Robos en casas de vecinos distraídos durante la fiesta mayor
En pocos días de diferencia, en agosto un grupo de ladrones entraron a robar en varias casas de Vilopriu y Gaüses, en el Baix Empordà, aprovechando que la gente estaba en los actos populares de la plaza
GausasEl verano es tiempo de fiestas mayores. Días señalados en el calendario para muchas pequeñas poblaciones que, una vez al año, organizan actos populares y celebraciones nocturnas en las plazas para hacer comunión entre vecinos y visitantes. Este verano, sin embargo, en Gausas, un pequeño pueblo del Baix Empordà con unos sesenta habitantes, lo que debía ser una velada de fiesta y diversión acabó como el rosario de la aurora. La noche del sábado 16 de agosto, por el puente de la Virgen de la Asunción, mientras se celebraban los conciertos en la plaza, un grupo de ladrones entró a escondidas a robar en varias casas del municipio. Aprovechando el ambiente festivo, con la gente distraída y mucho movimiento de personal venido de fuera, los delincuentes aprovecharon para pasar desapercibidos y revolver los cajones de algunas de las masías del pueblo en busca de objetos de valor.
Cuando algunos vecinos se dieron cuenta, alertaron al público por megafonía desde el escenario, pasada la medianoche. Todo el mundo se asustó, hasta el punto de que se decidió cancelar la última actuación de la noche, la del DJ, ya que su familia era una de las afectadas y no estaban con ánimos de jolgorio. Así lo relata un miembro de la familia, que forma parte de la comisión de fiestas: "Estábamos todos cenando en la plaza y, no sé por qué, a media cena se me ocurrió pasar por casa para comprobar que todo estuviera cerrado abajo. Todo estaba bien, pero cometí el error de no revisar si la ventana de arriba estaba bien, cerrada, no es fácil. cuña y colarse por la mosquitera. Más tarde, mi madre se subió a la habitación y ya se lo encontró todo revuelto. La casa está justo al lado de donde se celebraban los conciertos, pero los ladrones entraron por la parte de atrás sin que nadie los pillara.
A medida que corrió la voz, otros vecinos empezaron a advertir que en su casa también habían entrado, aunque prácticamente no se habían llevado nada de valor. Un vecino comentaba, atolondrado, que los ladrones habían intentado forzar la puerta mientras ellos estaban dentro, pero que, al espetarles un grito, se fueron corriendo. E incluso una mujer decía que había enganchado in fraganti, con pasamontañas, los intrusos y que el espanto le había dejado atemorizada. Todo esto generó una cierta psicosis en un pueblo tan pequeño, donde todo el mundo se conoce, hay confianza ya menudo los vecinos dejan puertas o ventanas abiertas para que corra el aire sin temor de pillaje. "Sabían lo que hacían, sabían que era la fiesta mayor", corroboran las víctimas de los robos. Entonces llegaron ya los Mossos d'Esquadra, levantaron acta y calmaron la situación. Eso sí, con la fiesta interrumpida y con todos hacia casa antes de tiempo.
Dos robos con fuerza en Vilopriu
Y el caso de Gaüses no es el único de la zona. Un episodio similar se vivió pocos días antes, el 9 de agosto, en la fiesta mayor de Vilopriu, a escasos 5 kilómetros de distancia. "El sábado, mientras se hacía la cena popular, al regresar a casa algunos vecinos se encontraron con que les habían entrado a robar", explica Arnau, miembro de la comisión de fiestas del pueblo. El modus operandi era muy parecido: trepar por una ventana altura de detrás de las casas mientras la mayoría de los vecinos disfrutaban de la fiesta. En este caso, los Mossos recibieron la denuncia de dos robos con fuerza y los ladrones lograron llevar joyas de valor.
En Vilopriu la mayoría de los asistentes no tuvieron constancia de los robos durante la misma noche, y la fiesta continuó con cierta normalidad. Ahora bien, los hechos dejaron muy mal sabor de boca a los vecinos locales que viven con sentimiento la fiesta popular: "Nos sorprendió mucho, porque no es un pueblo donde esto ocurra habitualmente. Da rabia que, aprovechando una cena de hermandad con los vecinos, algunos lo pasen bien y otros vengan a hacer daño. No parece casualidad", lamenta el mismo vecino.
Igualmente, por esas mismas fechas, se produjo un asalto a la gasolinera de Sant Jordi Desvalls, pero, de momento, la policía no tiene constancia de ninguna relación directa entre los tres hechos delictivos perpetrados en pocos días en la comarca. De hecho, el cuerpo policial, si bien en un principio mostró preocupación por los hechos ocurridos, asegura que, durante este verano, no se ha detectado ningún patrón alarmante que vincule fiestas mayores y robos.