Adiós a los brackets ya las dentaduras postizas: las nuevas tendencias en salud bucodental
Se dispara el uso de los alineadores invisibles y de las férulas de descarga
BarcelonaMinuto 77 en el Santiago Bernabéu. Lamine Yamal marca un golazo por la escuadra, enmudece el estadio y lo celebra enseñando los brackets, decorados especialmente para la ocasión con estrellas de color azulgrana y diseñados por la marca TwoJeys. La imagen da la vuelta al mundo, pero pese a la exhibición del joven ídolo azulgrana, brackets como los suyos son cada vez menos frecuentes en las tendencias de salud bucodental, que han cambiado mucho en los últimos años; desde el punto de vista de la estética, con la proliferación de los alineadores de dientes invisibles y, en el campo de los tratamientos, con la era de los implantes dentales que están arrinconando, por ejemplo, las dentaduras postizas.
José Nart, presidente de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA) y catedrático de la Universidad Internacional de Cataluña (UIC), explica al ARA que la base de la revolución que vive la atención y los tratamientos de la boca, las encías y los dientes es la digitalización. "Ha sido un cambio muy importante. Cuando un paciente llega a la consulta le escaneamos la boca y hacemos una radiografía 3D que nos permite planificar y diseñar mejor los tratamientos", asegura el experto.
Así pues, lejos queda ya esa pasta con gustos con la que los odontólogos hacían moldes de la boca de sus pacientes. Ahora los pacientes pueden ver cómo evolucionará su dentadura antes de empezar el tratamiento, ya que los programas digitales que se utilizan permiten elaborar modelos que muestran "cómo quedará la boca una vez acaben", como una especie de render de la sonrisa. Aparte de aligerar a los usuarios antes de empezar cualquier terapia, las herramientas digitales también permiten abordarlas mejor.
Por ejemplo, las cirugías odontológicas, para poner un implante o para recortar o añadir encía a un paciente, ahora se realizan con guías que elaboran previamente con estas herramientas. "Nos permiten planificar y ejecutar mejor. Esto hace que los tratamientos sean mucho menos invasivos y menos dolorosos para los pacientes, que ahora tienen menos secuelas y deben medicarse menos después de una intervención de estas características", sostiene Nart. Además, se utilizan materiales "más resistentes y más biocompatibles" para realizar los implantes.
La caída de los brackets
Un "cambio muy importante" que se ha vivido en los últimos cinco años en cuanto a la estética de los dientes es la caída de los brackets y el auge de los alineadores invisibles, recuerda Nart, quien estima que actualmente un 80% de los usuarios apuestan por la segunda modalidad, mientras que antes estaba al revés. "Es más cómodo para los pacientes y estéticamente es menos impactante; no es esa extensión metálica de los dientes que acumula comida", dice el experto.
Son tratamientos largos, de uno o dos años, por lo que la gente apuesta más por los alineadores invisibles, que se pueden quitar siempre que se quiera y permiten una mejor higiene, insiste. "Los brackets tienen menos peso en esta sociedad que da tanta importancia a la estética", añade. Además, permitió que gente de edad más avanzada, que no se veían llevando brackets con 50 años, ahora corrijan sus dientes con un alineador invisible. "Los mayores han perdido el miedo y los estigmas en el tratamiento", dice Nart.
Crece el bruxismo
Los cambios en el estilo de vida han supuesto la aparición de nuevas enfermedades que hace años no se detectaban o eran muy poco frecuentes. En salud bucodental también ocurre y, por culpa del aumento del estrés y la ansiedad, los casos de bruxismo se han disparado. El bruxismo es la fricción involuntaria de los dientes, que suele ser más habitual durante la noche, al dormir. La fricción de los dientes puede estropearlos y presionar los músculos de la mandíbula, lo que puede provocar contracturas en la cara, dolor de cabeza, dolor de oreja e incluso insomnio.
Para combatir el bruxismo, que no es una enfermedad sino que es un mal hábito involuntario, los pacientes se ponen una férula de descarga para dormir. Se ajustan a la dentadura y lo que hacen es minimizar los efectos secundarios de los episodios de bruxismo y mejoran la calidad del sueño. Según Nart, el uso de estas férulas se ha disparado, ya que los estilos de vida de las personas son cada vez más estresantes.
El adiós de las dentaduras postizas
Hace años la ausencia de dientes estaba mucho más generalizada, mientras que ahora la población que ha perdido todas las prendas "se ha reducido mucho"; la gente cuida más la boca, los dientes y las encías y ya apenas se ven pacientes sin dientes. Sí hay personas que pueden perder alguna prenda puntual, por una fractura o una gran caries mal tratada, pero se pueden recuperar con implantes dentales. "Los dentaduras postizas son cosa del pasado", defiende Nart, quien explica que actualmente se pueden cambiar todas las piezas de la dentadura con implantes. Son piezas de titanio que permiten sustituir a los dientes que se han caído o se han roto y funcionan mejor que las dentaduras postizas que se ponían antes, asegura el experto. Eso sí, antes de realizar cualquier sustitución primero hay que asegurar una buena salud bucodental: que el paciente no tenga caries y cuide la higiene de la boca para prevenir que puedan caer nuevas piezas. Una vez se realiza la sustitución, los pacientes terminan el tratamiento con una terapia de apoyo para asegurarse de que la pieza se ajusta a su nuevo sitio y que el implante se ha hecho correctamente.