Salud

Sangrados más abundantes y temporales: una encuesta revisa la afectación de la vacuna del covid en la regla

Un estudio con 40.000 mujeres sugiere vínculos entre el pinchazo y alteraciones menstruales "temporales y no preocupantes"

BarcelonaEl toque de atención se dio hace apenas un año a través de las redes sociales, cuando en Catalunya hacía muy poco que las mujeres jóvenes podían acceder a la primera vacuna contra el covid. En todo el mundo, sin embargo, miles de mujeres empezaron a compartir que creían sufrir desajustes menstruales desde que se habían vacunado: reglas más largas o más cortas de lo habitual, que llegan con días de retraso o mucho antes de lo que esperaban o con un sangrado más o menos abundante de lo que consideraban "normal". Algunas llegaban a las consultas médicas, preocupadas por los cambios, y ningún profesional era capaz de darles una respuesta ni vincular el episodio con la vacunación. Ningún estudio o ensayo de la vacuna había incluido la menstruación como una variable a tener en cuenta para medir los efectos secundarios de las inyecciones y la única posibilidad de saberlo era recoger experiencias personales. Y esto es lo que ha hecho la antropóloga de la Universidad de Tulane (Estados Unidos) Katharine Lee: ha hecho una encuesta a 40.000 mujeres y personas de género diverso y un 42% de las entrevistadas que afirman tener una regla regular han reportado sangrados más abundantes después de la vacunación, y el 71% de las que toman anticonceptivos que eliminan la ovulación, el 66% de las mujeres posmenopáusicas y el 39% de las personas que reciben terapia hormonal de afirmación de género también han reportado hemorragias.

Las investigadoras no atribuyen directamente estos resultados, publicados en la revista Science Advances, a la vacunación, pero tampoco descartan que esta haya podido provocar cambios menstruales temporales y no preocupantes en algunas mujeres, que pueden durar un par de ciclos. Sugieren que hay grupos más propensos a experimentar sangrados más potentes después de la vacunación, como las personas de raza blanca, hispanas o latinas, de más edad, que habían estado embarazadas en el pasado o que tenían trastornos menstruales de base, como por ejemplo endometriosis o síndrome del ovario poliquístico. "En general, los cambios en el sangrado menstrual no son infrecuentes ni peligrosos, pero hay que prestar atención a estas experiencias para generar confianza en la medicina", plantean las científicas.

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En este sentido, este estudio puede señalar más una tendencia que resolver la principal incógnita: ¿realmente la vacuna impacta en el ciclo menstrual? "El hecho de que el 40% de esta muestra tenga una experiencia no quiere decir que esta sea la tasa de esta experiencia en el mundo. Las asociaciones descritas aquí no son causales, pero proporcionan pruebas para estudiar mejor estas tendencias", afirman las investigadoras. Aun así, también lamentan que desde un primer momento médicos y expertos en salud pública se dieron prisa en decir que no había "ningún mecanismo biológico" o "no había datos" que permitieran establecer un vínculo entre haberse vacunado y sufrir un ciclo menstrual irregular. Y, en muchos casos, todos lo relacionaban más con "la angustia y el estrés" de la mujer que con una reacción a la inmunización.

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La Agencia Europea del Medicamento también concluyó que no hay suficiente evidencia para establecer una relación causal entre la vacuna y los casos reportados de ausencia de menstruación. Aun así, hay múltiples mecanismos biológicos plausibles para explicar una relación entre una vacuna, sus efectos sistémicos y los mecanismos de reparación menstrual del útero, según las autoras del estudio. "Sabemos que correr un maratón puede influir en las concentraciones de hormonas a corto plazo sin hacer que esta persona sea infértil o que la restricción calórica a corto plazo que provoca una pérdida del ciclo menstrual se puede superar si se retoma la alimentación normal. Los factores estresantes menos graves y a corto plazo pueden influir e influyen en el ciclo menstrual y la menstruación, y esto se ha establecido durante 40 años de investigación del ciclo", afirman las investigadoras.

En el estudio que firma Lee como primera autora, sin embargo, se señala que las vacunas funcionan movilizando el sistema inmunitario para protegerse de las enfermedades y que esta puede producir una cascada otras respuestas inflamatorias localizadas (por ejemplo, dolor en el lugar de inyección) o sistémicas (como por ejemplo fatiga o fiebre), pero también asociarse a irregularidades menstruales. Se vio con la vacuna contra la fiebre tifoidea y la hepatitis B, y, según el estudio, la velocidad de la pandemia y la campaña de vacunación pueden haber puesto de relieve un efecto secundario previamente poco reconocido de las vacunas administradas en la edad adulta: la alteración menstrual.