en eso tendrán que jugar un papel determinante las 500 viviendas públicas que se construirán en el terreno que ahora ocupa el Pabellón 2 de la Fira, que hace esquina entre la calle Lleida y la Avenida Paral·lel y que estará rodeado también por el nuevo tramo de la calle de la Guardia Urbana. Un nuevo barrio que, según el plan aprobado por el anterior gobierno de Ada Colau, debería contar también con un nuevo CAP para los vecinos del Poble-sec y con un centro para gente mayor y para personas con diversidad funcional. El calendario de toda esta reforma todavía está en el aire, pero desde el Ayuntamiento de Barcelona se apunta que se irá haciendo de forma acompasada con la reforma de la Fira.
También debe ayudar a romper la frontera con la montaña la pacificación de la avenida Maria Cristina y la renovación de la plaza Carles Buïgas –la de la Font Màgica–, de donde deberá acabar desapareciendo el Pabellón Italiano –construido irregularmente sobre zona verde– para dar lugar a una gran explanada que vaya desde el Pabellón Mies van der Rohe hasta el edificio de la Guardia Urbana. Una plaza que deberían contribuir a dinamizar tanto el nuevo Palacio de Congresos como la futura ampliación del MNAC en el pabellón de Victoria Eugenia, que se quiere tener terminada también para 2029.
Equipamientos pendientes
En el horizonte de los cambios en Montjuïc –que Collboni pronosticó el lunes que debe convertirse en un gran “parque central metropolitano vinculado a la cultura”– hay también dos equipamientos emblemáticos como la Casa de la Prensa y el Palacio de 'Deportes. En el caso del primero, el proyecto está avanzado y ya está claro que acogerá la nueva biblioteca de Poble-sec, si bien el calendario es incierto. Aunque, tal y como explicó el ARA, el consistorio duda de que pueda estar en funcionamiento en el 2029, esta semana la concejala del distrito de Sants-Montjuïc, Raquel Gil, se comprometió con los vecinos a hacer lo posible para avanzarlo su estreno.
Más incierto es el futuro del Palau d'Esports. El Ayuntamiento lleva años trabajando para recuperarlo, pero la alta inversión necesaria para ponerlo al día es disuasoria. El espacio, en franca degradación ahora mismo, es codiciado tanto por las entidades deportivas del Poble-sec como por el sector de la música en directo, que hace tiempo que pide equipamientos con una capacidad a medio camino entre el Palau Sant Jordi y salas más pequeñas como Apolo o Razzmatazz. Para más adelante quedarán el debate sobre el uso del Estadi Olímpic una vez que el Fútbol Club Barcelona vuelva al Camp Nou y otro aspecto clave si realmente se quiere hacer que los barceloneses se hagan suya la montaña de Montjuïc: facilitar el acceso en transporte público.