El coste millonario de la negativa de Vox a implantar una zona de bajas emisiones en Valencia

ValenciaHasta 150 millones de euros según los cálculos más pesimistas de los grupos de la oposición, 14 de ellos en las próximas semanas. Es lo que va a perder el Ayuntamiento de Valencia por la negativa de Vox a implantar una zona de bajas emisiones (ZBE), requerida para las ciudades de más de 50.000 habitantes. La decisión, ya avanzada en octubre, se ha confirmado esta semana con la aprobación por parte de PP y la formación ultra del presupuesto de la ciudad para 2026 sin incluir una restricción a la circulación de los vehículos más contaminantes.

La primera penalización se producirá con la pérdida de las ayudas que otorga el gobierno español al transporte de pasajeros y que el ejecutivo estatal condiciona a la existencia de una ZBE. Para compensarlo, el consistorio deberá destinar 14 millones de fondos propios para mantener el precio reducido del abono de 10 viajes de la red de autobuses municipal (EMT), que a estas alturas ya cuesta 5,40 euros.

Más allá del descuento en los autobuses, la implantación de la ZBE era uno de los requisitos para percibir fondos para proyectos urbanísticos como la supermanzana de la Petxina o la construcción de diferentes carriles bici, entre otros. Así lo denuncian los grupos de la oposición que apuntan a que el ministerio de Transportes podría exigir la devolución de sus ayudas y también podría imponer sanciones de hasta el triple del dinero aportado por el Estado. Es de ahí de donde salen los cálculos realizados por la oposición, que ascienden a 150 millones de euros, algo más del 10% del presupuesto de la ciudad que en el 2026 será de 1.415 millones.

No lo ve así la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, que reduce significativamente ese importe en base a un informe de la Sindicatura de Cuentas que cifra en 30 millones de euros el techo de castigo, pero que no incluye las ayudas al transporte. "Se habla de 150 millones de forma muy alegre, pero nosotros nunca hemos estado en estas cifras. Nosotros lo vamos a batallar. Pensamos que tenemos argumentos más que suficientes", ha defendido la primera edil.

Para el portavoz socialista, Borja Sanjuan, la actuación de la alcaldesa es toda una muestra de "irresponsabilidad". "Valencia será la única gran ciudad que se quedará sin ayudas al transporte público", se quejó. En el mismo sentido se ha expresado el concejal de Compromís, Giuseppe Grezzi, quien ha pronosticado que la pérdida de fondos la acabarán pagando los ciudadanos, ya sea "con un incremento del precio del billete [de autobús] o con impuestos o tasas".

Ni siquiera una ZBE de mínimos

Ante la negativa de Vox, este otoño el PP planteó a sus compañeros de gobierno municipal una ZBE de mínimos. Los conservadores pretendían cerrar un acuerdo de última hora después de meses de tramitación y cuando la nueva normativa ya se había difundido entre la ciudadanía y se habían instalado las cámaras para vigilar el tráfico. Pese al esfuerzo de los populares, la oferta no convenció a los ultras, que se mantuvieron en su posición. Ante este callejón sin salida, Compromís y PSPV se ofrecieron a aprobar una ZBE con el PP, pero los conservadores lo rechazaron al considerar que las exigencias eran excesivas.