Playas

Protecció Civil pone a prueba una boya inteligente para prevenir ahogamientos

La Generalitat evalúa en Roses, Cambrils y Mataró la prueba piloto de un sistema que analiza el peligro del oleaje para los bañistas

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La jefa de gestión del servicio de emergencias de Protección Civil, Montse Font, y el cofundador de la empresa Ona, Moisès Cruanyes, revisan la boya con un sensor para detectar la altura de las olas

GeronaCada verano, durante toda la temporada de baño, se lamentan más de una decena de accidentes mortales en las playas catalanas. Para intentar reducir al máximo esta cifra de ahogamientos, Protecció Civil, además de esforzarse en lanzar mensajes constantes a los bañistas para que extremen las precauciones, también trabaja con diversas actuaciones en todo el litoral de Catalunya. Una de ellas es la prueba piloto de una boya con sensores electrónicos que monitoriza el estado del mar y acaba de instalarse en Roses, Mataró y Cambrils.

El aparato, creado por un equipo de investigación de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y la empresa Ona Safe and Clean, se engancha a las balizas que marcan los límites entre barcas y bañistas, y tiene una batería autónoma de tres o cuatro meses, suficiente para toda la campaña de verano. Es del tamaño de un teléfono móvil y recoge datos sobre la altura de las olas, el viento o la temperatura del agua, que se envían a un servidor externo cada 30 minutos. Protección Civil evaluará su utilidad hasta octubre, para decidir si el próximo año se instalan de forma extensiva en todo el litoral.

De momento, la Generalitat ha iniciado la prueba en playas con socorrista, para que los vigilantes, a partir de los datos que envía la boya, puedan tener más detalles para determinar si izan la bandera roja, amarilla o verde y, a su vez, puedan corroborar si las informaciones emitidas por los sensores se corresponden con las apreciaciones hechas desde tierra firme. "La impresión es que los parámetros son un sistema que puede ayudar a valorar el estado de las playas. Hay que acabar de confrontarlo con la realidad para valorar su adaptabilidad, pero sospechamos que será un complemento muy útil", defiende Imma Solé, subdirectora de Coordinación y Gestión de Emergencias de Protección Civil.

Una herramienta útil, pero no infalible, en las playas sin vigilancia

Si funciona como se prevé, la intención es, además de las playas vigiladas, instalar estos sensores marinos en playas o en calas sin socorristas. Los datos que registra ahora mismo no son públicos, pero la intención es que estén al alcance de todos y que las boyas se conviertan en una especie de semáforo que determine de forma autónoma la bandera de las zonas de baño más apartadas o menos concurridas , donde los ayuntamientos no pueden enviar servicio de vigilancia. "En estas situaciones serían muy provechosas, porque la propia boya puede tener un sistema para valorar si el baño es peligroso o no y la gente podrá consultarlo o ver qué semáforo marca", explica Solé. Sin embargo, si bien puede ser una herramienta realmente útil para prevenir ahogamientos, la boya no garantiza, como es lógico, el mismo nivel de seguridad que un socorrista experto, ya que, por ejemplo, no detecta la presencia de medusas ni tiene información sobre la previsión de tormenta o mal tiempo.

La aplicación para recibir los datos de las boyas que monitorizan el estado del mar.
Una de las boyas inteligentes de la prueba piloto de Protección Civil para monitorear el estado del mar.

Por eso, por encima de todo, aunque haya boyas inteligentes o socorristas, Protecció Civil insiste en el mensaje de prudencia y sentido común: "Nos gusta bañarnos en el mar y es muy bueno para la salud, pero también debemos ser conscientes de que tiene unos riesgos y hay que poner sensatez, ya que no es nuestro medio natural”, concluye Solé.

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