Las infecciones de VIH no bajan y un tercio de los casos se diagnostican tarde
Desde hace 15 años, los nuevos casos anuales en el Estado no han bajado del umbral de los 3.000
BarcelonaUn tercio de los diagnósticos de VIH en Catalunya se llegan tarde, cuando los pacientes ya han tenido una infección oportunista o cuando el sistema inmunitario ya ha empezado a deteriorarse. Lo mismo ocurre con la mitad de los diagnósticos en Europa, tal y como ha alertado esta semana la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los retrasos en el diagnóstico son, precisamente, una de las principales razones que los expertos señalan como motivo por el que los diagnósticos no han descendido de 3.000 nuevos casos anuales en los últimos quince años.
El doctor Joaquín Burgos, del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Vall d'Hebron, explica en una entrevista en el ACN con motivo del Día Mundial del Sida, que se conmemora cada año el 1 de diciembre, que el retraso en los diagnósticos es uno de los "principales problemas" que persiste ante el virus VIH. Por un lado, porque estas personas han tenido la infección durante años sin saberlo y han podido transmitir su enfermedad. Aunque no hayan tenido ninguna infección oportunista, añade Burgos, y aunque una vez que tienen el diagnóstico los pacientes se pongan en tratamiento y la situación mejore, el tiempo que han pasado con la infección del VIH "tiene impacto en las comorbilidades del futuro", es decir, en problemas de salud crónicos adicionales.
En cambio, añade el doctor, el pronóstico para los pacientes ha cambiado radicalmente en los últimos cuarenta años: ha pasado de ser una sentencia de muerte para muchas personas a poder tener una carga viral indetectable y una calidad de vida equivalente al resto de población. Mientras, apunta Burgos, quedan retos pendientes, como romper el estigma, conseguir una mayor concienciación social y que el sistema sanitario no pierda oportunidades para pruebas de diagnóstico. "Existe lo que se llaman oportunidades perdidas, cuando una persona ha pasado por el sistema sanitario con una condición asociada a la infección por VIH, pero no se le ha ofrecido el test", explica.
Para mejorar la detección del VIH, el doctor considera que es necesario aumentar la concienciación de la sociedad, que tiene "poca percepción del riesgo", sobre todo en las personas heterosexuales y de mayor edad. "Todo el mundo puede tomar la infección por VIH y en muchas ocasiones nunca nos hacemos el test", advierte.
Varados en el umbral de los 3.000 casos
En los últimos quince años, el número de diagnósticos en todo el Estado no ha logrado bajar de 3.000. El año pasado se notificaron 3.340, algo menos que en el 2023, cuando fueron 3.350. Según el último informe de vigilancia epidemiológica de VIH y sida en España del ministerio de Sanidad, en 2022 hubo 3.337 diagnósticos, y en 2021, 3.192. Son menos que los que hubo, por ejemplo, en 2013 (4.471) y 2014 (4.561), pero la cifra no ha bajado del umbral de los 3.000 diagnósticos desde el 2009, cuando hubo 2.246.
La presidenta del Grupo de Estudio del sida de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas (GeSIDA), María Velasco, señala, en primer lugar, los retrasos en el diagnóstico a la hora de explicar los motivos de estos datos. En declaraciones a Efe, apunta que el hecho de que los diagnósticos lleguen tarde hace que personas con la infección, sin saber que la tienen, la transmitan.
Velasco también apunta que, pese a la necesidad de educación sexual en las escuelas, los riesgos de la transmisión sexual afectan a "muchos colectivos, y quizás hay que incidir más en información y formación" en otros segmentos de edad. Añade que los migrantes son hoy por hoy más de la mitad de los nuevos diagnósticos: "Si no tienen buen acceso a medidas preventivas, aquí tenemos otro condicionante con el que seguimos alimentando estos 3.000 nuevos diagnósticos anuales".