Inmigración

Un testigo confirmaría que cuatro policías dieron una paliza a un interno del CIE de Valencia

El trato recibido habría llevado a la víctima a autolesionarse y pensar en acabar con su vida

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I.B., el ciudadano que denuncia haber recibido una paliza en el CIE de Valencia con algunas de las heridas ocasionadas por la presunta agresión.

ValenciaUn testigo habría corroborado que Y.B., un ciudadano retenido en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Valencia, recibió una paliza el 21 de julio de cuatro policías después de reclamar ayuda “porque sentía un fuerte dolor de muelas”. Así lo han explicado representantes de la Campanya CIE No, entidad que asesora a la víctima, y consta en la denuncia interpuesta por A.W., un ciudadano que comparte celda con la presunta víctima, que también ha pedido el amparo de la justicia.

En su escrito, A.W. confirma la versión del joven agredido, según la cual los agentes lo golpearon mientras estaba en el suelo y llegaron a darle una patada en el ojo. El informe médico realizado un día después constató “múltiples excoriaciones superficiales longitudinales en el tórax y el miembro superior izquierdo” y un “hematoma periorbital [entorno al ojo] izquierdo”. Desde la Policía Nacional, y en declaraciones al ARA, rechazan las acusaciones y atribuyen las lesiones a una pelea entre ciudadanos internos en el CIE. También aducen su negativa a proporcionar más detalles sobre el incidente a la judicialización del caso.

La presunta agresión habría tenido lugar entre las 23.30 h y las 00.00 h, después de que la víctima llamara al timbre para reclamar "asistencia sanitaria porque sentía un fuerte dolor de muelas". Minutos después habrían entrado en la celda los agentes que habrían dado un empujón al joven, hecho que “hizo que cayera”, recuerda el testigo. Según A.W., los cuatro policías le dieron patadas aunque el joven estaba en el suelo. Después, los agentes lo habrían levantado, cogido violentamente y sacado de la celda.

El relato del testigo coincide con el de la víctima, que en su escrito de denuncia afirmó que, en lugar de trasladarlo al médico para que le curaran las heridas, los policías lo hicieron bajar al piso inferior y lo encerraron durante una hora. En este tiempo, Y.B. asegura haber sufrido fuertes dolores por los golpes recibidos; también haber pedido agua sin recibir ninguna respuesta y haber visto "cómo los policías se reían" mientras lo miraban.

Autolesiones y pensamientos suicidas

El sentimiento de impotencia y de rechazo por el trato recibido habría llevado al joven a autolesionarse infligiéndose “una serie de cortes en el cuerpo con un metal", que pudo "extraer de la persiana". También pensó en acabar con su vida. "Tuve ganas de suicidarme por haber vivido una situación tan difícil sin que nadie prestara atención a mis quejas y dolores”, se lamenta.

Para confirmar los hechos denunciados, la víctima y el testigo han solicitado al juez que la Policía Nacional aporte las grabaciones de las cámaras del CIE, la identificación y la declaración de los agentes de servicio que podían haber participado en la agresión y que a la víctima lo explore un médico forense.

Y.B. y A.W. también han reclamado que se suspendan cautelarmente sus procesos de expulsión hasta que se aclaren los hechos, petición que han apoyado desde la Campaña por el Cierre de los CIE y el Fin de las Deportaciones, plataforma que reclama que se garantice una investigación judicial que "determine las responsabilidades y el castigo a los culpables".

La asociación también ha puesto en conocimiento del juzgado de instrucción número 3 de Valencia un informe de Psicólogas y Psicólogos Sin Fronteras (PSF) en el cual se solicita la puesta en libertad para evitar el riesgo de suicidio inminente del joven que presenció la agresión. La plataforma destaca que, después de un intento de suicidio, A.W. fue visitado por una psicóloga el 6 de agosto, que diagnosticó que el ciudadano marroquí “mantiene ideación suicida con un nivel de riesgo que evaluamos alto”. La experta afirma que tiene "mucha angustia derivada de su situación en el centro" y por el "riesgo de agresión física que pueda sufrir después de su deportación".

Para acabar, la entidad ha denunciado que el CIE de Valencia no cuenta con un protocolo antisuicidios como habría confirmado el último informe del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP) del Defensor del Pueblo, hecho después de una visita al centro el año pasado, casi coincidiendo con el segundo aniversario del suicidio de Marouane Abouobaida.

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