Tribunales

El TSJC tumba la tasa de recogida de basura de Barcelona instaurada el 2020

Los jueces dan la razón a Agbar en una sentencia que no es firme

ARA
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Acumulación de basura en unos contenedores en Barcelona. La producción de desechos al Estado  supera la media europea.

BarcelonaEl Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha tumbado la tasa de recogida de basura aprobada por el Ayuntamiento de Barcelona el 28 de febrero del 2020, según ha avanzado Tot Barcelona. Desde entonces, el tributo se cobraba en el recibo del agua. Aigües de Barcelona (Agbar) recurrió ante el contencioso administrativo del alto tribunal catalán la resolución del gobierno local, y ahora los jueces dan la razón a la empresa. La sentencia, que no es firme, concluye que el impuesto es excesivamente genérico y se desconoce con qué criterio se ha calculado el importe de cada cuota, porque el informe técnico para justificar el coste económico de la tasa no es suficiente y, por lo tanto, anula el acuerdo del pleno.

En su denuncia, Agbar alegaba varios preceptos del acuerdo, pero el tribunal ha tenido suficiente con el económico. En este ámbito concreto, el informe que presentó el Ayuntamiento señalaba unos gastos de 54,2 millones de euros respecto a los costes del 2018 y el 2019, y unos ingresos de 10,6 por las proyecciones del 2019 y el 2020. El coste del importe, sería, pues, de 43,8 millones, que la tasa repartía en 12 tramos de tributación para repartir los contribuyentes hasta una previsión de ingresos de 41 millones. A ojos de los jueces, sin embargo, se trata de un informe "excesivamente genérico" en que no se justifica el porcentaje seleccionado ni "permite entender en qué categoría será incluido el sujeto pasivo de la tasa". En definitiva, "se desconoce cuál es el criterio seguido para calcular el importe de las cuotas correspondientes a las diferentes categorías". Este punto, afirma el tribunal, "justifica estimar el recurso contencioso administrativo, sin necesidad de entrar a analizar el resto de motivos de impugnación, y declarar la nulidad de la ordenanza fiscal de referencia por no ser ajustada a derecho".

El mes de julio del 2020 se empezó a cobrar y unos meses después, el regidor de Emergencia Climática, Eloi Badia, se comprometió a revisarla para desvincularla de la factura del agua. El importe oscilaba entre los 2,25 y los 4,25 euros al mes en la mayoría de casos, unos recursos que iban destinados a mejoras en la recogida selectiva en la ciudad. El consistorio defendió que la tasa haría crecer el porcentaje de reciclaje –estancado en el 38%– y pondría las bases para que los próximos años se pueda individualizar el recibo: que pague menos quien más y mejor recicle y también quien menos basura genere.

La tasa de residuos fue aprobada con los votos del gobierno municipal (comuns y PSC) y el apoyo de ERC, mientras que el resto de la oposición votó en contra. Al conocer la noticia, los republicanos se han desmarcado de la tasa y han criticado al gobierno municipal porque "justifica de manera insuficiente" algunas de sus medidas, que acaban tumbadas en los tribunales, como es el caso de la multiconsulta o la zona de bajas emisiones (ZBE).

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