Sucesos

Investigan una escuela por las quemaduras graves que un niño con autismo sufrió en el comedor

El menor ha necesitado varios trasplantes de piel y la familia asegura que el espisodio habría sido un castigo

ARA
y ARA

BarcelonaUn juzgado de Barcelona y la Síndica de Greuges investigan el caso de Marc, un niño con autismo que el 25 de enero ingresó en la unidad de cuidados intensivos (UCI) por las quemaduras graves que sufrió en una mano durante el rato del comedor escolar. Según la versión de la abogada de la familia, en un primer momento desde la escuela de educación especial Taiga, en la que está escolarizado, explicaron que las quemaduras habían sido por un accidente. En un momento de la hora del almuerzo, el alumno defecó y se manchó y los monitores lo llevaron al baño para limpiarlo. Los responsables se pusieron guantes de látex para limpiar al menor, pero él se resistió. Fue entonces cuando durante el forcejeo entre los monitores y el menor movieron el grifo accidentalmente y empezó a salir agua caliente, pero como los monitores llevaban guantes de látex, no lo notaron.

Tras el episodio de la escuela llevaron al menor al Hospital del Vall d'Hebron, donde le hicieron unos primeros cuidados y lo enviaron a casa con la mano vendada. Los padres del menor explican que horas después el niño empezó a encontrarse mal, con vómitos y un estado de gran somnolencia, y lo llevaron de nuevo al centro hospitalario. En esta segunda visita, el menor fue ingresado en la UCI por la gravedad de las heridas y requirió varias operaciones con trasplante de piel de otras zonas del cuerpo. Según explican los padres de Marc, en esta segunda visita la doctora y la enfermera que los atendieron "pusieron en duda que las heridas fueran provocadas solo por quemarse con agua caliente".

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Con este primer indicio y ante el hecho de que los progenitores aseguran que el menor "es sensible a los estímulos externos y siempre, instintivamente, retira las manos del agua" cuando cambia ligeramente la temperatura, los padres decidieron denunciar el caso a los Mossos d'Esquadra. Fuentes del Consorcio de Educación consultadas por el ARA se han limitado a confirmar que existe una denuncia que debe seguir su curso y han asegurado que el equipo de asesoramiento y orientación psicopedagógico (EAP) está haciendo seguimiento del caso para dar el apoyo que se pueda necesitar.

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Ponen en duda el accidente

En estos momentos el Juzgado de Instrucción 32 de Barcelona está investigando el caso, pero, de momento, la abogada de la familia ha hecho públicas las conclusiones del informe pericial que la familia solicitó y que está firmado por Pablo Gómez Morell, exresponsable de la unidad de Quemados de Vall d'Hebron. Según el informe, el menor habría sufrido "unas lesiones por inmersión en líquido caliente [...], y durante un cierto tiempo, ya que la palma de la mano en la que la piel es más gruesa está severamente quemada". El mismo documento señala que "la exposición para provocar estas lesiones debe durar unos minutos a 45-50 grados", por lo que los responsables del informe consideran que la posibilidad de que las lesiones se produjeran por un accidente "parece menos probable". En este sentido, la abogada de la familia insiste en que el episodio habría sido "un castigo medieval" y asegura que "los hechos están muy lejos de considerarse accidente, sino que es un atentado directo a la integridad física de un menor".