Libertad bajo fianza de 40.000 euros para los acusados de quemar una furgoneta de la Guardia Urbana
Los seis jóvenes participaban en una manifestación a favor del rapero Pablo Hasél, el 27 de febrero
BarcelonaDespués de ocho meses en prisión provisional, un juzgado ha fijado una fianza de 40.000 euros para que puedan quedar en libertad los seis detenidos que todavía están recluidos acusados de quemar una furgoneta de la Guardia Urbana de Barcelona con un agente dentro, en una manifestación en contra del encarcelamiento del rapero Pablo Hasél, el pasado 27 de febrero.
Según ha avanzado la Cadena Ser, la titular del juzgado de instrucción número 2 argumenta que, a pesar de que advierte de que existe un riesgo de fuga, no se puede mantener una medida "de tal gravedad", como la de privación de libertad, durante tanto tiempo. En este tiempo de investigación, los Bomberos de Barcelona han presentado un informe pericial en el que aseguran que el peligro para la vida del agente existió "pero fue bajo", a pesar de que la jueza mantiene que hay indicios para poderlos juzgar por tentativa de homicidio.
Esa noche de manifestación en apoyo a Hasél, los Mossos d'Esquadra detuvieron a cinco hombres y a una mujer de nacionalidad italiana, a otra mujer francesa y a una octava persona de nacionalidad española, todos ellos vinculados al movimiento anarquista y acusados de pertenecer a un grupo "violento y organizado". De estos arrestados, dos ya salieron de la prisión en abril, mientras que los otros seis han seguido encerrados.
La decisión de la jueza contradice el posicionamiento de la Fiscalía y las acusaciones ejercidas por varios sindicatos policiales, que pidieron que se mantuviera la prisión sin fianza. Por el contrario, el Ayuntamiento de Barcelona, personado como acusación a la causa, planteó que se les impusiera una fianza de 50.000 euros que finalmente se ha fijado en 40.000 para cinco de los detenidos y 45.000 para otro.
En sus recursos, los acusados esgrimieron el informe de los Bomberos, aportado en el juzgado en octubre pasado, que concluyó que el incendio provocado en la furgoneta de la Urbana conllevó un riesgo "bajo" para la vida del policía que estaba en el interior del vehículo, aunque podría haber sido "alto" si hubiera habido más combustible. De hecho, el agente atestiguó que "temió por su vida" y que notó el calor de las llamas, a pesar de que finalmente pudo huir por la puerta del copiloto con la cobertura de los Mossos d'Esquadra, que pudieron apagar el fuego.
El juez de guardia que envió inicialmente a la prisión a los ocho detenidos –el del juzgado de instrucción número 17 de Barcelona– concluyó que los detenidos actuaron en grupo y "despreciaron el evidente riesgo" de que se incendiara completamente el vehículo y el policía no se pudiera escapar.