"No puede que el director de una escuela se elija como el presidente de una escalera de vecinos"
Expertos en liderazgo educativo adaptan las propuestas de la Unesco al sistema educativo catalán
BarcelonaEl liderazgo educativo es uno de los factores más influyentes en la mejora de los resultados de aprendizaje. Esta idea validada por la investigación internacional es la que defiende también el último informe educativo GEM 2024/5 de la Unesco, presentado este jueves en Barcelona, pero el estudio Leadership in education también hace una advertencia clara: en muchos países este impacto no puede materializarse. Según constata el documento, el motivo de este bajo impacto del liderazgo educativo es que las direcciones escolares no cuentan con "la capacitación, la autonomía, el apoyo o las condiciones necesarias para ejercer un liderazgo efectivo" y, de esta forma, mejorar la educación.
Ante estos obstáculos, el estudio de la Unesco hace una serie de propuestas con el objetivo de tomar medidas para facilitar que los líderes educativos –docentes, directores y también responsables políticos– puedan, en efecto, liderar los cambios educativos que el sistema necesita. Unas recomendaciones que un equipo de expertos coordinado por el Centro de Liderazgo Educativo de Barcelona (LID) ha adaptado al contexto catalán y ha presentado también este jueves.
El abordaje del equipo catalán se ha centrado sobre todo en la necesidad de empoderar a los directores de escuela a través de un aumento del reconocimiento de su trabajo, pero también de una mejora del proceso de selección y formación de los profesionales que acaban siendo directores de un centro educativo. "No puede ser que el director de una escuela se elija como el presidente de una escalera de vecinos", advierte la doctora en ciencias de la educación y directora del LID Barcelona, Anna Jolonch, en referencia a los problemas que tiene la escuela catalana para encontrar docentes que quieran dirigir una escuela o un instituto.
De hecho, el estudio alerta de que el hecho de que en muchos centros se presente un único candidato al cargo de dirección "plantea interrogantes relevantes sobre el funcionamiento del propio sistema", lo que acaba provocando que, a la hora de la verdad, no exista un proceso de selección real de los directores de escuela.
En este sentido, el informe también pone sobre la mesa posibles motivos por los que se da esta situación. "Es un cargo muy poco atractivo, porque carece de una trayectoria definida y reconocimiento económico respecto a la responsabilidad que supone", insiste Jolonch. Por eso, el estudio –al que también han participado expertos como el expresidente del Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo Joan Mateo y la directora del Instituto Escuela el Eixample, Isabel Balaguer– apunta la necesidad de repensar las condiciones laborales de estos profesionales.
Más reconocimiento económico
¿Cómo? Primero, con un mayor reconocimiento económico, teniendo en cuenta que, según Eurydice, España presenta una de las diferencias salariales más bajas de Europa entre docentes y directivos. Segundo, con reconocimiento más abstracto. "Que haya una carrera profesional con una formación, un asesoramiento y la posibilidad de después acompañar a otros centros también es una forma de reconocimiento", apunta Jolonch. La doctora en ciencias de la educación también recuerda que es necesaria una apuesta firme por el mentoraje de los directores noveles: "Hay que acompañarles, porque cuando un director de escuela empieza se siente muy solo".
En este mismo sentido, el informe internacional de la Unesco apuesta por que haya una carrera profesional más personalizada cuando se quiere ser director y que haya formaciones, por ejemplo, en administración. En cambio, los expertos proponen aterrizar esta idea en las aulas catalanas potenciando la figura del secretario o administrador –no es necesario que haya uno en cada centro, pero quizás sí tener un referente por zonas– para liberar al director de tareas burocráticas, y que así tenga más tiempo para gestionar aspectos pedagógicos. Los expertos calculan que se necesitarían 500 profesionales con este perfil en Cataluña.
Además, el informe impulsado por el LID Barcelona también señala que, pese a empoderar más a los directores, habría que crear "una segunda línea" de coordinación pedagógica en escuelas e institutos y establecer roles de liderazgo intermedios.
Los líderes del sistema
Más allá de la figura del director, el documento de la Unesco también apunta la necesidad de realizar una mejor selección de los "líderes del sistema", que en Catalunya podrían traducirse en directores generales y subdirectores de la conselleria de Educación.
Ahora bien, el estudio avisa del peligro que supone que la política influya en la elección de altos cargos de la función pública, ya que no tienen por qué estar formados en educación y, además, son profesionales que cambian cada vez que hay un cambio de gobierno. "No puede que si cambia el color político cambie todo. Debe haber una profesionalización y establecer unos criterios claros que marquen de qué depende la selección de estas figuras, que, al final, gobiernan las direcciones escolares de nuestro sistema", concluye Jolonch.