"Estamos notando una regresión": 25.000 personas salen a la calle en Barcelona para defender los derechos de las mujeres
La embestida de la extrema derecha, los cuidados y la división por la ley trans marcan las protestas por el 8-M
Barcelona"Mientras se siga decidiendo sobre nuestros cuerpos, ignorando nuestra salud, menospreciando nuestras tareas y nuestro criterio, infravalorando el coste físico y emocional de nuestras maternidades, ejerciendo violencia sobre nosotros con total impunidad, ocuparemos las calles sin descanso". Así de combativa se expresaba esta tarde Antonia, de cuarenta años y madre de un pequeño de tres, que ha acudido a la manifestación del 8-M acompañada de su familia. Asegura que no se ha perdido ni una. Este año la amenaza de lluvia en Barcelona tampoco ha asustado ni un ápice las ganas de reivindicación feminista: hasta 25.000 personas, según los cálculos de la Guardia Urbana, se han reunido esta tarde en la plaza Universidad de la capital catalana para demostrar, un año más, que la lucha feminista no retrocede, sino que se mantiene más, nunca se mantiene, sino que se mantiene más la ola reaccionaria que ha hecho aumentar la extrema derecha por todas partes.
Este 2025 ya no sólo se reclama la igualdad real y acabar con la violencia contra las mujeres. En la manifestación de esta tarde, el rechazo frontal a las políticas que intentan ganar poder exprimiendo la diferencia y las desigualdades se ha hecho más presente que otros años. Elisabet, una de las asistentes a la manifestación, valoraba así el impacto de la extrema derecha sobre las mujeres: "Las mujeres libres y con conciencia somos contra naturaleza por la ideología fascista porque alteramos el orden que nos quiere mantener sumisas, calladas y explotadas. Pero es que la extrema derecha es un peligro para todas las personas; consecuencias", afirma.
Esta lucha contra la embestida de la ultraderecha ha compartido protagonismo con otra gran reivindicación: la visibilización de los cuidados. De hecho, ésta es la cuestión que las organizadoras han elegido para agrupar a las mujeres en este 8-M, bajo el lema "Los cuidados sostienen la vida". Así, la cabecera principal de la manifestación arrancó su recorrido pocos minutos después de las seis de la tarde poniendo el foco en la importancia del cuidado como base de la igualdad, denunciando la precarización del sector y reclamando una corresponsabilidad social e institucional. El recorrido ha seguido por la Gran Via, el paseo de Gràcia y la ronda de Sant Pere hasta llegar al Arc de Triomf, donde se ha hecho la lectura del manifiesto. Las pancartas avanzaban al ritmo de la protesta con lemas como "Cuidados explotados, madres sublevadas" o "Trabajo del hogar, explotación laboral". Se mezclaban con los clásicos "Viva la lucha feminista" y "El patriarcado mata" y con otros lemas más creativos como "Señoro, que se relaje un poco".
Entre las mujeres que más llamaban, al inicio, se encontraba un grupo de madres de personas discapacitadas. "Somos absolutamente invisibles, criamos 24 horas, siete días a la semana. Tengo 63 años y no puedo jubilarme. Cada noche sigo levantando a peso a mi hija de veinte años para ponerle el pañal que necesita. Estamos físicamente agotadas y este sistema no nos ayuda nada", explicaba una de ellas en el ARA. No muy lejos, Irene, que ha asistido a la manifestación con su hija pequeña y un grupo de madres de la escuela, subrayaba la importancia de tener referentes: "Es importante que, desde pequeñas, sepan que tienen el derecho a manifestarse y que aprendan a alzar la voz", asegura.
Muy cerca, Marta explicaba por qué sale cada año: "Hay muchos derechos que deben defenderse día a día. Estamos notando una regresión en muchos espacios", explicaba. Blanca, una joven científica también se añadía a esta queja. "Yo sigo notando los micromachismos cada día en mi profesión; cuando en una reunión se menosprecia la opinión de las mujeres, cuando un hombre repite la misma idea que acaba de decir una compañera o cuando ellos ocupan muchos más minutos hablando que nosotros", relataba a modo de ejemplo.
"La pregunta es: ¿dónde no notamos el machismo?", reflexionaba Paula, otra de las asistentes a la manifestación. "Está en todas partes: desde el médico que nos dice que vamos sobrepasadas y decide no hacernos ninguna prueba, hasta el operario que decide explicar a mi compañero, que sabe tan poco como yo, como ha desatascado la tubería, pasando por los comentarios sobre nuestro físico en el trabajo o el alud de publicidad que nos dice que debemos".
Una división minoritaria
Una de las novedades de este año en Barcelona es que, por primera vez, se han realizado dos manifestaciones, como ya ocurre hace años en Madrid. La de la plaza Universidad, convocada como siempre por la Asamblea 8M (que agrupa diferentes movimientos feministas) y otra alternativa, en la plaza de Catalunya, organizada por la Coordinadora Feminista 8-M, con Feministas de Cataluña, la CNT y el Partido Feminista de España, entre otros. Esta segunda marcha centraba su protesta en el rechazo a que la ley reconozca y equipare los derechos de las mujeres trans con las biológicas. Por otro lado, este colectivo también reclama la abolición de la prostitución. Por último, unas 400 personas han decidido seguir esta segunda convocatoria.