Demografía

"Sin los inmigrantes las empresas quebraría": Olot tierra de oportunidades pero no de vivienda

El crecimiento de la capital olotina, impulsado por el sector cárnico e industrial, no se ha acompañado de un incremento proporcional de los servicios básicos

OlotOlot es uno de los municipios que más crece en Cataluña. Sobre todo después de la pandemia, suma cerca de 1.000 personas cada año, la mayoría inmigrantes, lo que significa un índice de crecimiento anual del 10% que hace que la población ya roze las 40.000 personas. La tendencia para los próximos 15 años es de crecimiento sostenido, según el Idescat, y ese aumento de habitantes tan pronunciado ya ha hecho saltar las alarmas del Ayuntamiento olotense. El alcalde, Agustí Arbós, de Junts, ha repetido en varias ocasiones que ve "inasumible" mantener ese ritmo y poder garantizar la calidad de los servicios públicos en el municipio.

Una de las razones por las que Olot atrae a tanta población extranjera son las oportunidades de trabajo. El potente tejido industrial y empresarial de los polígonos de la comarca, con el sector cárnico como principal motor económico, sumado a otras grandes empresas de fabricación de maquinaria o hilaturas, requiere mucha mano de obra. También es una región con bastante población envejecida, así que existe un importante mercado, a menudo no regularizado, de cuidadoras para personas mayores. Por eso cualquier recién llegado, a través de las empresas de trabajo temporal, los portales online de trabajo o el boca a boca, lo tiene relativamente fácil para encontrar trabajo en menos de una semana. "En Olot quien no trabaja es porque no quiere", reconocen los vecinos. Eso sí, en el matadero, con capacidad para sacrificar a 18.000 cerdos al día, o en las plantas de producción, los trabajos son duros, a menudo poco calificados y físicamente muy exigentes. Unos trabajos que, ahora mismo, sin la llegada de migrantes, seguramente quedarían huérfanos.

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Más allá de las condiciones del mercado laboral, el problema en Olot es que esta demanda de trabajadores no se ha traducido en un crecimiento proporcional de los servicios, por lo que las escuelas, las ayudas sociales, la sanidad o la movilidad están cada vez más tensionadas. Especialmente flagrante es la situación de la vivienda, ya que, pese a las gestiones del Ayuntamiento para adquirir y construir vivienda pública, hay poca oferta, los precios suben y muchos rentistas discriminan a la población migrante a la hora de alquilar habitaciones.

"Sin los inmigrantes las empresas quiebrarían"

Mari Drammeh, de 33 años, nació en Senegal, pero ha vivido prácticamente toda su vida en Olot y conoce de primera mano la situación en la población: "¿El crecimiento demográfico ha ido ligado a la llegada de trabajadores a las cárnicas, sobre todo provenientes del África subsahariana, Sudamérica o Europa del Este, pero? En Olot, la vivienda es una utopía", defiende. El joven olotense, que empezó trabajando en una cárnica pero que lo dejó por las condiciones de trabajo, ahora ejerce de educador social: "Sabemos que hay trabajadores que acaban durmiendo en coches o en garajes realquilados porque no encuentran vivienda", certifica.

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En Alidio, por ejemplo, de 58 años –y que lleva 23 viviendo en la Garrotxa y 17 que trabaja en una empresa del sector de la carne–, hace meses que no le renuevan el contrato de alquiler y el Ayuntamiento no le ofrece ninguna solución: "Señalan los inmigrantes como los que nos inmigrantes como fuente de problemas día, los negocios de los empresarios iban a quebrar", asevera.

Las denuncias de estos agravios han dado lugar a la creación de la plataforma Soms Garrotxa, que trabaja para combatir de raíz los discursos de odio que atentan contra los derechos de las personas migrantes. También recientemente se ha reactivado la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de la Garrotxa y Stop Racisme Lloguers. "En Olot, hay más de 1.300 pisos vacíos y no se está haciendo nada. Mientras tanto, gente que llega para trabajar no puede acceder a una vivienda y hay hacinamiento, realquiler y empleos, pero no de delincuentes sino de trabajadores con papeles y empadronados", defiende Laia Costa, miembro de Soms Garrotxa, basando-.

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El activista también apunta directamente al modelo de negocio de la industria cárnica como uno de los focos del problema: "No han hecho la mecanización necesaria porque les sale más barato utilizar mano de obra barata de un solo uso. Se atreven a hacerlo con trabajadores racializados que necesitan el trabajo y no se quejan porque de ellos dependen familias, pero no con los catalanes".

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El sector cárnico, sin embargo, defiende su contribución a la economía olotina y destaca las mejoras que ha implementado en la cadena de producción. El matadero Olot Meats, por ejemplo, reconoce que ha apostado por la formación interna, la estabilización de las plantillas y la promoción del talento. Al igual que la empresa especializada en charcutería Noel, que resalta el esfuerzo por desarrollar entornos laborales de calidad, favoreciendo la estabilidad, la promoción interna, la formación continuada y el reconocimiento. En la misma línea, Eudald Casas, gerente del clusterInnovac, que agrupa a empresas del sector, recalca: "Hemos avanzado en seguridad, sostenibilidad, ventilación y reducción de olores y calor gracias a la automatización y la inteligencia artificial".

El Ayuntamiento pide menos llegadas

El Ayuntamiento olotense enmarca el crecimiento de la ciudad en el conjunto de una dinámica de país: “Catalunya recibe a más de 150.000 recién llegados cada año y dudamos de que este ritmo sea sostenible para mantener servicios de calidad sin planificación –defiende el alcalde Agustí Arbós–. Si no tenemos un servicio de calidad, es imposible generar una buena integración; nos convendría reducir la intensidad de esa llegada masiva".

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Y sobre el modelo económico que pide un volumen de mano de obra poco calificada que la población autóctona a menudo no cubre, concluye: "La idea de fronteras abiertas sin ningún tipo de formación integral de los recién llegados no aporta valor añadido; hay que apostar por una formación profesional y cualificada que haga prosperar nuestra economía".