El miedo a la colonoscopia frena la detección precoz del cáncer colorrectal
El cribado catalán se estanca en el 46,5% de participación
BarcelonaMenos de la mitad (46,5%) de los catalanes de entre 50 y 69 años que están llamados a realizarse las pruebas de detección precoz del cáncer colorrectal participan en el cribado, aunque es sencillo y permite ganar tiempo a la enfermedad . El cáncer de colon y recto es uno de los tumores más frecuentes tanto en hombres como en mujeres: sólo el pasado año se diagnosticaron cerca de 7.000 casos en Cataluña. Ahora bien, la cifra todavía podría ser superior, sobre todo en pacientes en las fases más tempranas del cáncer –cuando todavía no se manifiestan síntomas y los tratamientos son más efectivos– si aumentara la participación en el programa de cribado. Según las autoridades sanitarias, esta herramienta permite reducir un 30% la mortalidad, pero por ahora la participación se mantiene estancada en el mínimo recomendado por Europa (45%). Los expertos admiten no saber los motivos a ciencia cierta, pero aducen dos obstáculos principales: el miedo y las barreras culturales.
“La detección precoz de cáncer de colon y recto evita el cáncer y salva vidas, pero la gente no participa. La incidencia y la mortalidad por este tumor disminuirían mucho si todo el mundo participara”, asegura al ARA la jefa de la Unidad de Cribado de Cáncer del ICO, Gemma Binefa. Las personas con riesgo potencial –el factor de riesgo principal es la edad– reciben una carta en su casa o un SMS para animarles a participar en el cribado. En el mensaje se adjunta una lista de las farmacias donde pueden recoger el kit para hacerse la prueba en casa. El sistema es sencillo: hay que recoger una muestra de heces con el palito, guardarla en un tubo y devolverla a alguno de los centros de la lista para que realicen el análisis, que determinará si hay señales que pueden causar un cáncer (lesiones precancerígenas) o si ya existe un diagnóstico positivo. Si el resultado es negativo, es importante participar cada dos años para asegurar igualmente que no se ha producido una progresión a tumor.
La pregunta, pues, es clara: si los expertos recomiendan esta estrategia, ¿por qué no participa la gente? Binefa apunta hacia el miedo a un diagnóstico positivo o la indicación de hacerse una colonoscopia, que es un examen en el que se introduce una sonda con una cámara para observar el interior del intestino grueso y el recto para detectar señales de cáncer u otras enfermedades. Es una intervención segura y poco invasiva, pero que puede generar incomodidad a quien se la hace o atemorizarle antes de tiempo por los resultados. Según los expertos, sólo un 4% del total de participantes en las pruebas de detección terminan haciéndose la colonoscopia. Otra de las barreras son las diferencias culturales o idiomáticas, que hacen que iniciativas como el llamamiento activo no lleguen a todo el mundo que haría falta.
Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Colon, que se conmemora cada 31 de marzo, el ministerio de Sanidad anunció el pasado viernes que ampliaría el programa de cribado del cáncer colorrectal hasta los 74 años, y ahora cada comunidad autónoma debe decidir cómo y cuándo lo hace. Cataluña está por encima del estándar europeo, que dice que debe participar, como mínimo, un 45% de la población diana. Ahora bien, las autoridades quieren llegar a más gente para seguir reduciendo la incidencia de esta enfermedad todavía letal.
Nuevos tests
Ahora la empresa biotecnológica catalana GoodGut, que forma parte del grupo Hipra, ha elaborado un test basado en marcadores bacterianos fecales y complementa el actual test de sangre oculta en heces. Según un estudio de la compañía, "reduce un 20% los falsos positivos". La prueba se ha ensayado en 2.481 adultos mayores de 55 años con el Centro Alemán de Investigación Oncológica.
Según la directora de la empresa catalana, Mariona Serra, los resultados obtenidos demuestran que la incorporación del test "mejoraría la especificidad en el cribado de la enfermedad e incrementaría la eficiencia en la gestión de los recursos asistenciales y económicos". Todo ello contribuiría a optimizar más los recursos disponibles en el sistema de salud porque reduciría el número de colonoscopias innecesarias y evitaría la incomodidad de someterse a ellas. El estudio ha contado con financiación del ministerio de Ciencia e Innovación.
Hay muchas iniciativas para desarrollar nuevas herramientas de detección precoz del cáncer colorrectal que complementen o mejoren la prueba de sangre oculta en heces y, sobre todo, que animen a la población a participar en los cribados. El pasado enero, el Hospital del Mar de Barcelona validó el primer test que funciona con muestras de sangre con un "rendimiento comparable" a la prueba tradicional: tiene una sensibilidad superior al 90% cuando se trata de identificar tumores y del 23 % en lo que se refiere a lesiones previas a la aparición de los tumores, que suelen ser difíciles de detectar.