Se doblan las multas por moverse sin cumplir las restricciones
Los controles se centran en las carreteras, con menos denuncias en la restauración y por el toque de queda
BarcelonaEl primer fin de semana en el que se permitía la movilidad entre comarcas con una única burbuja de convivencia se ha cerrado con casi el doble de multas por desplazamientos dentro de Catalunya. Si el fin de semana anterior, entre el 12 y el 14 de marzo, se pusieron unas 600 denuncias por incumplir las restricciones de movilidad, este, entre el 19 y el 21 de marzo, se han puesto más de mil –unas 1.100–, según los datos de los Mossos d'Esquadra. Pero mientras aumentaban las sanciones por desplazarse, las multas a la restauración y por el toque de queda disminuían. Un hecho que indica que al final las cifras dependen del punto donde la policía pone el foco.
Interior y los Mossos advirtieron de que intensificarían los controles en las carreteras porque preveían más movilidad a raíz de la flexibilización de las medidas anticovid. El tráfico en el área metropolitana de Barcelona creció el viernes un 4% respecto al anterior; el sábado, un 55%; y el domingo, un 70%. Un incremento acompañado de más controles viarios que, en consecuencia, han dejado más denuncias. En cambio, este fin de semana, respecto al anterior, las sanciones a la restauración han pasado de 180 a 50; y por saltarse el toque de queda, de más de 1.000 a 800. Sumando las diversas infracciones, el fin de semana pasado se pusieron 1.800 multas y este unas 2.000.
Ante los centenares de personas que incumplen las restricciones, ¿existe el riesgo de que las medidas dejen de ser efectivas? El profesor de derecho penal y criminología de la UB Marc Pintor recuerda que “la mayoría de la gente cumple porque hay una preocupación social por el covid”. Según Pintor, como existe esta preocupación, ya se evita hacer encuentros numerosos o no llevar la mascarilla. Pero el psicólogo clínico y vocal de la junta del Colegio Oficial de Psicología de Catalunya, Jaume Descarrega, apunta que “el cansancio más importante es el emocional”. Descarrega habla de la fatiga pandémica, que hace que la gente se relaje en las restricciones que se adoptan por “falta de ilusión”.
Percepción del riesgo de sanción
Pintor avisa de que el análisis que permite hacer la evolución de las denuncias es impreciso, porque las medidas van cambiando: “No podemos hacer comparaciones”. Pero añade que un factor que pesa en la legitimidad de las normas es su cumplimiento, porque “si todo el mundo lleva la mascarilla esto influye en el que no la lleva”. Pintor, que es miembro del Colegio de Criminólogos de Catalunya, remarca que los controles de la policía también contribuyen a “mantener la percepción del riesgo de sanción”. Por eso Descarrega ve como un peligro “la desesperanza”, porque es lo que puede provocar “que la gente pueda decir que tira la toalla”.
El psicólogo y psicoanalista alerta de que la desmotivación puede tener tanto una consecuencia anímica como provocar ansiedad, malestar e inquietud. “Esto se puede traducir en determinadas conductas”, explica, cosa que puede hacer que algunas personas deciden que pasan de todo y no siguen más las restricciones. “Tenemos que ir con mucho cuidado”, advierte. Un aviso que enlaza con el mensaje de los responsables políticos, que han invocado la idea de “dar aire” con las nuevas medidas anticovid.