La nueva Rambla, lista en el 2027: Barcelona quiere acortar la duración de las obras a la mitad

BarcelonaBarcelona quiere acortar a mitad la duración de las obras en la Rambla. El alcalde, Jaume Collboni, prevé terminar el mandato con la reforma del principal paseo de la capital resuelta. Y con ese objetivo ha anunciado este lunes un proyecto que aspira a reducir de 74 a 32 meses el tiempo de duración de las obras. Según los cálculos del Ayuntamiento, la nueva Rambla podría estar lista en enero del 2027 en lugar del 2030, como se había previsto inicialmente. "No nos podíamos permitir seis años de obras en el paseo más emblemático de nuestra ciudad", ha remarcado en rueda de prensa Collboni, quien ha explicado que es la actuación urbanística "más ambiciosa" del mandato.

Y cómo se conseguirá ? El consistorio llevará este martes a la comisión de ecología, urbanismo, movilidad y vivienda una nueva propuesta de proyecto ejecutivo que prevé atacar a la vez los cuatro tramos de la Rambla pendientes de reforma una vez acaben las obras del primer tramo -entre Colón y Santa Madrona- que se están llevando a cabo actualmente. De este modo, el Ayuntamiento afrontará la reforma en una única licitación en lugar de cuatro -una por tramo-, lo que permite acortar sustancialmente los plazos.

El proyecto prevé abordar la reforma del tramo de la Rambla entre Santa Madrona y Canaletes en tres fases. Así, en lugar de continuar las obras reformando el tramo entre Santa Madrona y el Arc del Teatre y desde ahí seguir la remodelación del paseo como se había previsto inicialmente, el nuevo diseño de la reforma divide la Rambla en tres únicos tramos: primero se remodelará toda la esquina Besòs -entre la fachada de los edificios y los árboles, aproximadamente- durante cerca de 10 meses; después se atacará la esquina Llobregat durante 10 meses más, y finalmente se hará el tramo central del paseo durante unos 12 meses.

Un único sentido de circulación

Durante las obras, la Rambla mantendrá un único sentido de circulación que será siempre en dirección montaña -de Colón a plaza Catalunya-. Así, cuando el tramo de las obras afecte al lado Besòs, los coches subirán por el lado Llobregat, mientras que durante el segundo tramo de reforma subirán por el lado Besòs. Sin embargo, el Ayuntamiento no ha precisado todavía qué cambios se llevarán a cabo por ejemplo en las líneas de bus que circulan ni qué afectaciones tendrán las obras en la circulación de un eje básico en la ciudad porque da acceso a buena parte de los barrios del Gótico y del Raval. Desde el consistorio se remarca que se hará todo lo posible para minimizar el impacto de las obras, pero se subraya también que hacer obras siempre trae implicaciones.

El propio Collboni ha reconocido que durante las obras hará falta "mucho diálogo, muchas conversaciones y muchos pequeños acordes" para ir estructurando la transformación. Una de las cosas a abordar, por ejemplo, es qué soluciones se dan en los quioscos, floristerías y terrazas a medida que las obras les vayan afectando. El concejal del distrito, Albert Batlle, se mostró convencido de que con diálogo se podrán superar los obstáculos que puedan surgir, pero enfatizó que "nada debe poder detener" el compromiso de tener las obras completadas en tres años.

"El objetivo final es recuperar el alma de la Rambla", apuntó el alcalde, quien defendió que el paseo "no debe ser una frontera, sino un auténtico eje que estructure los barrios a su alrededor". El presidente de Amigos de la Rambla, Fermín Villar, reconoció que "la partitura es buena", pero subrayó que hay que ver "cómo suena la música" y remarcó que cuidar la Rambla debe ser prioritario para la ciudad. "Si la Rambla funciona, Barcelona funciona", ha dicho.

Según el Ayuntamiento, la aceleración de las obras no comportará un encarecimiento del coste más allá del 10% derivado de la subida de precios de materiales a consecuencia del contexto económico mundial . Así, el gobierno municipal contempla destinar 41,07 millones de euros a esta nueva fase de las obras y el coste total será de 55,6 millones. "La ciudad hace un esfuerzo muy importante", ha apuntado Collboni.

Sin cambios en el diseño de la Rambla

La aceleración de las obras no implica ningún cambio en el diseño del proyecto diseñado por el equipo de arquitectos kmZERO, con la exconcejala y arquitecta Itziar González al frente. Así, una vez reformada, la nueva Rambla tendrá un único carril de circulación por banda y ganará espacio tanto en la plataforma central como en las aceras, que tendrán una anchura de un mínimo de tres metros, con un pavimento unificado con líneas horizontales de fachada a fachada. El paso de vehículos, como ya ocurría en el sentido ascendente, quedará restringido al tráfico vecinal, bicicletas, autobuses, distribución urbana de mercancías, vehículos de servicios y acceso a los aparcamientos del ámbito. En la zona de Colón-Drassanes se modificará el trazado de la avenida de Drassanes para mejorar la conexión con el litoral y se generará un nuevo espacio de llegada al frente de mar.