Los veterinarios que se disfrazan de zorro para cuidar a los animales
El Richmond Wildlife Center pretende así que la fauna pueda devolver más fácilmente a su hábitat natural
En Virginia, el personal del Richmond Wildlife Center, una organización estadounidense que se dedica al cuidado de animales salvajes, ha encontrado la solución para que los especímenes que les llegan no se habitúen a la presencia de humanos y puedan volver más fácilmente en su hábitat natural. ¿Cómo lo hacen? Se disfrazan de los animales que cuidan, un método sin duda sorprendente, pero que parece eficaz, según explican desde el mismo centro. En un vídeo que han compartido en su cuenta de Facebook, aparece un trabajador que da el biberón a una cría de zorro huérfana mientras lleva una máscara roja, peluda y puntiaguda que imita las facciones de este mamífero.
El objetivo de este método es que el zorro tenga la sensación de estar acompañado de alguien de su especie. Por eso los cuidadores también intentan actuar (dentro de los límites impuestos por el trabajo que deben realizar) de forma similar al animal. "Queremos que lo primero que vea sean otros zorros, aunque no tengamos ningún espécimen adulto o hermanos reales con los que ponerla", explican. En este centro especializado en fauna salvaje también procuran que el espacio donde trabajan sea lo más parecido posible al entorno natural de las bestias: "Minimizamos los sonidos humanos, creamos barreras visuales, reducimos la manipulación, reducimos las transferencias entre instalaciones. ciones y utilizamos máscaras para cada especie", explican en la publicación.
El apego con humanos
El truco de disfrazarse, del que no se ha demostrado la eficacia científicamente, se utiliza a menudo para cuidar a pájaros, que dependen más del sentido de la vista, pero en el Richmond Wildlife Center lo utilizan con todo tipo de animales . Los cachorros separados de su madre antes de tiempo son propensos a aferrarse a los humanos oa lo que perciben como su primer cuidador en la vida, lo que les lleva a no aprender las habilidades necesarias para sobrevivir autónomamente en la naturaleza. Cuando un animal se siente demasiado cómodo alrededor de las personas y les pierde el miedo, corre el riesgo de ponerse en situaciones peligrosas, como vagar por las carreteras o que puedan atraparlos con mayor facilidad.
Según la organización, a esta cría de zorro la acogieron cuando apenas pesaba 80 gramos y aún no había abierto los ojos. Aprovechando la visibilidad que les ha dado el eco del vídeo, ahora piden donaciones a los seguidores para comprar artículos que les permitan cuidar al cachorro, incluida una "máscara de cabeza de zorro que podamos llevar para que no vea una cara humana cuando se alimente" .