La jueza envía a prisión provisional al principal sospechoso del crimen de Helena Jubany
Santi Laiglesia declina declarar tras confirmarse que había ADN suyo en la ropa de la víctima
SabadellLa jueza que investiga el crimen de Helena Jubany del año 2001 ha enviado a prisión provisional sin fianza a Santi Laiglesia, a quien la familia de la víctima considera el principal sospechoso del asesinato. Las pruebas de ADN que se han podido hacer a raíz de los avances de análisis científico de las últimas dos décadas vinculan a Laiglesia con los restos genéticos que había en el jersey que llevaba Jubany cuando la mataron y han sido clave para reforzar las sospechas sobre el hombre, ya que le sitúan en el lugar y el momento del crimen. Ahora la instructora sostiene que hay elementos "claramente incriminatorios" contra él, y que podría optar por huir si sigue en libertad, así como "presionar o influir" en los testigos del caso que tendrán que declarar próximamente.
La decisión de este viernes abre paso a un juicio más de dos décadas después del crimen. Un movimiento que para la familia Jubany supone un "giro histórico" en el caso después de haber conseguido en el 2021 que se reabriera una investigación que había quedado archivada en el 2005. Los hermanos y el padre de Helena Jubany han esperado toda la mañana a las puertas de los juzgados de Sabadell hasta que han recibido con emo La cárcel. El abogado de la familia, Benet Salellas, ha celebrado que "supone empezar a romper la impunidad".
Helena Jubany fue asesinada el 2 de diciembre del 2001 y lanzaron su cuerpo desde la azotea al patio interior de un edificio cuando se encontraba en una "situación de sueño profundo o coma" por haber ingerido sustancias tóxicas, tras desnudarla y hacerle quemaduras.
Terminar con "la omertán impuesta"
La magistrada de instrucción 2 de Sabadell había citado al principal sospechoso del caso a declarar este viernes a raíz de los resultados de las pruebas de ADN que le señalan. Laiglesia estaba convocado a las nueve y media y ha llegado acompañado de sus abogados. En la puerta de los juzgados le esperaban familiares y amigos de quienes en el momento del crimen era su pareja, Montse Careta, que se suicidó en el 2002 cuando estaba en prisión provisional investigada por el crimen.
Laiglesia, abogado de profesión, ha optado por acogerse a su derecho a no declarar en el juzgado y no ha respondido ninguna pregunta. Ni de su defensa, ni de las acusaciones, ni de la instructora. Tampoco ha dado ninguna "explicación razonable", dice la juez en el auto, de por qué hay restos de su ADN en la ropa de Jubany. Tras la comparecencia, tanto la Fiscalía como la acusación particular que ejerce la familia de la bibliotecaria asesinada han pedido a la instructora que le enviara a prisión provisional. "La falta de explicación lo que hace es incriminar", valoró Salellas, mientras esperaban la resolución de la magistrada.
Salellas también ha dicho que quieren acabar con "la omertán impuesta" en el entorno de los sospechosos. Todas las personas que han sido investigadas por el crimen eran compañeros de Jubany en la Unión Excursionista de Sabadell (UES), así como muchos testigos del caso. El crimen ha prescrito ya para las personas que nunca han sido investigadas judicialmente. La instructora cree que en la muerte de Jubany intervinieron "varias personas que han quedado fuera de la causa por varios motivos". Por ello, considera que si Laiglesia continuara en libertad en la fase final de la instrucción y durante la preparación del juicio podría aprovecharlo para "presionar o influir" en estos testigos para que declaren a su favor. Este mismo viernes Laiglesia ha sido trasladado a la cárcel de Brians 1, en Sant Esteve Sesrovires, donde ha ingresado antes de las seis de la tarde.
Los indicios contra Careta le involucran "parcialmente"
En el auto que justifica la decisión de enviar a Laiglesia a prisión, la magistrada desgrana todos los indicios que se han recogido contra él a lo largo de la investigación y dice tener indicios suficientes para considerarlo responsable del crimen. Además de las pruebas de ADN, la instructora cree que existen pruebas a la causa que hacían referencia a Montse Careta, la entonces pareja de Laiglesia, que son "parcialmente extensibles" a él. Careta vivía en el edificio donde encontraron el cadáver de Jubany y el investigado pasaba allí muchas noches.
El auto que envía Laiglesia a prisión señala que Careta no podría haber subido sola el cuerpo de Jubany hasta la azotea, y recuerda que la pareja se contradijo cuando explicaron dónde estaban, qué hicieron y dónde durmieron el día del crimen. La juez añade a sus motivos la posibilidad de que Laiglesia interviniera en los mensajes anónimos que recibió Jubany antes de que la mataran, uno de ellos acompañado de un zumo en el que había benzodiacepinas, la misma sustancia que se detectó en la sangre de la víctima. Las pruebas periciales ya habían relacionado con los mensajes al otro investigado en la causa, Xavier Jiménez, que está en libertad provisional y ya declaró ante la juez en el 2022. Salellas ha explicado que una vez la instrucción esté terminada, antes de enviar el caso a juicio, las acusaciones tendrán la opción de juzgar sobre la jueza sobre la juez.
En cambio, la causa ha quedado archivada esta misma semana para la tercera investigada en la causa, Ana Echaguibel, tras descartarse que los restos de ADN femenino en la ropa de Jubany fueran suyos. Antes de concluir la instrucción, defensas y acusaciones también tienen la opción de pedir a la magistrada practicar algunas diligencias más para asegurar las pruebas para el juicio, que deberá realizarse con jurado.