Khadija y Cherive ya hacen vidas independientes: Sant Joan de Déu separa con éxito a las dos niñas siamesas de Mauritania
Las gemelas estaban unidas por el abdomen y, una vez dadas de alta, tendrán una vida normalizada
BarcelonaLa Khadija y Cherive ya hacen vidas autónomas e independientes. Estas dos niñas nacieron hace 40 días en un hospital de Mauritania unidas por el abdomen, con un solo cordón umbilical, y con la sospecha de que compartían también el hígado. La dificultad del cuadro clínico que presentaban hizo que los médicos del país descartaran una intervención para separarlas y contactaron con el Hospital Sant Joan de Déu para realizar una consulta y poder derivar las pequeñas siamesas. El sí del centro barcelonés hizo que a partir de entonces se pusiera en marcha una maquinaria logística y médica en la que han participado una veintena de profesionales, entre médicos y enfermeras. Ahora los niños están ya en planta ordinaria, con buen estado de salud, y es su madre la que se encarga de ellos. Si todo va bien, el próximo martes volverán a casa con un pronóstico de vida "normal", según el equipo médico que las ha atendido.
Ambas llegaban al aeropuerto de El Prat una semana después del parto, traumático tanto para ellas como sobre todo para su madre, que tiene a otra hija de tres años. Ambas niñas estaban enganchadas por la parte superior del abdomen y estaban encaradas, una posición que añadía más complicación a la intervención porque dejaba poco espacio para trabajar a los cirujanos. Por eso, en el hospital se prepararon para el peor escenario.
En los análisis del preoperatorio, unas pruebas de radiodiagnóstico confirmaron que tenían dos hígados, conectados por una zona común de unos seis centímetros. Sin embargo, cuando les inyectaron el líquido del contraste se apreció que no compartían ningún vaso vital y mantenían la función hepática normal. No compartían estructuras óseas. "El reto era controlar los escapes biliares y el sangrado", ha explicado este viernes en una rueda de prensa el jefe de cirugía pediátrica de San Juan de Dios, Xavier Tarrado. Finalmente, todo fue "plácidamente" y no hubo ninguna complicación en el quirófano.
Pero para que todo el proceso tuviera el final que ha tenido, el equipo médico hizo una planificación a conciencia de todo el proceso para adelantarse a eventuales problemas que podrían encontrarse y así saber darles una respuesta adecuada. Por un lado, se obtuvo una fotografía real de los puntos exactos por los que estaban unidas, los vasos y los órganos que compartían gracias a impresiones 3D con diferentes colores y texturas. Por otra parte, se utilizaron muñecas de silicona a escala real y reproduciendo la postura de ambas niñas para que los cirujanos y los anestesiólogos hicieran un ensayo antes de realizar la operación real. Se trataba de diseñar la mejor ubicación de cada profesional en el quirófano para no estorbarse, teniendo en cuenta que la posición encarada de las niñas reducía mucho el espacio para trabajar, ha detallado José Quintilla, coordinador del programa de simulación. Esto permitió determinar cuál era la mejor manera de colocar las siamesas en la mesa de operaciones, de cómo intubarlas y cómo abordar la cirugía. En total, la intervención duró cinco horas, la mitad de las cuales fue de preparación. Era la mañana del 8 de noviembre.
Tras el quirófano, ambas niñas pasaron a la UCI de neonatales. Su recuperación ha sido bastante rápida, hasta el punto de que ya hace una semana que no necesitan ayuda extra alguna y es su madre la que se encarga de su cuidado y alimentación, con la ayuda de las enfermeras del centro. Cuando reciban el alta hospitalaria y vuelvan a su país tendrán un seguimiento por parte de un cirujano de Mauritania que ha estado estos días siguiendo de cerca la intervención y el postoperatorio. Con todo, el cirujano Tarrado ha asegurado que si todo va como hasta ahora, las dos criaturas no tendrán ninguna limitación ni tendrán que requerir ninguna atención especializada y su vida será totalmente normal, sin consecuencias por las condiciones de cómo nacieron.
Los siameses representan uno de cada 200.000 nacimientos de vivos, y en un 20% de los casos los gemelos están unidos por el abdomen, como el caso de estas dos niñas mauritanas. La operación se ha realizado a través del programa de cooperación internacional Cuida'm, que el hospital puso en marcha para dar asistencia a pacientes de países de renta baja que tienen enfermedades muy graves, pero curables, y que no se pueden tratar en los centros de origen. Cada año ingresan en el centro una veintena de estos niños.