Un CAP pionero para personas con ceguera: "Es una necesidad de todo el sistema sanitario"
El EAP Sardenya ha impulsado una iniciativa para dar una atención personalizada a las personas con dificultades visuales
BarcelonaMaite tiene una deficiencia visual del 79% y hace veintiún años que se visita el Equipo de Atención Primaria (EAP) Cerdeña, en el distrito de Horta-Guinardó (Barcelona). En los últimos meses, este centro ha puesto en marcha una iniciativa pionera en Cataluña: un protocolo de atención integral para las personas ciegas o con discapacidad visual grave que atienden. "Cuando entro, una persona se encarga de acompañarme allá donde vaya, sea en la consulta o en cualquier otra sala. Me ha cambiado la vida", explica Maite, quien, a pesar de tener cierta autonomía porque ha convivido siempre con la ceguera, asegura que toda ayuda es bienvenida.
El hecho de que muchos centros sociosanitarios utilicen pantallas para indicar a los pacientes cuándo deben entrar en consulta supone un problema para aquellas personas con problemas de visión. Cuando desde el EAP Cerdeña fueron conscientes de esta carencia, establecieron una colaboración con la ONCE para darle una respuesta. "No se trataba de inventar el protocolo desde el propio centro, sino de hablar con expertos –en este caso la ONCE– para elaborarlo. Ellos llevaron a cabo las formaciones para el personal administrativo y enfermero con el objetivo de enseñarle cómo tratar con personas con ceguera", explica Jaume Sellarès, médico de familia y director del centro.
El protocolo consiste en acompañar a aquellos pacientes con dificultades visuales que lo quieran en todo momento, excepto cuando están dentro de la consulta, por un tema de privacidad. "Todos los centros sociosanitarios podrían hacerlo, porque este servicio ya se da en los aeropuertos. No estamos descubriendo la rueda", señala Sellarès, que tiene claro que se trata de un sistema fácil de implementar y que no requiere grandes inversiones económicas, tal y como ha sido el caso del centro que dirige. Además, en el EAP Sardenya también se da una atención especializada a las personas con dificultades auditivas, cómo hablarles más fuerte si es necesario o mantener el contacto visual todo el rato para que puedan leer los labios.
De esta manera, cuando Maite llega a las puertas del EAP Cerdeña ya hay una persona esperándola, que le ayuda con los trámites para ingresar en el centro –que se hacen en una pantalla que hay en la entrada– y le acompaña hasta la consulta. "El problema no lo teníamos en las consultas, sino en todo el proceso previo, que es donde hemos podido aportar soluciones", celebra el director del centro. En total, en torno a una quincena de miembros del personal siguieron la formación de la ONCE, si bien todos los trabajadores conocen el protocolo.
Sellarès comenta que necesitaron sólo seis meses para salirlo adelante y hace una valoración positiva. De hecho, cree que todos los centros de Catalunya deberían "reflexionar" e implantar un protocolo de ese estilo. "Es una necesidad de todo el sistema sanitario", añade. Maite también desea que este tipo de iniciativas vayan a más. En este sentido, explica que recientemente fue al hospital y, una vez dentro del edificio, tuvo dificultades para saber adónde debía dirigirse. Esto es la tónica habitual para la gente con dificultades visuales, que cuando acude a un centro sanitario sólo recibe indicaciones del estilo "Siga la flecha azul" o "Vaya a tal planta como bien se indica en el cartel". Labores difíciles si no conocen bien el centro o no reciben un acompañamiento.
Un protocolo por fases
El acompañamiento del paciente supone la primera fase del protocolo, pero habrá más facilidades. En la segunda fase, se impulsará un sistema para detectar a través de Bluetooth cuando uno de los pacientes que requiera y quiera una atención especializada –pues pueden preferir hacer valer su autonomía– ingresa en el centro. Finalmente, se prevé que antes de finalizar el año el dispositivo de la entrada incluya un sistema de reconocimiento de voz basado en la inteligencia artificial que facilitará a las personas con dificultades visuales realizar los trámites pertinentes.
El EAP Sardenya es un centro sanitario público no adscrito al Instituto Catalán de la Salud (ICS), lo que, según el director, permite una cierta libertad para sacar adelante proyectos como éste. Aunque está enfocado a un número reducido de pacientes, puesto que el centro da servicio a un área de 20.000 personas, defiende que deben tener las herramientas y facilidades para ser tratados como el resto de pacientes. "Es un tema de sensibilidad", concluye.