Movilidad

Petición ecologista de peaje urbano: 4 euros para circular por Barcelona

Plantean una tasa anticontaminación que aproveche la infraestructura de la zona de bajas emisiones

BarcelonaCansados de que la opción de hacer pagar un peaje a cualquier conductor que circule por Barcelona en vehículo privado sea desde hace años una propuesta en estudio y sin concreciones, un conglomerado de entidades ecologistas y vecinales han trabajado en la sombra durante más de un año para crear su propio proyecto de tasa anticontaminación y ponerlo sobre la mesa de los políticos para hacer presión, sobre todo ahora que en la ciudad ya resuenan con fuerza los tambores electorales. Plantean que todo el mundo que circule en moto, coche, furgoneta o camión por dentro del ámbito que ahora delimita la zona de bajas emisiones (ZBE) tenga que pagar 4 euros al día para hacerlo. Un peaje que, en este caso, pagaría todo el mundo sin distinciones en función de la etiqueta ambiental como hace la ZBE. Consideran que ya ha quedado demostrado que esta regulación es insuficiente y que hay que dar el salto a la siguiente pantalla, como ya han hecho 19 ciudades europeas como Estocolmo (14 euros), Londres (12 euros) o Milán (5 euros). Y calculan que este peaje permitiría una reducción mínima del 21% del tránsito.

La regulación que han planteado hoy se controlaría con las mismas cámaras que regulan la ZBE, sería vigente entresemana entre las siete de la mañana y las ocho de la tarde y solo habría excepciones para los vehículos de personas con movilidad reducida, servicios de emergencia, transporte colectivo, personas vulnerables que necesiten el vehículo para trabajar o aquellos coches que transporten a tres personas o más. De hecho, los impulsores de la iniciativa remarcan que el foco de la campaña es, sobre todo, cambiar los hábitos de aquellos conductores que van solos en su coche y que, además, dispondrían de una buena alternativa para hacer el trayecto en transporte público, cosa que remarcan que pasa en el 69% de los 1,65 millones de desplazamientos en vehículo privado que se hacen diariamente con origen o destino Barcelona.

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¿Y qué pasa con el resto? Las entidades promotoras, que se han bautizado como Barcelona'22 –en referencia a un cambio de modelo de ciudad que contraponen al de la Barcelona del 92–, defienden que la aplicación del nuevo peaje vaya de la mano de un plan de choque para mejorar el transporte público. Un plan que confía, sobre todo, en las mejoras de conexión en autobús y en un sistema tarifario integrado –"No puede ser que ir en bus hasta la Costa Brava cueste 20 euros", denuncian– y en los principales intercambiadores y también, a más largo plazo, en la red de Cercanías.

También se plantea crear carriles bus y para vehículos con alta ocupación en las calles más transitadas de la ciudad y hacer una mejora generalizada de los carriles bici para que sean más anchos y unidireccionales. Este plan de choque se financiaría con el 90% de los 370 millones que se estima que recaudaría el nuevo peaje, mientras que el 10% restante iría, siempre según la propuesta, a reforzar el servicio público de salud.

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La propuesta nace de entidades como la Plataforma per la Qualitat de l'Aire, la Associació per a la Promoció del Transport Públic (PTP), Ecologistas en Acción, Eixample Respira, el Bicicleta Club de Catalunya, la Xarxa de Justícia Climàtica, Catalunya Camina y la Associació de Prevenció d'Accidents de Trànsit. Y ha contado con asesoramiento de expertos externos y con una encuesta hecha por el Gesop, con 813 entrevistas, con un 51,5% de las respuestas a favor de la tasa (el 37,7%, si se pregunta solo a los conductores habituales). Las entidades admiten que es una medida antipopular como lo fue en su día la ley antitabaco, pero la consideran imprescindible para reducir los niveles de contaminación y dar más espacio a quien anda o se mueve en medios de transporte sostenibles.

Los representantes de las entidades que han lanzado hoy la propuesta en rueda de prensa en la Plaça de Sant Jaume han anunciado que ahora el siguiente paso será reunirse con representantes del Govern, el Ayuntamiento y el área metropolitana y de los grupos políticos. "El modelo actual es insostenible, no podemos continuar apostando por coches que mueven una única persona", ha recelado Guille López, de Eixample Respira, que lo ha considerado "un problema de justicia social".

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¿Cómo funcionaría el peaje?

Todos los conductores podrían pedir diez autorizaciones al año para saltarse la regulación y tendrían que informar con antelación si usarán el coche con tres ocupantes o más y, por lo tanto, quedan exentos del pago. El resto tendría que abonar por adelantado los 4 euros (se podría pagar cada día o por un periodo escogido). Las cámaras de la ZBE controlarían las matrículas de los coches que entran en la ciudad o circulan por dentro.

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Los 'comuns' piden diálogo y el PSC cree que "no es el momento"

Lanzada la propuesta de las entidades para aplicar el peaje urbano, quien lo ha valorado en nombre del gobierno municipal es la teniente de alcaldía de Uranismo, Janet Sanz (BComú), que ha asegurado que estudiarán el detalle del proyecto pero que en cualquier caso para ponerlo en marcha haría falta un "gran acuerdo político" como el que hubo para poner en marcha la ZBE. El socio de gobierno, el PSC, considera que ahora ya hay dos grandes cambios en marcha, que son la ZBE y hacer que el área verde de aparcamiento llegue al 90% de la ciudad, y que antes de implantar nuevos, como el peaje, habría que consolidarlos y consensuar nuevos pasos. "Actualmente, salimos de una crisis económica de 2 años y estamos en un momento de inflación sobrevenida por la guerra de Ucrania que está teniendo una afectación directa sobre la ciudadanía. Creemos que ahora no es el momento", defienden. Desde la oposición, grupos como ERC sí que se han postulado a favor de la aplicación de un peaje de este tipo y ahora remarcan que el primer paso sería hacer un estudio detallado del impacto que tendría. Valents, a su vez, tilda la idea de "barbaridad" y dice que el "peaje en la sombra" ya es la ZBE. Y el PP asegura estar "totalmente en contra" de esta posible nueva tasa. Los populares consideran que ya se pagan suficientes impuestos en la ciudad y que de facto "ya hay un peaje porque se tiene que aparcar en el parking de pago o en el área azul".