El fin de los polvos de talco para bebés: Johnson & Johnson las retirará del mercado el año que viene
La empresa sustituirá el famoso producto por uno de almidón de maíz después de acumular 38.000 demandas por toxicidad
BarcelonaLos famosos polvos de talco para bebés de Johnson & Johnson dejarán de venderse el año que viene. La farmacéutica norteamericana ha anunciado este viernes en un breve comunicado que suspenderá la comercialización mundial de uno de sus productos estrella, pero también uno de los más polémicos, como ya tuvo que hacer en Estados Unidos y en Canadá por el millar de denuncias que recibió por inseguridad y toxicidad. Esto no significa, sin embargo, que la compañía abandone la venta de este producto infantil para proteger las nalgas y los genitales de los neonatos del material con el que están hechos los pañales o de sarpullidos por el calor: a partir de ahora, sustituirá estos polvos por almidón de maíz.
Johnson & Johnson ha tomado la "decisión comercial" después de recibir unas 38.000 demandas que vinculan el uso a largo plazo de las polvos con el desarrollo de cáncer, si bien ha negado que esta sea la causa por la cual suspenden la venta del producto. "Nuestra posición sobre la seguridad de nuestro talco cosmético sigue sin cambiar. Defendemos firmemente las décadas de análisis científicos de expertos médicos de todo el mundo que confirman que los polvos de talco para bebé Johnson's son seguros, no contienen asbesto y no provocan cáncer", afirma la compañía.
Pero a finales del 2018 aparecieron informaciones que apuntaban que J&J sabía desde hacía décadas que los polvos de talco contienen asbesto, un mineral de composición y características parecidas a las del amianto y con efectos nocivos para la salud. Desde entonces, la farmacéutica se ha enfrentado a miles de demandas en las que se acusa al fabricante de haber contribuido al desarrollo de cáncer de ovario de las consumidoras, lo cual la empresa rechaza y que cada año le ha llevado a gastar millones de dólares en litigios.
Además, la empresa se enfrenta a otros problemas judiciales en EE.UU. y aceptó a principios de este año pagar millones de dólares a varios estados, junto con otros grandes distribuidores de medicamentos, por su responsabilidad en la crisis de los opioides.