La vacunación de los profesionales sanitarios con Pfizer ha retardado la de los mayores de 80

Argimon defiende la estrategia de Salud a pesar de que solo se ha administrado la primera dosis al 30% de la gente mayor

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Un hombre grande vacunándose de covid  a una CABEZA de Castelldefels.

BarcelonaCatalunya es una de las comunidades autónomas con menor porcentaje de población de más de 80 años vacunada: solo un 30% ha recibido la primera dosis y únicamente la mitad de estas personas (14%) han recibido la segunda, según fuentes gubernamentales. Son datos que no incluyen a la gente mayor que vive en residencias, cerca de 60.000 personas que ya están vacunadas, pero otros territorios como Asturias o Andalucía ya tienen una tasa de cobertura vacunal que llega al 86% y al 56%, respectivamente, en este grupo de más edad.

La lectura que hace el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, es de priorización: la apuesta de Catalunya ha sido blindar las 1.040 residencias catalanas y todos los centros sanitarios para generar los primeros espacios inmunes. "Hemos seguido una estrategia de encapsulamiento", ha definido, puesto que no solo se ha inmunizado a los usuarios y los trabajadores de geriátricos o el personal sanitario, sino también otros trabajadores que frecuentaban estos centros.

"Todo lo que es personal no sanitario pero que entra y sale cada día del entorno residencial y de centros sanitarios se vacunó. Queríamos crear este microcosmo donde ya hay una inmunidad de grupo y hemos tenido unos resultados francamente buenos en residencias y centros sanitarios", ha apuntado el secretario, que ha subrayado el éxito de la vacunación para cortar nuevos brotes en el interior de hospitales y geriátricos.

En estos entornos se ha usado especialmente Pfizer, la primera vacuna que llegó y la que se entrega con más regularidad. Pero ahora también es la única que puede administrarse a los mayores de 80 años, puesto que AstraZeneca tiene límite de edad (solo puede ponerse a menores de 65 años) y Moderna prácticamente no envía dosis. Además, las vacunas de Moderna no se pueden trasladar una vez se han descongelado porque podrían estropearse y hay que centralizarlas en espacios que dispongan de congeladores a -20ºC, eminentemente hospitales, para reducir al mínimo el movimiento de los viales.

El último dato revelado por Salud, a principios de mes, ya constataba que un 80,2% de los sanitarios que trabajan en hospitales y atención primaria han recibido como mínimo una dosis de Pfizer, independientemente de su edad. Así, las segundas dosis a los profesionales sanitarios, muchos de ellos jóvenes, han retardado el proceso de vacunación de la gente mayor que vive en casa. "Pero insisto: a mediados de mayo tendremos las dos dosis administradas a los mayores de 80 años”, ha afirmado Argimon.

De hecho, el secretario ha defendido la estrategia del Govern y ha destacado que, a diferencia del resto de comunidades autónomas, Catalunya hace semanas que vacuna a otro segmento de población muy frágil con Moderna a pesar de la escasez de dosis: enfermos trasplantados, oncológicos (con tumores sólidos) y pacientes en tratamiento de diálisis. “A todas las comunidades llega un número de dosis proporcional a su población, y vacuna que llega, vacuna que se administra”, ha afirmado Argimon.

183.000 dosis de las tres vacunas

Las previsiones para los próximos días plantean que Catalunya recibirá como mínimo unas 183.000 dosis de las tres vacunas disponibles en los días venideros y hasta la semana que viene: 104.000 de Pfizer, 62.000 de Moderna y, como mínimo, 17.000 de AstraZeneca. Buena parte, sin embargo, continuarán destinándose a segundas dosis. Por ejemplo, Moderna enviará 62.000 dosis la semana que viene, pero 42.000 de estas (aproximadamente el 70%) se tendrán que gastar seguro en segundas dosis. De las 20.000 dosis restantes, 10.000 se pondrán únicamente en los hospitales y a personas con enfermedades neurodegenerativas, con cáncer, trasplantados y en tratamiento de diálisis.

"Las otras 10.000 [vacunas] se guardarán en la nevera como reserva para poner la segunda dosis a estas personas, puesto que las remesas de Moderna son muy inconsistentes”, ha explicado Argimon. Es decir, que solo una pequeña parte de la remesa (10.000) servirá para continuar avanzando en la inmunización, puesto que el gran grueso de preparados se utilizarán para completar pautas vacunales.

En cuanto a las vacunas de Pfizer, las que se entregan con más regularidad, tienen que llegar 104.000 la semana que viene. La semana siguiente, la del 5 al 11 de abril, se espera que lleguen 194.000 más. De AstraZeneca, Salud espera recibir mañana viernes unas 17.000 dosis más, después de que, de las 62.000 que tenían que llegar el domingo, la farmacéutica anglosueca solo entregara 15.000. “Y después habrá que ver cuándo se recuperan estas 30.000 restantes”, ha admitido Argimon.

AstraZeneca no enviará dosis hasta el 5 de abril

Con todo, AstraZeneca ha vuelto a recortar los envíos y ya no solo tendrá que enviar 30.000 vacunas pendientes, sino que las 148.000 dosis previstas para la semana que viene no llegarán, como mínimo, hasta el 5 de abril. La información la ha compartido la consellera de Salud, Alba Vergés, en las redes sociales, que ha calificado el retraso de "vergüenza". La entrega se atrasará hasta después de Semana Santa y, además, se desconoce la cantidad exacta de dosis que se entregarán. En total, pues, AstraZeneca deberá 178.000 vacunas.

Fuentes gubernamentales niegan que este revés afecte las citas que se han programado para la semana que viene, puesto que se van a ofertar de acuerdo con las 120.000 guardadas. El problema, subrayan, es que la semana que viene no podrán abrir una nueva tandada de citaciones, lo cual supondrá una nueva traba en la vacunación.

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