Desastre natural

El incendio "hambriento" de Tenerife se complica y se ordenan nuevas evacuaciones

El fuego devasta ya 5.000 hectáreas en un perímetro de 50 kilómetros mientras los bomberos luchan contra las llamas y la meteorología adversa

ARA
y ARA

BarcelonaLos peores augurios se han cumplido y el incendio forestal que desde el martes quema el noreste de Tenerife se ha complicado durante la noche, hasta el punto de que el gobierno canario ha ordenado la evacuación de más núcleos urbanos de las poblaciones de La Orotava, La Matanza, Tacoronte, La Victoria y Santa Úrsula. La virulencia y el comportamiento anormal han hecho que los expertos hablen de un "fuego hambriento". Las llamas han devorado ya unas 5.000 hectáreas y, hoy por hoy, permanecen fuera de control, aunque el viernes los equipos de extinción se habían mostrado confiados en poder estabilizar el perímetro del fuego si las condiciones meteorológicas no variaban. "El fuego está fuera de nuestra capacidad de extinción", presenta características de un fuego de sexta generación y las condiciones meteorológicas y orográficas están dificultando que los medios puedan trabajar, subrayó este sábado el director técnico de los trabajos de extinción, Pedro Martínez.

Después de que ayer los efectivos se mostraran por primera vez esperanzados de poder controlar el fuego por la noche los bomberos se han encontrado con altas temperaturas, una baja humedad y fuertes rachas de viento de dirección cambiante que han dificultado su labor. Según informa el gobierno canario, el fuego ya tiene un perímetro de unos 50 kilómetros en los municipios de Arafo, Candelaria, Rosario, Orotava, Santa Úrsula, Victoria, Sauzal, Tacoronte, La Matanza y Guímar. La mayoría del terreno afectado es demasiado forestal, sobre todo pinos canarios, explica Marcos Gómez Carpintero, vicepresidente de la Asociación de Trabajadores de los BRIF (bomberos de refuerzo dependientes del ministerio de Transición Ecológica).

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El empeoramiento del comportamiento del incendio ha obligado a ordenar nuevas evacuaciones que ya suman más de 7.600 personas. Además, otros 4.000 residentes están en confinamiento domiciliario por la mala calidad del aire, afectado por el espeso humo que cubre grandes superficies y por ceniza en suspensión. La situación es tan inestable y delicada que Protección Civil no descarta que en las próximas horas continuarán los desalojos preventivos, mientras que aconseja aplicar medidas de autoprotección.

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Pese a la virulencia y los cambios de circunstancias, los bomberos han logrado que el fuego no trague ninguna propiedad, ni casas ni ninguna de las explotaciones agrarias que también se han desalojado y se esparcen por esta zona. "Se ha quemado la montaña, pero los pinos se recuperarán y se trabaja para evitar escenarios mucho peores", ha apuntado el presidente canario, Fernando Clavijo, quien ha valorado que en estos momentos no tengan que lamentarse daños personales.

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Para una mejor coordinación de los desalojos, el gobierno canario está enviando mensajes de SMS a los teléfonos de los vecinos que deben ser evacuados para indicarles su lugar de recogida. El consejero de Política Territorial y responsable de Emergencias canario, Manuel Miranda, ha reconocido que se trata de una situación "compleja y difícil" y por eso ha pedido la colaboración ciudadana, porque el primer objetivo es que no haya pérdidas humanas. "Estamos trabajando duro para que se reconduzca la situación", ha dicho el conseller.

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Aunque se ha consolidado parte del perímetro, preocupan a los frentes de Güímar donde sobrepasa el pico de Cho Marcial, la zona de Santa Úrsula, porque es muy escarpada y no permitir el ataque directo, y el frente norte, que es lo que ha avanzado de forma más agresiva.

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En paralelo a las tareas de extinción, el gobierno canario investiga las causas del inicio de este fuego, calificado del más grave en el archipiélago de los últimos 40 años. Se descarta que tenga un origen natural. Por el contrario, se apunta a la acción humana, a la espera de determinar si es intencionada o se trata de una negligencia.