El covid triplica los trastornos mentales de los más pequeños de 14 años
Un total de 61 menores se suicidaron el año pasado en España, según un informe de Save the Children
BarcelonaLa pandemia ha desencadenado y agravado las preocupaciones, los miedos, la infelicidad y la angustia de muchos niños y adolescentes en Catalunya y España. A pesar de que todavía no hay datos oficiales de los efectos que ha tenido el covid en los menores porque los recursos de atención psicológica y psiquiátrica están desbordados y no se hacen suficientes diagnósticos, una encuesta hecha por la oenegé Save the Children a 2.000 familias de todo el Estado sugiere que los trastornos mentales y emocionales se han triplicado entre los niños de 4 a 14 años. La depresión y la ansiedad, y las reacciones excesivas de irritabilidad, frustración y enfado, han aumentado del 1% al 4% entre el 2017 y el 2021, y los trastornos de la conducta (déficit de atención e hiperactividad, y comportamientos destructivos y desafiantes) han crecido del 2,5% al 7%. Además, un 3% de los niños podrían haber llegado a pensar en la idea del suicidio, según sus familias. El año pasado, 61 menores se suicidaron en España.
La oenegé ha reproducido el cuestionario de la Encuesta Nacional de Salud, que no se hace desde el 2017, para comparar los resultados y observar qué cambios ha podido provocar la crisis sanitaria. Para la inmensa mayoría de padres y madres consultados, el estado de salud mental de sus hijos e hijas no ha empeorado y es bueno o muy bueno a pesar de la pandemia. Solo un 8% creen que los niños se han sentido regular o mal en los últimos 12 meses. "Pero al preguntarles más en profundidad, se reportan situaciones y casos que contradicen esta percepción", puntualizan desde Save the Children.
Por ejemplo, si en 2017 un 19% de padres y madres entendían que sus hijos se sentían muy preocupados, ahora el porcentaje ha subido hasta el 30%; el número de niños que reflejan infelicidad o desaliento se ha más que duplicado (del 8% al 18%), y ahora hay más niños "solitarios o que juegan solos" (se ha pasado del 18% al 27%). La encuesta también apunta que Catalunya es la comunidad autónoma con más jóvenes con síntomas de trastorno mental respecto a su población, seguida de la Comunitdad de Madrid y Galicia.
A la cola de la OCDE
Save the Children también aborda la cuestión de las autolesiones y el suicidio, la punta del icebergde estos trastornos. Según el director general de la oenegé, Andrés Conde, ahora hay muchos menos suicidios que hace 30 años y España está a la cola de los países de la OCDE tanto en jóvenes con síntomas depresivos como en adolescentes que se suicidan. Con todo, el último año se suicidaron 61 menores. El informe avisa de que las intenciones se duplican a medida que los niños y niñas llegan a la adolescencia y que los porcentajes son mayores en familias con rentas bajas y en víctimas de bullying.
"Las situaciones que llevan a los niños y niñas al suicidio son los conflictos familiares graves y las separaciones, los problemas de acoso por parte de iguales, las humillaciones y maltratos, la soledad, los desengaños amorosos, la muerte de familiares, el fracaso escolar y la presión para evitar este fracaso, y la discriminación por orientación sexual", enumera Conde. El informe también apunta que mientras que las niñas parecen más afectadas por pensamientos o intenciones suicidas, los niños son más propensos a hacer actos para cometerlos.
La oenegé también expone que los menores que viven en hogares con bajos ingresos tienen una probabilidad cuatro veces mayor de sufrir trastornos mentales o de conducta que los de hogares con renta alta. De hecho, la vulnerabilidad económica –como la pérdida del trabajo y la reducción de los ingresos que entran en los hogares– y la incertidumbre por el futuro, así como los cambios repentinos en la forma de interaccionar socialmente, han empeorado la salud mental de los niños y jóvenes.